Día de escuela.

Hoy me preparo para asistir a clases, estoy consciente de que se acerca el día en que Leandro se presente en mi vida, sin embargo, poco a poco también estoy disfrutando mi rutina. Mi nanny me consiente mucho y eso hace que comience mis mañanas con una sonrisa.

Después de mi delicioso desayuno, Roberto (mi chofer) me lleva a la escuela. A veces quisiera poder conducir mi propio auto, pero trato de verle el lado positivo y aprovecho para poder dormir un poquito más.

Llegando a la escuela la primera en acercarse corriendo saludarme con un abrazo y una enorme sonrisa es mi prima Olivia y, aunque sé que aún no ha comenzado su traición, trato de observarla objetiva y detalladamente. Conmigo se comporta como una prima y una amiga lindísima, pero sé que así fue en mi vida pasada, hasta el momento en que cumplió su cometido. Cuando estoy con ella procuro ser de lo más frívola y superficial, no muestro ninguno de mis intereses verdaderos, aunque tampoco he puesto distancia, como dicen, es bueno tener a los amigos cerca pero a los enemigos más. Lo importante, claro está, es saber diferenciar quiénes son los unos y los otros.

La mañana se me pasó super rápido, cuando acabaron las clases me moría de hambre, así que decidimos ir a comer pizza mi mejor amiga Denisse y nuestro mejor amigo Luciano, afortunadamente Olivia se fue temprano, así que pude ser yo misma y pasar un rato increíble. Esto me hace sentir algo así como "después de la tormenta viene la calma", pero al contrario, sabiendo lo que está por venir.

A mis amigos les pareció excelente que tomara una actitud distinta al estar cerca de mi prima; desde que comenzó la prepa los 4 pasamos juntos cada día y poco a poco Olivia les pareció falsa, siempre me decían que actuaba diferente cuando yo estaba presente, pero al no estar con ellos, su actitud era prepotente y desagradable.

Sinceramente, no es que no creyera en sus palabras, simplemente que traté de tener siempre en mente que somos familia y que, al menos, parecía que a mi me quería tanto como yo a ella. Ahora le agradezco a mis amigos por sus advertencias y por su apoyo. El hecho de saber que existen personas que me quieren sinceramente me inspira valor y fuerza para enfrentar a los enemigos que se ocultan bajo las peores máscaras; el cariño, la amistad, el parentesco, etc.

Después de comer, platicar de todo un poco, reír y prometer que lo haríamos más seguido, nos despedimos. Luciano y Denisse se fueron juntos. Tienen mucha química, pero ninguno se arma de valor para avanzar en la relación, sé que si siguen así se van a distanciar y a añorar el hubiera así que, entre otras cosas, me propongo darles un empujoncito, ya veré que se me ocurre para acercarlos. Es fácil ver que serían una pareja excepcional.

Después de despedir a mis amigos, vi a un chico que parecía observarme. Por alguna razón me pareció familiar, pero no fui capaz de identificarlo, así que decidí no darle importancia. Miré hacia otro lado, pero sentir su mirada insistente me hizo voltear de nuevo, aunque al hacerlo seguramente se volteó, porque sus ojos estaban puestos en la persona con quien hablaba.

De pronto me pareció que se acercaba hacia donde yo estaba, decidí en fracción de segundos que, después de un un día tan lindo, no estoy lista para nada más, si él es alguien del pasado, lo veré de nuevo, sin duda, si es del presente no quiero dedicar energía a una persona más y,en caso de que no se esté dirigiendo hacia mí, entonces habré pecado de arrogancia. De cualquier modo decidí irme a toda prisa y llegando a casa estaba tan cansada, que me dormí enseguida.