4. Sandy

Ellie se preparaba para su función, estaba nerviosa, pero a la vez segura de sí misma, ella sabía que lo haría bien, me quedé con ella en su camerino mientras se arreglaba el pelo, el maquillaje y el traje. Mientras se veían en el espejo, me dijo. -Solo espero no tener ningún error con el guion ni nada por el estilo.

Ellie era muy perfeccionista y era por eso que trabajaba tanto y se enfocaba en su papel. Después de que terminó de arreglarse, llegó su turno, pero antes de irme, le dije.

-Rompete una pierna.

Y me fui a sentar entre el público con mi abuela y en seguida comenzó la obra y visualice a mi Ellie actuar con su hermoso disfraz de princesa de aquellos años donde todo era historia, amor y guerra, se veía perfecta, su expresión era perfecta, ¡todo en ella era perfecta! Y fue por eso que cuando la obra culminó, estalle de aplausos al igual que el público, numerosas rosas cayeron en el suelo de madera del escenario. Cuando las cortinas se cerró fui corriendo hasta al camerino y vi a Ellie estallar de risas con otras chicas que participaron en la obra. Al verme corrió hacía a mí y me abrazó.

-¿Lo hice bien?

-Mejor que nunca, cielo.

Le besé la boca, las mejillas, la nariz, mientras le hacías cosquillas en la panza y ella se reía y se retorcía, pero nos detuvimos cuando escuchamos carraspeo por parte de las demás chicas, entonces me di cuenta de que todas nos miraban con incomodidad y otras con adoración, pero había un en específico que nos miraba distinto, o más bien, me miraba distinto.

-Lo siento. -Ellie se disculpó y sonrió apenada.

Las demás chicas se miraron entre sí y luego se echaron a reír, se despidieron de Ellie y salieron pero otra chica de cabello rojo se acercó a nosotros sin dejar de verme.

-Cielo, ella es Sandy, la chica de la que te he contado y de las que tenía muchas ganas de que conocieras.

-Mucho gusto, Alexander, Ellie me habla mucho de ti.

Sandy estiró su mano y yo la acepté. Sandy era una mujer de pelo rojo, con ojos grande y azules, con pecas debajo de las órbitas de los ojos, su piel era muy blanca y sus labios de color rosa, hasta las cejas era del mismo color de su pelo. Al estrechar su mano con la mía, tuve un sentimiento extraño, raro y amargo que me dejó con intriga durante toda la noche, tanto así que hasta le pregunté a Ellie cuando llegamos a casa más sobre su "nueva mejor amiga".

-Viene de Rusia, le gusta el teatro igual como a mí, su padre las abandonó a ella y a su madre y se criado sola, es muy triste. -Me contó Ellie.

-Vaya que sí.

Hubo un día en la cual llegué a casa un poco más de las cuatro de la tarde, cuando estuve adentro escuché de inmediato las risas y voces de dos mujeres, una era de Ellie y la otra era de Sandy, ambas estaba en la cocina reunidas horneando un Pie de Manzana. Ellie se percató de mi presencia.

-¡Cariño! Llegas justo a tiempo, ven y siéntate y prueba nuestro Pie de Manzana que hemos echo Sandy y yo.

Ellie casi me obligó a sentarme en le encimera y puso un pequeño plato de vidrio con un trozo de la tarta.

-Prueba.

Tome el tenedor y tome un trozo y me lo llevé a la boca y de inmediato sentí el sabroso sabor de la manzana, dulce y rica de consistencia muy suave.

-Esta buenísimo. -Dije.

-¿Verdad que si? Todo lo hizo de Sandy.

Entonces mire a Sandy y ella se encogió y sonrió.

-En realidad, yo pele las manzanas, hice el relleno, también la masa y decoré el pie..., todo lo hizo Ellie.

-Les quedó muy bueno.

-Sandy me prometió que me enseñaría a hacer el pie -el timbre de la puerta suena-, debe de ser el cartero, esperen aquí.

Ellie salió corriendo hasta la puerta, por lo tanto, me quedé solo con Sandy que se tocaba el pelo con ansiedad y se tronaba los dedos.

-No te lo dije antes pero me gustó tu actuación en la obra, tienes talento.

Sus ojos brillaron.

-¿De verdad te gustó? Es mi primera obra que hago en teatro, normalmente siempre hacia dramatizaciones para lo niños pequeños en sus fiesta de cumpleaños.

-¿Y eso por que?

-Vengo de familia pobre, seguramente Ellie debió de contarte que mi padre nos abandonó cuando yo tenía la edad de once años, no te imaginas lo difícil que fue para mí -me doy cuenta como de sus ojos chorreados de lágrimas.

-Oh, no llores.

Sandy se tapó la cara y comenzó a llorar desconsoladamente. Sentí pena por ella. Se me pasó por un momento darle un abrazo, pero no creo que sea prudente darle abrazos a las amigas de mi novia y mucho menos si son desconocidas, porque para mí, Ssndy era una desconocida.

Ellie regresa con una caja en manos y me lanza el paquete encima cuando se da cuenta de que Sandy está llorando.

-Amiga, ¿por qué lloras? -al no recibir respuestas, Ellie se giró molesta a mí- ¿Qué le dijiste?

-Nada, solo...

-Tranquila, Ellie... -La detuvo Sandy-, Ale no me dijo nada malo es que... ya sabes como me pongo cuando recuerdo lo que sucedió con mi padre y todas esas cosas. Ale es un buen chico. -Lo dije viéndome fijamente.

Ellie la abrazó y luego las dos se fueron juntas a la sala y vieron un show de televisión mientras que yo fui hasta mi oficina y comenzar a hacer mi primer trabajo de arquitectura, una empresa me contrató y ahora soy miembro de una empresa muy importante en el estado. Saqué mi calculadora, mis lápices, borra y reglas y comencé a hacer mi trabajo que tenía que exponerlo dentro de una semana, máximo.

Me había tomado un descanso en un sofá cerca de la ventana, había dejado la puerta abierta y sin darme cuenta, me quedé dormido.

...♡♡♡...

En mi subconsciente, sentí muy cerca de mí rostro uns luz blanca y calidad que parpadeó y me volver en sí. Me senté en el sillón y talle los ojos, sentí que alguien se alejó y abro los ojos.

Sandy está parada al frente de mí con su cuerpo inclinado viéndome con sus ojos enormes azules, feunci el ceño al notar su acercamiento y luego me eché para atrás en el sillón como si de esa forma pudiera estar los más alejado posible de ella.

-Sandy, ¿qué haces?

-Nada. -Respondió.

Tenía ambas manos atrás, su expresión facial estaba normal y con una leve sonrisa.

-Sentí como algo me alumbró la cara.

-Seguramente fue un sueño.

-¿Dónde está Ellie?

Sus ojos se apagaron.

-Ella... -se detuvo como buscando las palabras-, fue al baño para cambiarse, me dijo que te dijera si me puedes llevar a mi casa porque ya es muy de noche y no quiere que vaya sola.

La miré por unos segundos, esa chica me parecía tan extraña y no es exactamente por sus ojos saltones, sino su forma tan..., "rara" de expresarse. Mire la ventana y luego en reloj y vaya que era tarde, casi las doce. Entonces me puse de pie y bajé a la planta baja para buscar las llaves del coche. Sandy venía siguiéndome.

-¿No vas a despedirte de Ellie? -Le pregunté cuando estuvo a punto de subirse al asiento del copiloto.

Ella sonríe.

-Lo hago después.

Volví a fruncir el ceño y me subí al coche, me puse el cinturón bajo la mirada acosadora de Sandy, y comencé a manejar.

Durante el trayecto, ambos íbamos en silencio y yo lo prefería así, Sandy me veía demasiado y eso era incómodo.

-¿Quieres algo de música? -Le pregunté huyendo del silencio.

Ella tarda en reaccionar, mira la radio del auto y luego a mí.

-No, así esta bien, pero gracias.

Su actitud me daba mucho de que pensar, si bien no me pareció buena junta cuando la vi, ahora que la conozco siento que Ellie debería de alejarse de ella.

Sandy me dijo que la dejara en la entrada una residencia de varios edificios. Ella tomó su bolso.

-Gracias por traerme. Fue un gusto conocerte, Ale, espero que nos sigamos viendo. -Se bajó del auto.

Luego vi como caminaba hasta el portón, pero se detiene y voltea hacia mí y se despide con la mano, yo no le devuelvo el saludo.

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