Joaquín estaba sentado en el balcón de su casa mirando hacia la casa vecina, recordaba lo ruidosa que era, las risas que pasaba en esas noches tan frías, quería recordar su voz, se forzaba a encontrar algún parecido en tantos recuerdos dejados atrás, pero solo se convencía de acordarse, solo eran ideas falsas para llenar ese vacío tan silencioso que sentía, no quería aceptarlo que no se acuerda de esa voz tan alegre que lo molestaba.
-¿Sabes? Me animé por fin.
Le dice al viento creyendo que ella lograría escucharlo, que abriría esa ventana y preguntaría sobre él, pero no recibe nada más que el mismo silencio y una vista oscura, se pone de pie y se va hacia adentro de su casa.
Isabella caminaba junto a Rocío y Carla hacia el colegio.
-¿Podrías decirme la verdad Isa?.
-¿Que quieres saber?.
-¿Enserio te besaste con Joaquín?.
-Nooo...
-Estas mintiendo, te conozco, dime la verdad, merezco saberlo, somos amigas.
-Rocío, deberías dejarla en paz, talvez le dé vergüenza contarnos, dale su espacio.
Ella no le presta la más mínima atención a las palabras de Carla ya que puso toda su concentración en Joaquín que caminaba más adelante que ellas junto con su hermana.
-Bien, si no me quieres contar, le voy a preguntar a él.
Ella trata de irse pero Isa la toma de la mochila, solo le bastó dos movimientos para sacarsela y poder liberarse y asi seguir su rumbo hacia él.
-Una pregunta Joaquín.
-No molestes a mi hermano, él está conmigo desubicada.
-Que tierna eres, así que esta chica tan pequeñita es tu hermana.
-No soy está chica, me llamo Violeta imbécil.
-Que lindo nombre que tienes.
-Ya se que estás tramando, estás queriendo caerme bien para quedarte con mi hermano.
-No, tu hermano le pertenece a mi amiga.
-!¿Que?! Cállate, él no le pertenece a nadie tonta.
Toma del brazo a su hermano y se lo lleva a la fuerza sin poder decir una palabra.
-Que tosca que es tu cuñada Isa.
-Ella no es mi cuñada, tampoco lo va a ser, vamonos.
Siguen caminando hacia el colegio.
En la hora del almuerzo estaban las tres sentadas en el pasto, calladas y mirando a su alrededor, algo no iba bien.
-¿Me puedes decir qué haces aquí Joaquín?.
Él estaba sentado en la misma ronda que ellas, como uno más del grupo, trataba de asimilar que pertenecía, estaba lleno de valor, se veía tan natural.
-¿Que? ¿No puedo estar aquí?.
-No, no puedes, tu presencia nos molesta.
-A tus amigas no parece molestarles.
-¡Pero a mi si!.
-¿Y bien Joaco en verdad te besaste con ella? Yo no voy a decir nada.
-¿Por que lo llamas Joaco?.
-Si, nos besamos.
-Cállate Joaquín.
-Pero es la verdad.
Rocío abraza a Isabella fuerte, estaba contenta, la felicidad de ella era contagiosa.
-¿Podrías irte Joaquín?
-Miren un Pac-Man de papel.
Le muestra a Rocío y ella queda encantada al tenerlo en sus manos, a Carla, que es la más seria de ellas también le llamó la atención de como lo hizo y se les une.
-¡No me ignores Joaquín!.
Los minutos pasaron rápidos, él trataba de apegarse y sacar temas para hablar con ella, pero no tenía caso ya que no lo dejaba hablar y lo ignoraba.
Al sonar el timbre todos vuelven, de camino Joaquín es agarrado de la remera y tirado hacia atrás.
-Por fin te encuentro, te estuve buscando por un buen rato ¿Donde te habías metido?.
-Estaba con tu prima.
-¿Que pasa contigo? ¿Estos días estuviste muy apegado a ella, como de repente te animaste a esto?.
-Es un secreto.
La abraza y se la lleva con él.
En la hora de gimnasia Isabella se encontraba elongando y a lo lejos ve que Joaquín la saludaba, ella enojada baja la mirada para seguir con su rutina y escucha a un grupo de chicas peleando a quien había saludado.
Luego de hacer gimnasia, se dirigieron al baño para bañarse e irse a casa, toma sus cosas y sale hacia afuera, siente una mano que tocaba con temor su hombro.
-Joaquin no seas cargo...
Al girarse se topa con la enorme sonrisa de Juan.
-¿Que pasa?.
-Vi que estabas en la hora de gimnasia y te dejaste tu bolso, no te estaba asechando solo que estamos al lado.
-Gracias, lo estaba por ir a buscar.
-Perdón, te desilusioné, pensaste que era tu novio.
-¿Novio? ¿De que hablas?.
-¿Joaquin es el nombre del chico que te fue a buscar la otra noche?.
-¿Si, por?.
-Entonces él es tu novio.
-¿Que? No, jamás, es solo un amigo de la infancia, si se le puede decir amigo.
-No entiendo.
-Nuestras madres se conocen desde que son pequeñas, crecieron juntas, nacimos nosotros y siempre nos obligaban a jugar entre nosotros.
-Pensé que era tu novio, ahora veo porque se llevan tan bien.
-Me voy, gracias por la mochila, nos vemos.
-¿Quieres salir?.
Le grita a lo lejos, pero ella entendio mal debido a que había ganado distancia con sus pasos, lo que ella entendio fue: "Está Joaquín". Ella giraba a su alrededor para encontrarlo pero no lo veía.
Los días pasaron y Joaquín se acercaba bastante, aprovechaba cada tiempo libre que tenía para estar cerca de ella, lo cual le molestaba tener su presencia, era la única molesta ya que sus amigas estaban a gusto con él.
En un día de lluvia habían salido más temprano de lo habitual debido a que su profesor no asistiría, Joaquín aprovecha su tiempo libre y se queda debajo de un árbol al resguardo de la llovizna molesta que caía sobre ellos, estaba con la compañía de Alma.
-A ella le gustaba los días de lluvia, era feliz, siempre saltaba en los charcos y nos salpicaba, era mala.
-¿Por que sacas este tema Alma?.
-Por que la extraño, a mi no me gustan estos días, me ponen triste y me hacen bajar sueño.
-Yo odio los días de lluvia.
-Si, te entiendo, ella se fue en un día como este.
-No quiero hablar de eso.
-Bien, cambiemos de tema, ¿Por que de repente tuviste ese valor de acercarte a mi prima, que tramas?.
-Nada.
¿Te acuerdas cuando Emma nos quiso enseñar a besar? Ella se sentía una experta por haber visto una novela.
-Si, cada vez que lo pienso me hace reír un montón, ella nos quería hacer practicar besándonos las manos.
-Cuando ella se besó tenía la mano llena de tierra y no se había dado cuenta.
-Casi vomita al darse cuenta.
Ambos se ríen al recordar esa colorida anécdota.
-¿Por que me cambias de tema? Te había hecho otra pregunta.
-Ahí tienes la respuesta, tu prima me hizo acordar a Emma.
-¿Por que ella te quiso enseñar a besar?.
-No, la vi besarse con su propia mano.
-¿Enserio hizo eso mi prima?.
Solo bastó un movimiento de cabeza para desatar la risa de ella.
-Mi prima es única, la adoro, ella puede verse como un chico más, pero por dentro es la chica más sincera y frágil que hay.
-Si, la conozco bien.
A la salida de clases Isabella estaba parada en la puerta de su colegio, no podía moverse ya que la lluvia que caía le impedía irse, casi todos se habían ido a sus casas, solo quedaban pocos alumnos, siente un peso frío en su hombro y al girar ve que estaba Joaquín apoyando su paraguas.
-No tengo ningún problema en compartir el mío contigo.
-No quiero.
-Podría cumplirse un sueño, caminar bajo la lluvia compartiendo un paraguas con un chico.
-No seas idiota, yo no tengo ese sueño tan bobo.
-Después de todo eres una chica, algún sueño cursi debes tener.
Ella se queda callada ya que la trató como una chica, tal vez no sea de la mejor forma, pero él la vio cómo mujer, hacia tiempo que alguien no la trataba como tal.
-Lárgate, prefiero mojarme antes que caminar bajo ese paraguas contigo.
-Bien, si se moja tú mochila no vengas a pedirme las cosas.
-Estas un año más adelantado que yo.
-Exacto tonta.
Esas palabras la hacian enojar mucho, ya que ella era un año mayor que el pero estaba un grado menos.
Los minutos pasaban y la lluvia no cesaba, tenía frío y hambre, no quería esperar más, estaba cansada de estar sola en ese lugar, sale corriendo de ahí bajo la lluvia, toma su mochila y la pone en su pecho para que no se arruine sus cosas, al pasar por la entrada del colegio la toman rápido del hombro y la acerca, al girar un poco su cabeza ve que era Joaquín quien la estuvo esperando afuera.
-No quiero que te enfermes.
Le pone su campera encima de los hombros para que no tenga frío y la acerca más a él, esto por alguna razón que ella desconoce la pone nerviosa, se sentía sumisa, se resguardaba bajo la campera, no quería cruzar ninguna mirada con él, se sentía que sus mejillas se ruborizaban con el pasar de los segundos.
Alex M. Martinez.
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