A la mañana siguiente Lirio se levantó temprano para tomar una ducha, sus padres ya estaban despiertos ya que ellos tenían que ir al trabajo muy temprano.
La pequeña Molly ya estaba lista para la escuela desayunando, Lirio bajó ya preparada acomodando sus libros en la mochila, estaba de prisa ya que no podía llegar tarde a la universidad o sinó le pondrían falla.
—Buenos días mamá, buenos días papá!
—Buenos días princesa!
—Buenos días hija! ¿vas a desayunar?
—No mamá, llego tarde a la universidad y no creo que me dé tiempo, comeré algo en la cafetería.
—Pero hija...
—Adiós mamá, adiós papá, adiós Molly los quiero!
—Esta niña me sacará canas verdes..
—Déjala cariño, no puede llegar tarde a la universidad, son muy estrictos con el horario de entrada, ya te dijo que comerá algo en la cafetería..
—Por cierto¿porqué no la llevas a la universidad? así se ahorra la caminata y no llega tarde.
—Ella no me lo permite, le gusta ir sola y si es su desición la respeto.
—Ustedes dos son tal para cual.
—Mamá ya terminé de comer..
—Ve a lavar tus manos anda.
—Si mami.
Lirio caminó lo más rápido que pudo para llegar a la universidad a tiempo, hacía mucho frío así que se puso un abrigo muy cómodo con jeans y guantes blancos, copos de nieve comenzaron a caer, el castaño cabello de Lirio empezó a llenarse de nieve así que se puso la capucha y metió más manos en sus bolsillos, esta vez no traía libros en sus manos sinó que solo traía la mochila.
Cuando llegó a la universidad sus amigos la estaban esperando en la entrada, no se esperaba eso.
—Hola chicos! _saludó sonriente.
—Pensé que no llegarías _dijo Sofía.
—¿Viniste caminando? _preguntó Erick.
—Si, es que me gusta caminar _respondió Lirio.
—Con este clima ni loca lo haría _agregó Mónica.
—Y yo menos, prefiero tomar un taxi _dijo Miriam.
—Bueno chicas creo que deberíamos entrar, este clima está terrible y la clase ya casi empieza _sugirió Erick.
—Okey vamos.
Todos se adentraron y llegaron a su aula, antes de entrar Lirio vió a ese chico misterioso de pie en una de las barandillas charlando con sus amigos, se detuvo y lo quedó observando, le parecía familiar, Donan sentía la mirada de alguien así que miró en la dirección de Lirio y sus miradas nuevamente se encontraron, esos ojos azules con los ojos verdes de ella.
Lirio reaccionó y se adentró en el aula rápidamente cuando vió que el chico la pilló detallando cada parte de él, esa mirada... esos ojos eran idénticos a los del chico de la noche anterior pero... no puede ser, tal vez los esté confundiendo, debe haber más personas con los ojos azules no es la gran cosa pensó ella.
Se le vino a la mente cuando encontró la ventana abierta y ella recuerda haberla cerrado, no le preguntó a su madre ya que ella muy poco entra a la habitación de Lirio como para abrir la ventana y de todos modos eso pasó antes de ella dormir, era muy extraño, primero ese chico extraño que le robó un beso y después la ventana de su habitación abierta, algo no andaba bien o alguien la estaba acosando.
—Lirio!! _la voz de Mónica la sacó de sus pensamientos.
—¿Eh? ¿pasa algo? _preguntó confusa.
—¿Acaso viste un fantasma o qué? estás rara, no has dejado de sumergirte en tus pensamientos y no prestas atención a la clase ¿te pasa algo? _preguntó Mónica intrigada.
—No es nada, les contaré en la hora del descanso.
—¿Okey?
—¡Silencio por favor! _gruñó el profesor Harrison.
Las horas de clases terminaron, llegó la hora de merendar y todos los estudiantes estaban en la cafetería, Lirio aún estaba pensativa, su menta estaba ocupada en el chico que le robó un beso en aquél oscuro callejón.
—¡Hey! ¿nos vas a contar sí o no? _preguntó Mónica.
—¿En qué tanto piensas chica fresa? _preguntó Erick.
—¿Algo de molesta? _preguntó Miriam.
Eran tantas preguntas a la vez que Lirio decidió ir al grano y les contó lo que le estaba pasando, no sabía si tenía que tener miedo o mucho más cuidado cuando se va sola a casa.
—¿¡¡Que!!? Eso es genial! _exclamó Miriam emocionada.
—¿Estás bien? ¿no ves que alguien entró a su habitación? _dijo Erick mirándola raro.
—Oh vamos chicos, alguien le roba un beso en un callejón y después encuentra la ventana de su habitación abierta, es porque esa misma persona fue a visitarla, lo que quiere decir que está enamorada de ella ¿no es romántico?
—Debes estar loca Miriam _agregó nuevamente Erick.
—¿Lirio todas las cosas de tu habitación estaban en orden? digo ¿no te faltaba nada? _preguntó Mónica.
—No para nada, todo estaba en orden _respondió Lirio.
—Entonces no es un ladrón, tendría sentido lo que dice Miriam _explicó Mónica.
—Pero chicos, ¿como podría esa persona abrir la ventana si se le coloca seguro desde adentro y no desde afuera? _preguntó Sofía confusa.
—Buen punto _inquirió Erick.
—Tal vez la dejaste abierta Lirio, o tal vez no la dejaste abierta pero no le colocaste el seguro, nadie puede abrir una ventana sino es desde adentro _sugirió Mónica.
—Tienen razón chicos, creo que no le coloqué el seguro porque dejarla cerrada si me acuerdo.
—Pero eso quiere decir que el chico entró aprovechando la oportunidad, y también deja dicho que si te siguió a tu casa, esto es genial, parece una novela romántica con misterio _agregó Miriam sonriente.
—Bueno mejor olvida eso, solo tienes que tener cuidado cuando regreses a casa, esta ciudad puede ser peligrosa, no se sabe quién te vigila para hacerte daño _advirtió Mónica.
—Lo tendré en cuenta, gracias chicos, creo que empezaré a tomar taxis desde hoy..
—No es nada lirio, sabes que puedes contarnos lo que quieras, conocemos esta ciudad más que tú _dijo Erick.
La campana sonó y todos volvieron nuevamente a clases pero alguien estaba observando desde la distancia a Lirio, su mirada era intensa.
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Comments
alejandro peña alanis Rosales Chaires
si autor creo te equivocaste espero que más adelante lo corrijas
2023-08-08
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Silvia Mercado Mercado
No entiendo por qué mencionas merendar en lugar de almorzar o desayunar.
2023-01-10
1