INFIERNO 2

Un ruido la despertó, era el mayordomo que había traído la comida, dejo la comida y es fue. Yuri se había dormido luego de mirar el techo. Al ver lo que el mayordomo dejo rápidamente se abalanzó sobre él, comió, luego de esto fue al baño que también tenía una ducha. Procedió a bañarse al ver su cuerpo llena de heridas moretones, hematoma. Sentía tanta repulsión, las lágrimas caían junto con las gotas de la ducha, mientras que ella frotaba su cuerpo una y otra vez. Quería que estas manchas desaparezcan y que nunca las tuvo. Se acurrucó en la ducha mientras se lavaba una y otra vez, al terminar fue a la cama. No tenía sueño, así que pensó miles de formas de escapar. Todos sus planes se convirtieron en pensamientos inútiles, si nada más que reflexionar cerro los ojos. Tenía que recuperarse de alguna manera, la noche sintió un cálido líquido debajo de su cabeza al verlo era sangre. Al levantarse y sentarse se sintió muy mareada, toco su frente y era la herida del suicidio. Rompió la tela de las sabanas y se la vendo, según recuerda, estaba bien porque ahora la herida se abriría. Se sentía muy marea que apenas se mantenía, se movió al otro lado para dormir. Al día siguiente fue lo mismo, nadie vio únicamente el mayordomo traía la comida. Los días pasaban al estar encerrada, el estrés, el miedo, la desesperanza de Yuri aumentaban. A veces creía que todo esto era mentira, una pesadilla, o una alucinación.

Quiero ir a casa extraño a papá y a mamá.

Su salud mental poco a poco caía en picadas, cada rato estaba tan ansiosa de escapar de este lugar. Siempre mantenía una posición fetal o estaba acurrucada. Los días siguientes fueron lo mismo hasta llegar al 5° día en la noche. Esa noche la puerta de la habitación se abrió e ingreso el viejo hombre que al principio había inmovilizado. Sin embargo, esta vez traía un guardaespaldas muy fornido. Yuri ya supuso a lo que venía, pero esta vez no sería tan fácil, aunque ella resultara herida, no dejaría que la tocaran de nuevo.

Vaya, así que ya te has recuperado es hora de mi venganza por haberme golpeado maldita perra. Ahora verás lo puedo hacer.

El cuerpo de Yuri no dejaba de temblar, pero eso no era el momento, se levantó de la cama y se puso en guardia. El viejo ordenó al guardaespaldas a inmovilizarla, ella escapó para que no la atrapara. El tipo de la nada se detuvo mirando el piso, en un instante tomo las cadenas arrastrando a Yuri. Intento defenderse golpeado al guardaespaldas una y otra vez, pero la tomo de las manos. La inmovilizó en el suelo mientras que el viejo se acercaba a ella. Ella no dejaría que la tocará, levanto las piernas, uso las cadenas para enrollar al cuello del viejo para así ahorcarlo. El viejo se estaba asfixiando, el guardaespaldas suelto las manos de Yuri para ayudar al viejo. Al contrario, ella no quería retirar sus piernas, el guardaespaldas sin más opciones le lanzo un golpe. Este golpe fue tan fuerte que cayó al piso perdiendo un diente y sangrando por la nariz tanto por la comisura de la boca. El viejo, tras liberarse de las cadenas que enrollaban su cuello, volvió a recuperar el aire. Se abalanzó sobre Yuri le lanzo golpe tras golpe maldiciéndola una y otra vez. Ella gritaba sin parar, el dolor provocado por constantes golpes era tremendo.  Yuri apenas mantenía conciencia, su rostro era un desastre, sangraba por la nariz. Tenía la cara hinchada, los ojos inflamados, los labios reventados. Luego unos minutos el hombre se detuvo, Yuri fingió no tener más fuerza para luchar. El viejo aprovechó eso para abusar de ella, acumulo toda su fuerza en una de sus piernas. Cuando el viejo bajo la guardia, Yuri pateo con toda sus fuerzas en la entrepierna, haciéndolo gritar de dolor. Al viejo estaba tan enojado que ordeno al guardaespaldas a patearla, la pateo muchas veces. Las patadas dolorosas eran en el estómago, solo una de ellas la dejaba sin aire. Con cada patada se retorcía de dolor y no fueron dos o tres, fueron muchos tanto que ella perdió el conocimiento, luego el viejo dijo.

llevadme al hospital rápido el hombre se retorcía de dolor mientras se sostenía la parte íntima

El guardaespaldas lo levanto y lo llevo acuestas mientras rápidamente salían de la habitación. Dejando el cuerpo medio muerto de Yuri. Un ruido la despertó, apenas podía moverse al mirar, era una criada quien la miraba espantada. Tomo la muñeca de la criada con una vos ronca y suplicante dijo:

Ayu… dame… por… fa… vor.

La sirvienta la miro y suspiro luego se fue. Si miramos a Yuri ella parecía un monstruo, la se veía horrible por tantos golpes. La sirvienta se dirigió al despacho del hombre más joven que se encontraba jugando, se le acercó con calma y dijo:

Joven maestro perdón por interrumpir su diversión. Pero quería informar que encuentre el cadáver de una mujer en una habitación. La sirvienta paro aún lado de él y lo dijo con calma, parecía acostumbrada a la situación.

¡¿En serio? ¿Dónde? Lo dijo mientras seguía jugando.

En la habitación cerca al sótano donde tiene una secundaria que se usa para encerrar esclavos.

¡Oh! Ya me acordé, te refieres a esa mujer casada que se iba a quedar una semana. Yo ya la había olvidado.

Únicamente la vi de lejos parece muerta.

Qué aburrido vamos a verla. Perdió en el juego a sí que dejo la consola del juego.

Ambos se dirigieron a la habitación al entrar y ver el cuerpo, el hombre joven dijo:

Qué asco parece un alienígena deforme, métanlo en un saco y devuélvelo a su esposo. La miro muy asqueado, agito las manos y se fue.

Tienes mucha suerte, no muchos salen con vida de aquí. La sirvienta la miro con pena.

En un rato llamo al mayordomo y la metieron en un saco negro mientras que la criada llamaba al esposo.

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