Capítulo 4 Peligro

Narra Andrés

Pedí un permiso en mi trabajo para organizar todo lo relacionado con el estudio de Mabel, ya le tengo lista la casa donde va a vivir, quiero llevarla personalmente para que no tenga ninguna dificultad.

También le organice una casa a su amiga Viviana y no me pregunten ¿por qué? lo sabrán más adelante, mi hermana es mi pequeña princesa, he cuidado de ella desde el día que nació, me he encargado de enseñarle muchas cosas que seguramente le servirán en su día a día.

Incluso, para defenderse cuando sea necesario, ya que no siempre estaré a su lado, guardo un secreto que no se lo he dicho a mi hermana porque no quiero que ella algún día se vea afectada por esto.

Algunas personas del pueblo han recibido amenazas y eso me preocupa, por eso quiero que mi hermana este lejos lo más pronto posible, pero no. Ella quiere estar con mi padre hasta el último momento y llegar el día antes de iniciar las clases en la universidad, es muy apegada a mi padre y es igual de terca que el, esos dos nunca pierden un pleito.

Ayer me llegó la noticia de que en un pueblo vecino llegaron personas de afuera y mataron a muchas personas entre ellos hombres, mujeres y niños, todos murieron violentamente, a muchos les incendiaron sus casas y los que sobrevivieron les tocó irse a otros pueblos solamente con lo que tenían puesto para salvar sus vidas.

le conté a mi padre, pero no me quiere escuchar, le he dicho de muchas formas que se vaya a la cabecera municipal o a la capital, pero no quiere hacer caso, dice que no va a dejar sola su casa y que cuando muera quiere ser enterrado al lado de mi madre, le dije que cuando muera vamos a traer su cuerpo acá, pero no hace caso, y sé por fuentes cercanas que el peligro se acerca a este pueblo.

Mi padre era profesor de ciencias sociales y mi madre era artesana, el dejo de enseñar para dedicarse a su familia y realizar otro tipo de actividades, en las que nos ha ido muy bien, y con las que hemos salido adelante.

Si mi madre estuviera viva otro gallo cantaría, ya que a ella si le hacía caso.

Dios quiera que entre en razón, porque si no nos vamos nuestra familia puede verse afectada, no solamente por que somos una de las familias más pudientes si no también por mi profesión, mi padre y mi hermana corren un gran peligro, si mi padre no se va por lo menos podré salvar a mi hermana.

Narra Mabel

Era ya de madrugada cuando inicié a escuchar gritos por todas partes, me levanté enseguida y salí de mi habitación buscando a mi padre y a mi hermano, iba a gritar y sentí que alguien me tapó la boca para que no gritara, miré y era mi hermano... ¿Que pasa Andrés porque todos gritan?

Me hizo señas que subiera por unas escaleras al soberado de la casa, y me hizo una seña con el dedo de la mano que debía guardar silencio, mi padre se acercó y me dijo: en voz baja que me amaba, me dio un fuerte abrazo y después a mi hermano.

Nos dijo: que lucháramos por nuestros sueños, que no nos rindiéramos nunca, inicié a subir las escaleras y cuando ya estaba arriba mi hermano me pasó ropa para que me cambiará rápidamente, era incómodo, pero logré cambiarme sin problema.

Andrés tenía agarrado de un brazo a mi padre y le decía que no saliera que era muy peligroso, pero él no le hacía caso decía que, si no salía mi hermano y yo íbamos a morir, inicié a llorar en silencio, no sabía lo que pasaba, pero podía entender que las cosas no marchaban bien.

Lo último que recuerdo de mi padre fue cuando dijo: Andrés cuida a tu hermana váyanse ahora... y salió corriendo como alma que lleva el diablo... mi hermano me entregó un bolso y quitó las escaleras, no se para dónde se fue, pero cuando regresó me dijo que iba a ayudar a las personas del pueblo, que yo debía mantenerme escondida hasta que llegará la ayuda.

que si me gritaba que corriera debía hacerlo por que venían por mí, y que debía correr con todas mis fuerzas lo más rápido posible... Mi pequeña princesa te quiero mucho... Yo también te quiero Andrés.

También me dijo... Mabel, no debes irte por el camino real ni por el río, si no por la trocha, es menos peligroso... le respondí… yo nunca he caminado por allá Andrés... él solo me dijo... tu puedes Mabel, si pasa algo nos vemos en Cali.

Los gritos ahora eran mucho más fuertes, alguien tumbo la puerta de mi casa y varios hombres se llevaron a mi hermano a las malas, creo que afuera mi hermano se les escapó porque uno de ellos gritó que lo persiguieran, que no se les podía escapar.

Me tapé la boca para no producir ningún sonido, minutos después me bajé con un lazo porque estaba muy preocupada, me puse unas botas y me tercie el bolso que me entregó mi hermano, miré como llevaban a las personas arrastrándolas como si fueran cualquier cosa.

Como no podía ver muy bien lo que ocurría, me cambié de lugar y encontré una pequeña rendija por donde inicié a mirar todo lo que estaba pasando, alguien con un pasa montañas señalaba a diferentes personas, los cuales eran arrastrados frente a sus familias y asesinados a machete por un hombre corpulento.

Cuando vi que arrastraban a mi padre di un pequeño grito, inmediatamente me tapé la boca, pude ver como se ensañaron con él, partiéndole parte de sus extremidades, los gritos de mi padre eran tan fuertes que me tapé los oídos para no seguir escuchando su dolor, sentía que me estaban arrancando mi corazón, nunca había visto en toda mi vida, algo tan atroz.

Cuando cesaron los gritos de mi padre supe que había muerto y que el ya no estaría a mi lado apoyándome como siempre lo hacía, en ese momento me sentí la peor persona, me llené de miedos y no hice nada para ayudar a mi padre, solo repetía en mi cabeza... Perdóname papá, perdóname... había optado por obedecer a mi hermano y salvar mi vida.

Lo mismo hicieron con el padre de Viviana, su hermano y muchos otros. Eran como las 6:40 am cuando escuché un grito... corre Mabel... era Andrés, salí corriendo por la parte de atrás de la casa, pero al salir me encontré con un hombre, que al parecer me estaba esperando, su mirada era horrible, mostraba pura maldad, sus ojos eran azules, era muy alto y acuerpado me sonrió y me dijo:

¿para dónde crees que vas pequeña? Trataba de acercarse a mí, pero yo retrocedía, traté de correr, pero con una de sus piernas me detuvo y caí de inmediato al suelo y aprovechó para darme un golpe en una de mis costillas, uso todas sus fuerzas.

Sacó una navaja para apuñalarme, pero como pude lo esquivé, la muerte de mi padre me tenía un poco extraña, pareciera que no tuviera fuerzas en mi cuerpo, pero debía defenderme de él o terminaría como mi padre, recordé que fue el mismo hombre que lo mató y le di una patada en la mano que hizo que la navaja cayera al suelo.

Aquel hombre sonrió de nuevo y me dijo: tienes agallas muchacha... y mientras decía esto aproveché para tomar un palo para defenderme con él, le di con todas mis fuerzas en una de sus rodillas lo que lo hizo tambalear un poco, pero no lo suficiente para que cayera al suelo, era tan fuerte como un roble, pero yo no me iba a dar por vencida tan fácil.

Definitivamente estaba en desventaja frente a él, mis golpes no lograban afectarlo lo suficiente, así que traté de darle un golpe en una de sus costillas para que sintiera lo que yo estaba sintiendo, pero él fue capaz de recibir el golpe y quitarme el palo, de una sola patada me tiró al suelo.

tomó mi garganta para ahorcarme, traté de mirar hacia uno de los lados y ví un pedazo de madera, lo tomé y traté de darle en la cabeza con todas mis fuerzas, pero él se movió y le cayó en la cara, ví como gritaba de dolor, la sangre fluía de su cara. Era como si uno de sus ojos se hubiera reventado.

Me levanté del suelo, tomé mi bolso que se había caído en la pelea e inicié a correr, asustada, solo alcancé a escuchar... me las vas a pagar miserable y cuando te encuentre te mataré lo juro por mi vida.

Nunca miré atrás, solo inicié a escuchar disparos por todos lados, era como si unos les dispararan a otros, por lo menos así se escuchaban, fue muy perturbador.

Corrí varias horas sin parar hasta que llegué a un punto donde la trocha se dividía en dos, sin pensarlo mucho corrí hacia la derecha, pero después de tanto caminar y caminar me di cuenta que debí tomar el de la izquierda, no tenía idea de donde estaba así que le baje a la velocidad.

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