Pero hoy ganaré encontré la salida
volveré a creer a vivir sin mentiras
soñaré otra vez como aquellos días
cuando te encontré, cuando yo te ame
cuando tú también... ME QUERÍAS, ME QUERÍAS.
Estaba con una botella de whisky en la barra del bar oyendo la canción que me quemaba amo a mi esposa, la amé desde la primera vez que la vi, terminó la canción y llegaron Juan Carlos y Adrian para hacerme compañía.
Juan Carlos: ¿Qué paso contigo?
Adrian: ¡Estás llorando!
Juan Carlos: ¿Te peleaste con Cristina?
Barman: ¿Qué les sirvo caballeros?
Adrian: Lo mismo por favor.
Barman: Enseguida.
Daniel: La... la amo.
Juan Carlos: ¿A Cristina?
Daniel: No a Mónica.
Adrian: Después de todo lo que le has hecho dices que la amas.
Daniel: Siempre la he amado desde que la vi la primera vez.
Juan Carlos: Vamos te llevaré a tu casa, no puedes manejar en esas condiciones.
Adrian: Dame las llaves para dárselas al dueño para que las recojas mañana.
(Salen los 3 y Juan Carlos se lleva a Daniel y Adrian se queda un rato más... llega a la mansión todo está apagado sube Daniel y se tira en la cama quedándose profundamente dormido... en una villa a las afueras de la ciudad eran las 8:00 de la mañana cuando Mónica llegaba y la recibe una mujer mayor)
Mujer: Buenos días, señora, la esperábamos desde ayer bienvenida.
Mónica: Si tuve algunos inconvenientes.
Mujer: El desayuno está listo.
Mónica: Perdón vengo algo cansada me gustaría darme un baño y descansar.
Mujer: Claro señora enseguida le llamaré a su mucama.
Mónica: No es necesario puedo hacerlo sola.
Mujer: El doctor nos dio órdenes precisas de atenderla bien y que usted no mueva ni un solo dedo, la voy a guiar a su alcoba.
Mónica: Gracias muy amable ¿y el doctor?
Mujer: Me dijo que le hiciera saber de su llegada señora aquí es, con su permiso.
Henry Wellington era mi amigo desde la facultad de medicina, sabía de sus sentimientos por mí, pero yo solo lo veía como un buen amigo, no estuvo en mi boda me dijo que le dolía y poco a poco me fui retirando de él por Daniel para que no lo lastimara.
Sebastián Coronel... lo conocí en una cena de negocios de Daniel era un hombre atractivo todo un caballero que desde que me conocio no dudo en brindarme su ayuda me brindo siempre su apoyo sobre todo cuando supo que mi matrimonio con Daniel no iba bien, me ofreció su villa si en algún momento lo llegará a necesitar y cuando decidí salirme de mi jaula de oro se lo comunique al día siguiente ya tenía yo las llaves en mis manos.
Me desperté y ya me pegaban los rayos del sol en la cara, se podía palpar el silencio vi mi reloj eran las 9 de la mañana me vi que estaba aún vestido y recordé que Juan Carlos me trajo, me desvestí entre al baño y me duche, me vestí y baje llegue a la cocina y pregunte por mi esposa y observé que todos se miraban con tristeza.
Daniel: Buenos días, Ofelia.
Ofelia: Buenos días, señor.
Daniel: Mi esposa ya desayuno.
Ofelia: ¿Mi señora?
Daniel: Si, mi esposa ¿por qué se miran así?
Ofelia: Mi señora se marchó ayer, se fue de la casa, pensé que se lo había informado.
Daniel:¿Cómo qué se fue, a donde?
Ofelia: No lo sabemos iba tan triste pero nos dijo que deseaba su felicidad y ella no se la podía dar, dijo que fuera feliz con la señorita Cristina que era la mujer que realmente amaba.
Daniel: No, no puede ser por favor dígame a donde ha ido Ofelia.
Ofelia: De verdad no lo sé, con permiso están tocando.
Me quede sin palabras, estaba en shock Mónica me había dejado y se fue creyendo en mi supuesto amor por Cristina por qué yo mismo sé lo hice creer, estúpido me lo repetía una y otra vez, llegó Ofelia a decirme que ella había llegado.
Ofelia: Señor lo busca la señorita...
Cristina: Eres una idiota, no vuelvas hacer eso, amor me dejó esperando mi vida.
Ofelia: Con permiso.
Daniel: ¿Qué haces aquí?
Cristina: Amorcito me tienes muy olvidada cariño, te necesito.
Daniel contaba con un control para llamar a la gente de servicio cada uno ya sabía su código y su color por eso llegó Miguel Ángel su hombre de confianza
Miguel Ángel: Señor, buenos días que necesita.
Cristina: Lárgate de aquí gato inmundo.
Daniel: Ya cierra la maldita boca, dile a Yussef que la lleve a su casa y tú llévame a casa de mi suegro.
Cristina: ¡Me estás cambiando por esa cualquiera de tu esposa!
Daniel: Luego paso al Penthouse ahora vete, vamos Miguel Ángel.
Salió Daniel a buscar a su esposa, la amaba y no queria perderla, y menos al saber que Henry Wellington había vuelto, su antiguo enamorado y al qué más odiaba era a Sebastián Coronel quién desde que conoció a su esposa le coqueteo de manera descarada Daniel se moría de celos anque no se lo demostró.
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Comments
Hiradia Cohen
hay porque en estas historias les hacen de todo y terminan perdonando todos los cachos, y las humillación que reciben
2024-06-24
2
Maria Castro
ojalá y no lo perdone ,tantas bajezas y humillaciones .
2024-03-16
0
ESTER CRISTINA GOMEZ RIVILLAS
Maldito porque no hicistes las cosas bien.
2023-07-20
7