Hoy es el día de la madre, es segundo domingo de mayo y Julia aún duerme, Elías la llama y nada. Justo lo que quería, se levanta de la cama se baña y se arregla para salir. En la entrada su padre lo espera, pues él aún tiene esposa y como madre de Elías, merece celebrar su día.
- Voy a comprar un ramo de rosas para mi esposa y ¿tú, hijo?
- A Julia le gusta la variedad, sólo rosas como que no le atrae mucho.
- Podrías hacerle un ramo con rosas de todos los colores.
- Ella no es tan fan de las rosas papá.
- O sea que a mí nuera no le gustan las cosas clásicas. Te hace trabajar a la hora de escoger regalos. Eso me gusta, me gusta que una mujer sea original en su modo de hacer las cosas.
- ¿Le ves algún beneficio a ello?
- Y mucho, hijo, eso te ayuda a reinventarte, a pensar más en ella, por amor, uno hasta se dispone a complacerla y ser original da más satisfacción. Así como también es como un entrenamiento cuando hay adversidades.
- Entonces, ella es como una bendición para mí.
- Cuídala mucho, porque si otros se enteran de la clase de mujer que es tu esposa, te la van a quitar y pueden que hasta se maten por ella.
- Papá no exageres. Eso era en la época medieval.
- ¿Medieval? Si yo mismo le robé la novia a uno.
- ¿Papá? ¿Hiciste eso en tu juventud?
- De dónde crees que salió tu madre. Yo la robé y me casé con ella tan rápido como sea posible para evitar que sea deseable de llevar y desagradable de recuperar. Tu madre tenía muchos pretendientes y yo fui el más inteligente.
El señor Eusebio Trigoso era orgullo de narrar su historia. Elías no salía de su asombro.
- Papá, Julia es mi esposa ¿Quién me la va a quitar?
- Hoy en día ya no se respeta la esposa ajena. Si ella es el objetivo, el capricho, harán lo impensado para obtenerlo.
- Además hay un niño de por medio.
- Les importa el niño, cuando la mujer es lo que importa, el resto no existe. No te olvides, que desde el momento que estás con ella tu empresa se expandió, ella impactó fuertemente en positivo, con mucha más razón te la van a quitar.
- No lo voy a olvidar, papá.
Elías recuerda cada fiesta con inversionistas, acreedores y de beneficencia; cuando iba con Micaela, nunca pasaba nada, Elías era un simple empresario al que le saludaban, pero ningún interesado en hacer negocios. Pero cuando presentó a Julia como formal pareja y futura esposa las cosas cambiaron drásticamente, muchas reuniones, muchos almuerzos ejecutivos y siempre pedían la presencia de Julia. Elías tiene una deuda enorme con Julia, por eso el respeto que le tiene, esos detalles lo han marcado y no lo olvida, pero no soporta tener que seguir mintiendo, él tampoco sabe la exactitud del plan de Micaela ¿Cómo le puede explicar a Julia la verdad si él tampoco lo sabe? Sólo le queda aguantar, mientras sigue buscando fuentes de información y así poder aclarar el asunto.
Padre e hijo compraron hermosos arreglos florales, ninguno de los dos acompañó el ramo con globos de helio, lo veían poco elegante, optaron por delicadas tarjetas con escrito una especial dedicatoria escrita a puño y letra por ellos mismos. Luego fueron a una exclusiva pastelería de la capital para llevar un desayuno especial acorde a los gustos de cada madre.
La idea perfecta sería salir, es mayo debería ser un fresco, pero el clima está soleado y con temperatura primaveral, pero Anderson es demasiado pequeño para sacarlo a la calle y dejarlo sólo con los empleados cuando depende mucho de la leche y que aún no mama bien, no es razonable. Elías no es simpatizante de la leche de fórmula.
Cuando llegan a casa con los regalos y los desayunos, la señora estaba leyendo la última revista de moda que llegó y compartía opiniones con su nuera mientras que Anderson tomaba plácidamente su leche - ¡Feliz día! - Saludan en coro los dos caballeros.
- Gracias, querido. ¡Qué hermoso ramo!
-Te traje tu desayuno princesa.
Los suegros de Julia parecen adolescentes como se muestran cariño. Elías solo se acerca escondiéndose detrás del gran ramo de flores y con una mano le extiende el desayuno.
- Me han dicho que la princesa del reino Trigoso está de fiesta, vengo aquí con humildes regalos.
- ¡Oh! Gracias, buen hombre, por acordarse de que soy mamá. El ramo me encanta, son muy lindos los detalles. Gracias, amor.
- Tú desayuno.
- No me esperaba una sorpresa tan grande.
- Es un simple ramo y un desayuno.
- Cuando las cosas se hacen con amor y cariño el regalo se vuelve inestimable.
La garganta de Elías se hizo nudo, Julia siempre valora hasta los regalos hechos de papel, todo es valioso para Julia. Recordó las palabras de su padre, y ahora con esto lo entiende mejor, a Julia se la van a quitar fácilmente.
El señor Eusebio dio día libre a su personal de servicio que son mujeres y madres. Elías cuida de su hijo mientras Julia disfruta del desayuno especial. Por la tarde, los mayores se fueron de paseo y los jóvenes a casa. Elías tenía ganas de estar con Julia, su amigo está reventando los pantalones.
- Julia tengo ganas, mira – se muestra a ella - está listo.
- Yo todavía tengo flujos. No es bueno.
- Lo haremos en la ducha. Ya quiero hacerlo, además el niño está tranquilo. Vamos de una vez.
Elías llevó a Julia a la ducha, la desvistió y la amó, le importó absolutamente un rábano el flujo, tenía una necesidad, tenía que hacerlo. Después de varios minutos de acción amorosa, él lava las piernas de Julia, hasta su zona v, la envuelve él mismo con la toalla y la deja ir. Él sólo se atiende para lavar a su amigo, suspira de alivio.
- “¡Cuánto lo necesitaba! Y tú nunca dices no, nunca me has dejado con las ganas, inclusive cuando no querías ¿Por qué eres así, Julia? ¿Por qué te sacrificas tanto?” – Suspira con pesar.
La pareja pasó la tarde frente al televisor, compraron varias películas en plataformas digitales. Este segundo domingo de mayo fue un día marcado para Elías, pensó mucho en Julia y se olvidó de Micaela sin querer.
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