ME VENGARE

Luego de llamar al marido pusieron el cuerpo metido en un saco de cadáveres. Unos 30 minutos después llego el marido. Al parecer no era consciente de la situación de su esposa, por eso vino como si nada. Tranquilamente, se acercó a los guardaespaldas y pregunto el paradero de su esposa. Los guardaespaldas no dijeron nada, únicamente apuntaron la bolsa enfrente de ellos. El esposo no entendía nada, así que se acercó lentamente en intento abrir la cremallera de la bolsa. Antes de eso, trago saliva y al abrir se sorprendió tanto que cayó de trasero. Gritando tanto que los guardaespaldas se echaron reírse, la mujer en la bolsa era irreconocible. El esposo estaba sorprendido, que fue lo que le paso a su esposa, pero era tarde para arrepentirse. Rápidamente, la levanto y la metió al auto, antes de que pudiera subirse uno de los guardaespaldas le dijo:

Llévatelo rápido y ya sabrás qué hacer con ella, ¿verdad? lo dijo muy sarcásticamente

si El esposo solo lo acepto agachando la cabeza.

El esposo se subió al auto y se fue al llegar a su casa bajo el cuerpo cuidadosamente y la llevo al sótano.

Cuando estaba pensando en una forma de deshacerse sin siquiera revisar que aún respiraba. La mujer empezó a toser asustando al hombre, que inmediatamente se sintió aliviado, ya que no tenía que lidiar con el cuerpo. Sin embargo, si no la curaba de seguro, moriría a sí que tenía que curarla. Lo primero que hizo fue sacarla del saco y la puso en una cama y empezó a limpiar todo su cuerpo con un trapo. Luego de eso rápidamente corrió a la farmacia y compro todo tipo de medicinas. Y volvió la hizo tomar las medicinas, aplico cremas para la hinchazón y también le puso una inyección. También dejo una botella de agua junto a la cama para irse. Yuri despertó al día siguiente, tenía todo su cuerpo hecho un lío y apenas podía moverse. Miro todo su alrededor para encontrar el lugar muy diferente al anterior. En su pensamiento se decía ¿que es lo que tengo que soportar ahora? Sin embargo, este sitio le resultaba muy familiar y al buscar en sus recuerdos este lugar resulto ser el sótano de su casa. Seguramente el bastardo de su esposo la trajo aquí. El solo pensar en ello la enojaba, el único culpable de eso era ese bastardo. Cuando intento hablar su garganta se sentía muy seca y vio la botella de agua e intento cogerlo. En el momento en que luchaba por levantar la botella de agua escucho una vos familiar.

No hagas eso, yo te ayudaré. Hablaba mientras bajaba con un plato de comida por las escaleras y lentamente se acercó a Yuri.

Los ojos de yuri ardían de ira, este hombre era el principal culpable de todo los traumas que paso. Quería matarlo, quería maldecirlo, pero no podía su cuerpo, no podía moverse, las palabras no salían de su boca. Se sentía tan impotente, tenía al enemigo frente a ella y no poder hacer nada. El nombre de ese hombre era Alex, ahora ya no tenía ganas siquiera de decir que este hombre era su esposo. Lo odiaba con toda su alma, tenía que soportar su compañía hasta recuperarse. Alex levantó la botella, la destapo y la hizo beber al refrescar su garganta, intento hablar. Sin embargo, la vos no le salía, supuso que talvez no podía hablar debido a la herida en su boca. «¿por qué no puedo hablar? Que le pasa a mi voz, tal vez es por la herida segura, eso es». Únicamente buscaba una justificación para poder engañarse y así olvidarlo. Alex intentó alimentarla, pero ella lo rechazo empujando con su mano. Sin embargo, el marido estaba empeñoso en ayudarla

Sé que me odias por entregarte a esos tipos, sin embargo, no tenía opción tu mismo lo escuchaste lo que dijeron. Habríamos perdido todo arruinando todo hice eso para salvar nuestras vidas no me odies. Ahora abre la boca, tienes que comer y recuperarte, estoy muy preocupado. Decía eso mientras la alimentaba

_............_ «Muérete imbécil “istuy muy priucupado” si estabas preocupado\, ¿por qué? No me llevaste al hospital maldito bastardo»

Lo maldecía continuamente, moviendo los ojos aun lado. Ella quería decir de todo, pero las palabras no se manifestaban haciéndola sentir a una más ansiosa.

¿Por qué no dices nada? (Miro sus labios y rápidamente se disculpó) lo siento, no me fije en tus labios._

Este hombre era una escoria, Yuri lo odiaba tanto en cuanto se recuperará seguro se vengaría. Al terminar de comer echo la cabeza en la cama y cerro los ojos. La razón por la que pudo comer fue gracias a la ayuda de Alex. Yuri al estar muy maltratada no puede levantarse sin ayuda. Alex, para poder ayudarla a beber, solo levanto su cabeza al igual para alimentarla. Alex también se fue porque no tenía nada más que decir. Luego de que se fue Yuri abrió los ojos, no quería dormir porque cada vez que lo hacía tenía sueños horribles. Y el no poder hablar hacía que su corazón se rompiera en pedazos. Quería irse a casa, extrañaba su casa en su mundo, nunca le hubiera sucedido estas cosas. Extrañaba a su papá, mamá quería verlos tanto que quería llorar. «No, no debo llorar si sigo así, mis heridas empeorarán, debo calmarme y dormir tranquilamente a si me recuperare». Lentamente, cerro los ojos esa noche, soñó, el mismo sueño que soñó antes de ser atropellada en su anterior vida. Era mismo sueño cayendo del acantilado sosteniendo a alguien, pero esta vez ella estaba sonriendo, estaba tan feliz como si hubiera conseguido la libertad. Al despertar no recordaba el sueño, únicamente la escena de la caída al acantilado. Tener el mismo sueño era muy raro. Aunque no recuerda el sueño, sin embargo, quería averiguarlo. Ahora tenía un problema más importante que resolver y era uno muy grande.

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