Despertó oyendo de fondo la grave y suave voz del rubio a través de la puerta cerrada.
Incorporándose en el lecho echó los pies al suelo. Notó ese calor irradiar de debajo de la madera y se puso en pie.
Primero se aproximó hasta la ventana y descorrió las cortinas. Fuera se veían caer pequeños copos de nieve.
Seguramente hacía un frío del carajo pero allí dentro de la habitación se estaba calentito y agusto.
Ni tan siquiera necesitaba una bata de tan agradable temperatura que hacía.
Dirigiéndose hasta la puerta la abrió y anduvo hacia las escaleras. Conforme las fue bajando iba oyendo más claramente la voz de Gunnar pero sin entender ni una sola palabra.
Llegando abajo lo vio con ropa de lo más informal pero la mar de elegante.
Parecía llevar una intensa conversación con alguien al teléfono.
El rubio ni se dio cuenta de la presencia del joven hasta que en una de sus vueltas lo vio al pie de la escalera.
-Við munum tala síðar (...) Nei, það er bara ... ég er ekki einn (...) Bless- colgando la llamada se colocó una mano en la cadera y se volvió al castaño -Buenos días, sætur- saludó.
-¿Per-perdón?- pestañeó Jace.
-Buenos días, Jace- respondió de nuevo.
-No, has...eso último...sae...¿Qué?-
-Es como un apodo...coloquial- repuso Gunnar.
Suerte que el joven no entendía nada de su idioma por lo que esperaba que se lo creyera.
-A...aaa, buenos días- devolvió Jace ignorante a lo que significaba tal "apodo" coloquial.
-Disculpa si te interrumpí, yo...en cuanto me vista iré a buscar un alojamiento...-
-¿Dijiste que te interesaba uno cerca de la costa, no?- inquirió Gunnar mirándole con los ojos entrecerrados.
-Sí, sería...sería lo suyo pero si no pues si me dices dónde puedo alquilar un coche...-
-¿Tiene que ser muy grande?- interrogó Gunnar.
Jace se dio cuenta que parecía como si estuviera pensando algo.
-De-define...grande- pidió el castaño.
-Vistete que te invito a desayunar fuera-
-¿Qu-qué?-
-Creo que puede que te acabes saliendo con la tuya- sonrió de manera pícara el rubio.
-A-ay Dios. Esa...esa sonrisa no...no me da buena espina- señaló Jace a éste.
Gunnar dio un par de pasos hacia él.
-¿Qué opinas sobre las casas...vikingas?- preguntó con expresión traviesa.
Jace parpadeó varias veces para de repente cuestionar:
-¿Có-cómo?-
Había dejado de nevar cuando Gunnar detuvo el todo-terreno cerca de la costa.
A la vez, ambos bajaron del vehículo para en cuanto lo hicieron Jace quedarse atónito.
Frente a él se extendía en su completa inmensidad el mar. Con el cielo de fondo y que pareciera se fundía con el agua en uno solo.
-Oh Dios...Dios mío-
El rubio le oyó y se giró hacia él.
-¿Te gusta?- preguntó.
Jace, sin salir de su asombro, contestó:
-Es...es...es precioso-
Gunnar sonrió.
-Sí, eso me ha parecido- dijo, burlón -Acompañame- instó a que le siguiera.
Ambos, uno detrás del otro, echaron a andar.
Las piedras, no muy grandes, crujían bajo sus zapatos mientras se iban aproximando hacia una especie de cabaña.
Conforme iban llegando, Jace cada vez se sorprendía más.
-No sé si será de tu agrado pero...- Gunnar se detuvo el primero al llegar ante una casita toda de madera y con el tejado al parecer revestido de hierba.
-¡A-ay Dios mío!- jadeó una exclamación Jace.
A Gunnar le divertía como era de fácil sorprender al joven.
-Está abandonada pero si te gusta puedo hacer que se convierta en una bonita casa para que vivas- añadió.
Jace no supo que decir.
-Anda, ven y la ves por dentro- anunció el rubio haciéndole que le siguiera.
Jace caminó junto a él.
Al abrir la puerta y permitir que entrara primero él, Gunnar le observó risueño.
Jace lo miraba todo con atención.
-Habría que sacar lo poco que tiene y darle un aspecto menos...-
-Me gusta así- asintió Jace volviendose al hombre.
Gunnar se apoyó en el quicio de la puerta al mismo tiempo que se cruzó de brazos.
-¿No es muy...vikinga?- rezumó burlón.
-Me gusta, en serio- se reafirmó el joven.
Gunnar le observó detenidamente con un ligero atisbo de sonrisa.
-En ese caso llamaré para que la redecoren más actual- anunció.
-No hace falta, está bien así y sólo estaré temporalmente-
Gunnar se enderezó. Metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón echó a andar hacia él. Llegando ante su persona se detuvo y le miró.
-Aunque sea temporal opino que sería mejor algo más cómodo- repuso.
Jace tragó saliva al verlo tan próximo a él.
-De...de verdad, no sé cómo voy a agradecertelo...- dijo.
-No tienes porqué agradecermelo, sætur- respondió Gunnar sin dejar de sonreír.
Jace achicó los ojos.
-Otra vez esa palabra- le señaló.
-Es un apodo coloquial- siguió con la mentira el rubio.
-Ujum- asintió sin estar muy convencido Jace.
-¿Quieres que veamos si hay suerte y ves alguna foquita?- preguntó Gunnar.
A Jace le brillaron los ojos.
-¡Ay sí, por favor!- exclamó pletórico.
Gunnar se tomó la libertad de agarrarle de una mano y arrastrarlo hacia el exterior de la casa.
El mar estaba calmado dejando ver tenues olas que desaparecían al frenar con la playa.
Las piedras brillaban a causa de la sal del agua y el olor a marino le entraba por la nariz.
Pero no había ni rastro de focas.
-Ummm, hoy no parece que vaya a haber suerte- se lamentó Gunnar.
-No pasa nada- quitó importancia Jace -De todos modos esto es...precioso-
Gunnar acortó la poca distancia entre ellos.
-Þú ert í raun dýrmætur (tú sí que eres precioso)- habló.
Aún sin entender ni una palabra Jace se coloreó. Como si supiera a lo que se refería.
De forma de lo más natural, Gunnar se atrevió a tocar sutilmente la mejilla del joven.
Jace sintió como si las yemas de los dedos del rubio le marcaran a fuego.
Rápidamente Gunnar retiró la mano.
-Disculpa, actué sin pensar- se excusó.
Jace sonrió.
-No me ha molestado- dijo.
Volviendo a meter las manos en los bolsillos, Gunnar preguntó:
-¿Te apetece ir a tomar algo?-
Jace no había desayunado y el rubio no se había quedado muy conforme con ello salvo porque el joven le prometió comer más tarde.
-Aún sigo sin tener mucha hambre y la verdad ver esto no ha ayudado mucho a abrirmela- respondió.
-Deberías comer algo. No me gustaría que te diera un desmayo- repuso Gunnar.
Jace se acercó un poco más a él.
-Vayamos a comer algo si así te quedas más tranquilo- repuso.
El rubio asintió para señalándole hacia el todo-terreno hacerle caminar hasta éste.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Comments
Fran
Le dijo cariño 😫😫😫
2025-02-19
0
Anonymus
Hace mucho no me enamoraba a primera capítulo de dos personajes y puedo decir a boca llena que LOS AMO 🥰😋🥰😍
2023-12-30
3