DÉJAME PROTEGERTE

Después de recibir la llamada de Nico tuvo que moverse de inmediato. Lucca se quedó con la duda de lo que estaba ocurriendo pero, si Nicholai decía que algo iba a pasar así sería. Se comunicó con el agente McKinley de Interpool, el contacto con el que habían estado trabajando y le notificó que era “hora del show”

El resultado fue obvio. En menos de diez minutos todo el local se llenó de uniformados de negro con armas de grueso calibre entrando y revisando todo. No solo eso, entre los asistentes había gente encubierta. Lucca llegó apenas a tiempo con el comisionado Williams para avisarlo y sacarle de ahí junto con su hija. Y es que no estaba muy de acuerdo con ello que digamos, porque a sus ojos este hombre era tanto o más culpable qué muchos de los que estaban en la fiesta, este rechoncho y vil corrupto dejó que el clan de los DiMarco se infiltrara poco a poco en la ciudad y estuvo a punto de permitir que entraran también a DOME, él fue socio de Capricci en todo. Por eso no entendía por qué Nico no quería que le “echaran el guante” de una vez. Probablemente lo hacía para proteger a Belle. Ella estaría sola con su madre si ese sujeto caía preso y se quedarían en la ruina. La esposa del comisionado era otra más de esas mujeres trofeo, hermosa por fuera y con el coco vacío por dentro, sin su rico marido la pobre no tendría idea de que hacer con tanto problema, mucho menos seguir llevando el tren de vida que tenían ella y su hija. tal vez Nico no sintiera amor por Belle, pero le tenía cariño, sino ¿por que otra cosa le daría oportunidad al comisionado?

-¿qué rayos está pasando aquí? ¡¿Por qué hay un operativo en medio de la fiesta?!

-¡papi tengo miedo haz algo! -gimió Belle- ¿donde está Nick, a donde fue Lucca?

-¡luego les explicó Belle, vamos síganme!

-¿tu planeaste esto Lucca? ¡¿Como te atreves a arruinar mi fiesta?! -gruñó el obeso hombre mientras movía los pies intentando correr. El ruido de los gritos de los agentes revisando todo y la gente entrando en pánico era equivalente al de una discoteca o cualquier bar de mala muerte cuando era asediado por un operativo policial, Lucca intentó no reírse. Bah, al final ricos y pobres eran lo mismo, no había diferencia alguna…

-yo no planeé nada, -dijo contestando al hombre, luego miró a Belle- Nico está bien, no te preocupes, Belle, él me pidió que viniera por ti.

-¡Gracias a Dios!

-¡¡¡será mejor que tengas una buena explicación de esto, muchacho o si no te culparé por todo este motín!!! -rugió el gordo comisionado. Lucca abrió una de las puertas y los urgió a que salieran, luego detuvo al señor y le miró con rabia contenida.

-¡¡Mire, comisionado, si quiere le explico TODO aquí y ahora, y el por qué la Interpool está allanando SU GALA, pero entonces tendría que explicarme delante de su hija por qué están buscando en su fiesta a los integrantes del clan DiMarco, y no sé si quiera hacerlo!!

-¿de que habla papito? No entiendo…

-…

-¿y bien? Prefiere que charlemos ahora… ¿o conrversamos luego y hacemos un trato? porque créame señor… Nicholai está cuidando sus espaldas ¡¡y usted sabe bien por qué!!

El sudor corriendo por la calva cabeza del comisionado y la mirada inquisitiva de su hija sobre él fueron suficiente motivo para que asintiera y escuchara a Lucca. Él sabía que el muchacho tenía razón, pero jamás pensó que Capricci fuera tan estupido como para dejarse atrapar… de todos modos era cuestión de tiempo. Ya le habían dictado sentencia, y estando en prision los DiMarco no iban a tardar en pasarle la factura, porque Fabrizzio no dejaba cabos sueltos, y menos uno como Diego Capricci. Ese sujeto quiso comerse el mundo, creyó que era más listo que la mafia, no solo trató de engañarlos sino que jugó al doble informante y no le funcionó. Cuando atraparon a Capricci no fue precisamente por sus acciones en conjunto con los DiMarco, no, sino que el muy infeliz estaba empezando a cooperar con una pequeña cédula rusa que estaba entrando al país. Los rusos buscaban gente para drogas y tráfico humano, principalmente niños. Eran los mejores para muchos casos, desde pasar narcoticos a diferentes países hasta la venta de órganos en el mercado negro. Los rusos pusieron los ojos en la academia DOME, llena de jovencitos con potencial, con nociones de entrenamiento físico y en armas, cosa que ya les facilitaba mucho la tarea, además de una excelente condición, chicos fuertes y saludables, perfectos para cualquier uso que ellos pudiesen darles. Y Diego Capricci, hambriento de poder y dinero, decidió cooperar con ellos y empezaron a fraguar negocios juntos. Pero no contaron con ser descubiertos gracias a la intervención de cierta hermosa mujercita pelirroja, que en su afán por ayudar a uno de los jovencitos a salvar a su hermano, destapó sin querer toda la conspiración.

Exacto. Mina, la prometida de Matthew en aquel entonces se encontró con uno de los primeros chiquillos que iba a ser entregado a los rusos, y a quien su hermano mayor salvó, encarando a Capricci, él muy idiota encerró al muchacho para evitar que hablara y la novia de Matthew descubrió todo poco después. Así atraparon a Capricci, y no solo se supo lo de sus nexos con los rusos sino que también se descubrió que ya trabajaba antes para los DiMarco, en colaboración con la policía, por eso el comisionado Williams estaba tan preocupado por el arresto.

De pronto un sórdido balazo que se escuchó atrás abrió el telón para que una lluvia de balas empezara a caer…

-¡aaaaaaaaahhh! -gritó Belle agachándose del susto, Lucca abrió la puerta de uno de los vehículos

-entre al auto comisionado…-pidió el moreno mientras miraba a todos lados buscando si Nico aparecía en alguna parte. Seguramente los de Interpool ya habían encontrado a la gente del cartel y estaban tratando de cogerles, ¡Maldición! ¿Donde rayos estaba Nico?

-Lucca, Nick no llega…-Belle ya no podía contener sus lágrimas

-si lo sé, salgan de aquí, yo volveré a buscarlo…

-¡oye, oye! -replicó el señor todavía hecho un manojo de nervios- ¿como esperas que haga eso, crío? ¿Que no vez que hay policías y tiros por todos lados?

-¡¡pues use sus manos que para eso le sirven y conduzca el auto!! Lárguese antes que le cojan a usted también, ¡hágalo por su hija, que si lo atrapan le van a destapar todo!

No tuvo que repetirlo dos veces, el sujeto obedeció en seguida y Lucca respiró luego de ver el auto del comisionado salir del estacionamiento a todo gas, bueno un pendiente menos, ahora a encontrar a Nico. ¡Jesús! ¡Cuanta razón tuvo al no dejar que Lucy viniera hoy! Estaría vuelto loco si su rubia traviesa estuviera en medio de todo este caos…

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Nicholai cubrió a Anya por instinto apenas escuchó el tiro. Cuando ella abrió los ojos se encontró refugiada en los brazos del joven y sintió de nuevo ese calor cosquilleando en su pecho.

-ya empezó, ¡será mejor irnos de una vez!

-¿te volviste loco? ¿No escuchaste lo que dije? ¡Ellos son rusos y yo soy su “carrnada”, su muñeca! Cuando les quitas sus cosas son como perros de presa, son bestias “sanguinarrias” ¡¡te rastrearán hasta “encontrrarte”!!

-¡¡razon de más para no dejarte aquí, no eres su juguete, no les perteneces!!

-cachorro, no puedo… ¡tengo miedo! -lloró al fin la pobre chica temblando. Nicholai le miró con un nudo en la garganta, lo que vio en esos hermosos ojos azules era terror puro. ¿Qué podían haberle hecho para que ella temblara así?

Anya no sabía qué hacer, claro que quería huir, claro que quería escapar de todo eso pero ya sabía que era imposible, ni muerta lograba liberarse de Nathaniel. Lo último que quería era arrastrar a este chico a la vorágine de pesadillas y violencia en que había estado viviendo tanto tiempo. Nico era uno de los pocos recuerdos buenos en su vida. Si, pensó en él muchas veces. En ese chico lindo del bar, en esos ojos limpios de maldad, en esa sonrisa ingenua y esos labios tiernos que ella profanó con su impureza. Anya había besado muchos labios, la mayoría siendo obligada a ello, pero el mejor beso de su vida fue el que ella le dio a Nicholai esa noche, en aquel encuentro fugaz, ¿por qué? Porque fue un beso puro, tierno, tal vez algo torpe pero sin una gota de malicia o lujuria. Fue el beso que ella debió haber recibido de un primer amor de escuela a los quince años, ese que nunca tuvo…

-Anya, yo puedo protegerte…

-¿qué? -la chica levantó la mirada llena de lágrimas cubriendo su hermoso rostro. Nicholai sintió que no podía más con lo que cargaba en su pecho. Nunca creyó volver a ver a la misteriosa chica en el bar pero siempre estuvo presente en su inconsciente, de ahí su gusto por el vodka y las fresas, quizá fue ese recuerdo lo que ayudó al joven a superar todo con Mina y seguir. Pero verla una vez más entre sus brazos, conocer su historia, su dolor, su fragilidad, la necesidad de alguien que le haga ver lo valiosa que era… estaba atrapado… estaba hechizado…

-déjame protegerte…-y así, entre el ruido de balas resonando en aquella redada en medio del caos, Nicholai Hoo Suin tomó delicadamente ese rostro entre sus manos y con infinita dulzura volvió a besarla, como aquella noche en el bar…

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