~Señora Julieta~ hablo Fernando sorprendido de verla en la clínica rápidamente pensó en María y su hijo~ María está bien ¿que hace aquí?~
~Ellos están en casa, que bueno que lo veo aquí señor Mendoza necesito hablar con usted~
~La invitó a tomar un café me gustaría también hablar con usted respecto a lo que pasó ayer con María~
~Está bien vamos~ Se dirigieron a una cafetería cerca de la clínica y en cuanto se quedaron solos después de pedir un café y galletas Julieta hablo~ No intenté quitarle el niño a María ella no está sola~
~No tengo planeado hacer eso, el día de ayer hablé sin pensar~
~A mi no me debe explicaciones señor Mendoza lo mejor es que hable con María, ella está en su cuarto puede ir en este momento y le aseguro que si habla con tranquilidad como lo hace conmigo lo escuchará. María es una muchacha humilde y muy buena incluso puedo decir que es ingenua lo único que le advierto es que no se atreva a querer burlarse de ella por qué me tiene a mi. No lo conozco lo suficiente pero puedo notar en sus ojos que es un hombre honesto~ Julieta salió de la cafetería y se dispuso a ir al mercado tenía que surtir la despensa pues María se quedaría con ella indefinidamente no la dejaría volver a la vecindad quería cuidar personalmente de ella y de su hijo.
Fernando se quedó pensando en las palabras de la mujer mayor y después de unos minutos pago los cafés tomo el suyo y salió del lugar directo a un fino restaurante llevo todo lo que pensó que podía gustarle a María pues quería asegurarse de que comiera adecuadamente y así hablar con ella sobre la idea que tenía solo esperaba que ella escuchara y aceptara su propuesta.
María se encontraba terminando de recoger su cuarto había puesto un par de cosas en una bolsa que Julieta le había prestado ya que había insistido hasta el cansancio en qué se mudara con ella, escuchó la puerta y aún que se le hizo extraño pues nadie nunca la había buscado abrió la puerta encontrándose con Fernando.
~Usted que hace aquí no le vendré a mí hijo~ hablo molesta apenas lo vio.
~Quiero que hablemos por favor se que ayer me equivoqué y me disculpo contigo no era lo que quería darte a entender estaba exaltado~ María lo observó por un momento y lo dejo entrar~ Gracias he traído comida para ti~ Dijo levantando la bolsa de papel de la cual desprendía un olor delicioso. Lo que hizo que el estómago de María gruñera y que la boca se le hiciera agua~ ¿Puedo ponerlo en la mesa?~ María asintió y camino a la pequeña alacena por dos platos de plástico y dos vasos. Camino al fregadero y lavo sus manos.
~Lamento no tener más~ Dijo un poco apenada.
~No te preocupes, ¿puedo lavarme las manos?~
~Si solo que el agua está un poco fría~
~Es lo de menos por favor siéntate y escoge lo que prefieras~
María con un poco de vergüenza y con mucha hambre comenzó a ver lo que había en la bolsa y cada cosa que sacaba se le antojaba más, había de todo, pasta, pollo con verduras, un par de sandwiches, un guisado de carne con papas que se veía riquísimo, diversas porciones de postres que hicieron que su boca quisiera comerse todo inmediatamente incluso había pan de mandarina fresco. Al final se decidió por tomar un pedazo de pan de mandarina, un poco de pasta y probó el guisado. Cada cosa fue desapareciendo poco a poco. Fernando la observó con una gran satisfacción pues todo lo que había elegido para ella le había encantado y eso le hacía sentir algo cálido en su pecho. Dejo ir el sentimiento y se concentro en lo que tenía para proponerle a María.
~El día de ayer actúe mal y cuando hablé de un acuerdo no me refería a ti si no a la mujer que daría su vientre para mi hijo. Se que lo que dije sonó mal y nunca quise pagarte por entregarme a mi hijo. Me disculpo por haberte ofendido. Cómo lo dije ayer me gustaría que vivieras conmigo para poder estar pendiente de ti y de nuestro hijo. Así no tendrías que preocuparte por nada y la señora Julieta puede visitarte las veces y el tiempo que desee~ La oferta sonaba tentadora pero aún no se confiaría del todo.
~¿No me quitará a mi bebé cuando nazca verdad?~
~No no María solo quiero protegerlos y asegurarme de que estén bien~
~Aceptaría vivir con usted si puedo trabajar~
~Podrías ser mi asistente necesito de alguien que se encargue de ayudarme con mi trabajo en casa~
~No tengo estudios superiores no sabría que hacer... pero si me tiene paciencia prometo aprender rápido~ dijo un poco apenada y animada a la vez.
~No te preocupes por eso te enseñaré lo que necesites aprender~
~Acepto señor Mendoza~
~Por favor solo Fernando, María~
~Esta bien Fernando~
María hablo con Julieta y aún que no estaba de acuerdo, le dijo que la visitaría seguido y que se cuidara. Dos días después Fernando y María se encontraban camino a casa de Fernando, ella se sentía un poco nerviosa pues todas las casas que pasaban eran grandísimas y la de Fernando no fue la excepción. Era una hermosa casa de 2 plantas color blanco, había un jardín hermoso al rededor de está. Fue inevitable no pensar en acostarse en el delicado y verde césped pues se veía muy cómodo. Al llegar en la entrada de la casa se encontraba una mujer un poco mayor aproximadamente de la edad que Julieta tenía.
~Jovita ella es María, María ella es Jovita la encargada de la casa~
~Un gusto señorita~
~Porfavor solo María señora~
~Nada de señora cariño solo Jovita. La comida está lista mi niño cuando gustes pueden pasar al comedor~
~Gracias Jovita por favor ayuda a María a qué se instale tengo que revisar un par de cosas en la oficina en un momento estaré con ustedes~ Subió la pequeña maleta de María a su habitación y el se dispuso a ir a su oficina. María observó cada detalle de la hermosa habitación que le dio Fernando era preciosa mucho más grande que su antiguo cuarto, había un ropero enorme que difícilmente podría llenar con su ropa. Se sentía un poco apenada pero la amabilidad y calidez que Jovita tenía con ella la hizo sentir en casa.
~Esta será tu habitación mi niña cualquier cosa que no te agrade Fernando me dijo que podrías cambiarla~
~Todo está muy bonito no cambiaría nada. Usted sabe..~ dejo la pregunta en el aire aún le daba un poco de pena la situación pero Fernando y Jovita parecían ser muy cercanos así que supuso que ella sabía por qué estaba ahí.
~Claro y me alegro de que mi niño porfin tenga un poco de paz y que pronto tendremos a un pequeño corriendo por la casa. Lo que no entiendo es por qué tú quieres trabajar querida~
~No podría estar sin hacer nada yo no soy más que la madre de este pequeño que crece dentro de mi~
~Eres más de lo que piensas linda~
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Comments
Dolores Hernandez
pues yo también pienso lo mismo y me gusta la posición que está tomando ella que no se toma atribuciones que no le corresponden tiene las cosas muy claras y sabe su lugar
2023-08-01
1
Eleida Martinez
fernando se está enamorando de maría
2023-01-12
2