Capítulo 5

El viernes dedique toda la mañana a indagar entre los proyectos emergentes de la compañía, buscando los errores e indagando por las cuentas para descubrir cualquier intento de inflar los números. Es que la compañía se dedicaba a financiar numerosos proyectos, de numerosos ámbitos y con numerosos colaboradores. Por lo tanto era un trabajo titanico mantener un ojo calculador sobre cada foja.

Tres proyectos fueron devueltos para revisar detalles, cinco volvieron al piso del que partieron para comprobar los costos presentados y dos quedaron en mi escritorio para hablar personalmente con los encargados de cada proyecto.

A la hora del almuerzo, decidí llevarme los proyectos a la cocina y pedir deliveri para no perder tiempo yendo hasta un restaurante.

En la habitación contigua a la cocina, había una sala de descanso con varios sillones y mesas bajas, pero yo prefería la cocina por su mesa amplia y su buena iluminación para leer. Mientras aguardaba por mi comida, me serví un café de la máquina comunitaria y me senté a leer. Unos minutos después escuché voces de personas que se sentaron en la sala de descanso. por la posición que yo ocupaba en la mesa de la cocina, no podía verlos no ellos a mi.

Seguí leyendo, abstrayendome en mi trabajo, cuando una voz femenina subió el tono y me permitió escuchar parte de la conversación.

- No es que no se de cuenta, es que tiene un arreglo con su padre, así que no importa lo que todos los demás hagamos, ella siempre estará primera para que la promuevan, siempre recibirá premios e incentivos...como si los necesitara. Todos saben que es una nena de papá que no pasa ninguna necesidad y nada le cuesta conseguir lo que quiere. Brando me dijo que en la posición de asistente daba tanta lastima que la ascendieron pronto para quitarla del medio. todo ese espectáculo de los números que no le cuadraban, fue un engaño, solamente para resaltar y justificar que la promovieron tan rápido.-

-Si es así, pronto va a quedar en evidencia. Escuche que todos los proyectos de cada piso pasarán por sus uñas antes de ser aprobados. Sabemos que no todos están en posición de ser aprobados ni todos son rentables para la compañía. Así que la niña estrella tendrá una pequeña sorpresa cuando yo le quite el puesto después de detectar lo que ella no pueda ni ver.- esa voz masculina grave me sonaba un poco más, pero no podía identificarla del todo con un rostro. De todas maneras, en la empresa yo alternaba con muchas personas y no siempre conocía sus nombres, a veces solo la sección a la que cada uno pertenecía, o su función.

Cuando me comenzaba a interesar la charla, para ver que tanto me trajinaban, se escucharon pasos por el pasillo, y apareció Jacky con un par de paquetes de comida y un par de sodas en las manos.

-Puf, el repartidor se equivocó de piso, tuve que retirarlos de la mesa de Jenny. No le gustó mucho, ya pensaba que su novio se había comparecido de ella y le había mandado alimentos. Que conste que traigo el pan con el sudor de mi frente- me dijo dramáticamente mientras acercaba los cubiertos.

Solo escuchamos los pasos retirarse de la sala de descanso y la puerta cerrarse. Me quedaría la intriga de quienes eran.

Dejé que Jacky se dedicara a mensajearse con su niña, mientras yo seguía marcando los puntos discutibles de los dos proyectos en mi mesa. Las inconsistencias eran fácilmente detectables, y me sonaban a trampas. Alguien quería probar que yo ko valía para este puesto. Alguien que lo quería para sí. Pronto lo descubriré sin mucho esfuerzo.

Cuando terminé de almorzar, le dejé a Jacky la tarea de llevarme más café a la oficina y regresé con mis papeles. Sobre el escritorio encuentro un paquete con sello de una empresa de mensajería. Es un paquete bastante grande, parece una caja. En la etiqueta pone mi nombre y dirección laboral. Arrancó parte del envoltorio, encontrando una nota.

NO TE ENOJES, PAPI TE AMA

Terminé de sacar la envoltura y me encontré con un nuevo portátil, un muy buen portátil, que triplicaba la velocidad y capacidad del que tenía en casa.

No podía enojarme con mi padre. Soy su única hija y sé que su prioridad siempre fue, es y será que a mi no me haga falta nada. Por eso me molestaba cuando decían que era una nena de papá. Lo era, en el sentido de que amaba a mi padre y el me amaba con todo su ser. Pero eso no significa que no me guste lograr las cosas por mi propio mérito. Esto es un regalo y lo acepto como tal. Mi departamento en cambio, no le permiti comprarlo, si no que pago la renta con mi trabajo. Mi auto era otro ejemplo, papá dio el inicial, pero yo pago las cuotas cada mes, además de pagar mi propia gasolina.

Tomo mi celular y le mando un mensaje de texto a mi padre

AUNQUE QUIERA NO ME PUEDO ENOJAR CONTIGO. GRACIAS PAPÁ . ESTA GENIAL 😁 😘

Ok. Ya le di la última mirada a los dos expedientes que tengo en mi escritorio, es hora de llamar a los encargados a discutir sobre números.

El primero es un proyecto de un complejo departamental, con edificios en torno a una pista de deportes, con juegos infantiles y jardines. La parte más rentable sería, convertir la planta baja de los edificios en locales comerciales. El proyecto incluye un mini supermercado, una tienda de artículos deportivos, una tienda de electrodomésticos, una boutique y una tienda para mascotas.

El encargado es Hugo Mortimer, del sexto piso. ( es un arquitecto a cargo de proyectos inmoviliarios) Llamo a su secretaria y le dejo el mensaje que lo esperaba en mi oficina lo antes posible.

Después de aguardar por casi media hora, estaba a punto de volver a llamar a la secretaria de Mortimer, cuando el ascensor se abre y bajan de el dos personas. Un cuarentón de aspecto arrogante y desaliñado (Hugo Mortimer) y uno bastante más joven, de traje sin corbata, ojos grises y cabello intensamente oscuro.

Mortimer ingresa a mi oficina, me saluda estrechando mi mano, y a continuación señala al joven que entró detrás de él

- Mi hijo Matthew, esta haciendo sus prácticas en mi piso y es el co-creador del proyecto del complejo- me dice rebosante orgullo

-Buenas tardes, un gusto conocer a la estrella ascendente de la empresa- mmmmm y ahí está la voz grave que oí en la sala de descanso. No nos estábamos viendo por primera vez, recuerdo perfectamente su cara. Se acercó a mi en un cóctel de la empresa hace unos meses, y trato de halagarme con un par de cumplidos. Gracias a Dios, mi amiga estaba super pegada a nosotros y tuvo que desistir. Hubiera sido un error garrafal socializar con alguien que podría usar mi lengua para ponerme en aprietos en cualquier momento...

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