Visitas

"Vas a regresar, aún tienes mucho por hacer, no es tu tiempo... No es tu tiempo..."

"Vas a regresar, encontrarás a tu madre... Te daré dos deseos... piensa bien lo que harás..."

Despertó sudorosa, recordó todo lo que había "escuchado" sensorialmente de la voz que le "hablaba". Se sentía inquieta. ¿Dos deseos? ¿Encontrar al fin a su madre? Eran demasiadas cosas que digerir. Además, como los medicamentos aún la tenían un poco mareada, había hablado con Justin de la mayoría de las cosas que recordaba hasta el momento. Aunque esto de los deseos era nuevo, aún no se lo contaba. Poco a poco había empezado a confiar en él. No le quedaba más remedio. Por más que insistía e insistía en que se fuera y la dejara al cuidado de las enfermeras, él no cedía a sus peticiones. Ahora que ya estaba un poco mejor, le insistía al doctor para que la dejara ir a su casa a terminar de recuperarse.

—Doctor, por favor, ya me quiero ir a mi casa... Le prometo que estaré bien allá...

—No estoy de acuerdo contigo. Aún no estás del todo recuperada. Además, por lo que sé de ti, no cuentas con un sistema de respaldo. Es decir, que si te dejo ir, estarás sola. Así que no insistas...

—Doctor, yo puedo cuidarla.

La voz varonil de Justin resonó en sus oídos, a pesar de no hablar tan alto.

—¡De ninguna manera...!

Molly se sonrojó solo de pensar en tener que compartir el espacio de su remolque con ese 1.80 mts de sensualidad...

—Pues sería la única forma en la que yo aceptaría que te fueras a casa, pero para que quede claro, yo creo que no deberías apresurarte, Molly. ¿Entiendes que es un proceso de recuperación largo? Yo preferiría que te quedes unos días más en el hospital...

Justin estaba de acuerdo con el doctor, aunque ya estaba demasiado cansado de la silla, las enfermeras que coqueteaban descaradamente con él le habían dejado instalar una cama plegable en el cuarto de Molly. Aunque, al ser este un hospital pequeño, las reglas no permitían esto, Justin con su carisma y galanura había logrado que ellas hicieran "flexible" el reglamento...

El doctor salió, dejando a una Molly molesta porque no estaba acostumbrada a estar atada a nada. Justin veía la cara de esa muchacha con la boquita fruncida, parada, enojada por no salirse con la suya, quiso aminorar su molestia charlando con ella.

—No te preocupes, Molly, yo te seguiré cuidando, aquí o en tu casa... Da igual, no te vas a deshacer tan fácil de mí.

—¡Ya! Ya te he dicho antes, pero parece que tengo que seguir diciéndolo una y otra vez hasta que lo entiendas, ese accidente no fue solo culpa tuya, yo no tuve precaución tampoco, estaba ansiosa porque tenía una cita, no me fijé, a decir verdad, creo que aquí el único responsable es el venado... ¿Lo ves aquí? ¿No verdad? Eso es porque hasta él entiende que los accidentes pasan...

Justin se sonrojó un poco por la manera en que Molly intentaba aminorar su sentimiento de culpa, tal vez en el fondo él sí entendía lo que quería decir, pero eso no servía de mucho cuando su moral y su cerebro le indicaban la misma cosa: reparar en algo el daño que había causado.

—¿Se puede? He venido a verte, te he traído chuches, aunque no puedas comer, da igual, los guardarás para cuando salgas de esta...

Una linda chica vestida con un abrigo grueso a juego con unas botas de tacón alto que parecía sacada de un desfile de invierno entró a la habitación, se acercó a la cama de la enferma para darle un abrazo prolongado.

—Camila, no esperaba que vinieras a verme...

Molly estaba gratamente sorprendida, pues a pesar de sus roces, ella quería a Camila como si fuera su hermana menor, aunque apenas le llevara un año de ventaja.

—Pues, ¿qué dices? Yo te quiero... Me he puesto muy mal cuando te han traído aquí... Pero ahora veo que no te ha ido tan mal... (le dijo en un susurro señalando con una mueca de travesura en dirección al hombre que se encontraba ahí)

Quien justo en ese momento recibía una llamada en su teléfono móvil...

—Hola, cariño, estaba esperando tu llamada...

Volteó a las jóvenes para excusarse y salir de la habitación.

—¡Uy, qué mala suerte tienes! Debe estar casado...

—¿Y eso a mí qué me interesa? ¿Crees que en estas condiciones estoy para un romance?

—Pues qué lástima que pienses así, porque ese bombón está con todo... para comérselo...

Molly puso los ojos en blanco en señal de desaprobación.

—Ay, Camila, no tienes remedio...

—Ya, pues, no diré nada, pero solo porque estás así, toda llena de cables y mangueras, esta vez tú ganas, pero habrá que averiguar si está casado o soltero. No te preocupes, yo me ocuparé de eso...

Cuando Justin regresó a la habitación, Camila se acercó a él.

—Hola, mi nombre es Camila Sanders. Me disculpo por entrar así, olvidé mis modales por un momento. Es que tenía unas ganas inmensas de ver a mi mejor amiga...

—No se preocupe, se entiende...

Justin extendió la mano para saludarla. Camila aprovechó para revisar si había anillo o no...

—Bueno, Molly, que no hay anillo. Eso nos deja dos opciones...

Molly se ruborizó terriblemente. Ahora Justin se daría cuenta de que estuvieron charlando sobre su situación sentimental. Justin, por otro lado, sonrió, dejando ver sus dientes blancos y perfectos...

—Señorita Camila... veo que usted es un poco curiosa...

Sin embargo, Justin aún no estaba preparado para decir mucho sobre su vida personal. Lo que sí era que la mujer con la que acababa de hablar era su mundo, su razón de vivir...

De hecho, no podía seguir más tiempo alejado de ella. En vista de que tendría que pasar más tiempo del esperado en Whitesnake, había decidido que lo alcanzara en ese lugar para preparar todo para su llegada...

—Señoritas, las dejaré charlar en paz. Yo tengo unos asuntos que atender. Regreso en un par de horas...

—Ya te he dicho que no es necesario que regreses... Yo me las puedo arreglar sola. Si necesito ayuda, las enfermeras pueden perfectamente...

La interrupción de Camila, diciendo:

—Ah, no, déjalo que vuelva. Cómo tú ya te has recreado la pupila con él, me quieres negar la posibilidad a mí. No es justo...

Otra vez, la cara de Molly se puso como un tomate...

Justin, en cambio, estaba divertido con la singularidad de la chica... Ahora entendía por qué todo el mundo hablaba de la frescura de Molly, aunque él todavía no veía esa faceta de ella. Estaba seguro, por el comportamiento de Camila, de que Molly y ella eran muy similares...

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play