Capítulo 4

-¿¿¿Qué te dijo que??? ¿Tu padre perdió la chaveta, o que?- dijo Caro, como siempre superdiscreta para tratar asuntos familiares.

-Como lo oyes. Pero vamos, yo sabía que el momento llegaría, sabía que sería una especie de trato, aunque siempre supe que mi padre no me pensaba casar con un viejo baboso. Buscó las mejores opciones y Brian es una de esas opciones.-

-¿Tú sabes cuáles son las otras opciones?

- Aún no. Ni sé si todavía hay más opciones, porque papá está demasiado comprometido con Bob por su amistad, sociedad y negocios...- le dije un poco avergonzada

-¡Pero es que yo no entiendo como puedes tomarte todo esto con tanta naturalidad! Es tu futuro el que estamos discutiendo, ¿no te importa ni siquiera un poquito, con quien vas a vivir el "felices para siempre"? Tan libre, tan independiente pero tan pendeja en algunas cosas...- pues sí. Mi amiga. Un amor.

- Estoy supersegura de que no lo entiendes, no es fácil de comprender estas cosas. Lo único que puedo decir en mi defensa es que di mi palabra hace muchos años, es mi padre, lo amo y lo respeto. Sé que él hará lo que considere mejor para mí-

-¿Y que pasará con lo que tu consideres lo mejor para ti? ¿No me dirás que jamás imaginaste las características que esperabas en el hombre que se casara contigo? Ya sabes¿el padre de tus futuros hijitos?- Seguía dándole sal a la llaga

-¡Claro que si, Caro! Pero Brian tampoco es un enclenque, ni un inepto. Por eso tengo fe todavía que esto sea lo correcto. No puedo ponerme en contra antes de cruzarme con él...- mi amiga me está sacando de quicio con su costumbre de buscarle la quinta pata al gato.

-Ok, ok. Cada quien con su locura y su loquero. Solo espero que conserves un par de neuronas despiertas para las próximas decisiones que tengas que tomar. Ahora sírveme otra copa, que ya no quiero pensar-

- ¿Vas a matar a la última mohicana?- me mira sin comprender- tu última neurona viva-

No sé porque, pero me tiró la caja de pizza por la cabeza. Esta niña es un poquito temperamental, casi creo que es pariente de Gaby. Hablando de Gaby, me puse en alerta. Hacía un buen rato que no la veía rondando el comedor. Disimuladamente, comencé a buscarla con la mirada, pero Caro, que me conoce tan bien, lo captó en el acto y salió corriendo a buscarla

-¡JULIA! TU GATA LOCA ESTÁ EN EL BALCÓN, Y EL VECINO DE ABAJO NO TIENE BALCÓN. YO QUE Tú, LA RECOJO ANTES QUE SE HAGA PURÉ DE GATA- no digan que no es un primor. Creo que la escucharon hasta en la Quinta avenida...

-Gabi, te bajas ahora mismo de ahí, o no te compro más sobrecitos- La maldita gata me mira, y procede a ignorar ignorarme mientras huele los barrotes del balcón- Gaby, ¿Quieres pescadito? Mira, pescadito- le digo abriendo mi bolso, pero nada. Está en fase diosa ofendida.- Gaby si no vienes te mando a vivir con papá para que te torture llevándote en bote a pescar- solo me mira con horror pero no se baja de la baranda y me estoy impacientando

-Mira gata tarada, si no te bajas de ahí, usaré tu piel para hacerme un hermoso cuello de tapado, ¿Me escuchas?- dijo Caro y milagrosamente, mi gata recuperó la audición, se bajó de la baranda y entró corriendo al departamento- me parece que me creyó- dice Caro sonriente

-Pues claro, si eres tan bruja que te cree capaz de hacerlo- le digo aguantando su mirada agria y su dedo medio

Lanzo una carcajada mientras la abrazo y la llevo adentro, pienso que por el resto de la velada será mejor que el balcón se quede con las puertas cerradas.

Después de un rato de risas y cotilleos sobre el mundito de la moda, me despido de mi amiga y me llevo a mi animal salvaje conmigo. Es hora de descansar. Mañana arranco temprano y termino tarde, ya que es viernes. Solo de pensarlo me estremezco.

¿Sabré realmente en que me estoy metiendo?

Al llegar a casa, voy a abrir la puerta del depto., y veo en la ranura de la puerta un sobre de una famosa florería, acompañado de una preciosa rosa color anaranjado.

Abro el sobre y veo el mensaje dictado a la florista:

GRACIAS POR TU ENCANTO. ME ALEGRARÁ VERTE. BRIAN

Me quedo un par de segundos en blanco y largo una risita. Parezco una adolescente tonta, pero es un detalle bonito. Quizás Brian sepa de las intenciones de su padre de hacer de cupido, y está preparando el camino, pero de todas maneras me parece un gesto galante. Algo que en mis días ya está en proceso de extinción.

Gaby y yo estamos muy cansadas, así que puse la rosa en agua, rellené los platos de mi diosa y me dirigí a la ducha y a la cama en apenas un par de minutos. Chequee que mi teléfono encendiera correctamente y lo puse a cargar mientras revisaba mi agenda online. De verdad me esperaba un día movido, así que di un largo suspiro, dejé el celular y apagué la luz de la mesita. Me coloqué boca abajo en la cama King, separé las piernas y Gaby armó su nidito entre mis pies. Cumplido todo el rito me propuse descansar.

Solo había un problema... la fiesta de los Ritchmond seguía dando vueltas en mi mente. Con que me vestiría, que haría con mi pelo, como maquillarme para un evento de ese tipo... definitivamente estos cambios repentinos estaban dejándome un poco pendeja

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