Jenna:
¿Amigos?. Estaba loco sí pensaba que eso era una opción. Jenna sé la paso pensando entre sus clases en esa conversación con Matt. Pero sacudió su cabeza, ni siquiera lo pensaría.
Él no me quería como amiga, quería solo mi cuerpo. Por otra parte, ignorar a Matt era imposible. Sí hubiese sido un buen chico, estaba segura de que me hubiese enamorado perdidamente de él.
Tenía un cuerpazo que enviaba a las chicas en un frenesí. Ningún chico se parecía a él, sus brazos era tan fuertes capaces de protegerme, su pecho era fornido.
Los hombres que traía mi madrastra Megan a la casa, no se comparaban en nada a Matt. Él podía ocuparse de ellos, pensó.
No, me reprendí sacudiendo mi cabeza, borre ese pensamiento. Matt no tenía ni idea de cómo era de caótica mi vida. Él solo quería añadirme a lista de trofeos que conquistó.
No quería protegerme de los novios de mi madrastra, que disfrutaban con darme miradas pervertidas o me abofeteaban cuando no les permitía que se sobrepasaran conmigo.
Llegue a sentir repulsión por mi belleza, porque me enojaba que estos hombres me miraran. Pero detuve ese pensamiento no me haría daño de esa forma.
Siempre pude escapar, pero habría en algún punto, un momento de quiebre y esperaba irme demasiado lejos de este abuso cuanto antes.
Respire de nuevo y me enfoque en mi objetivo que era salir de aquí y hacer algo con vida. Con esto lograría ser feliz y darme la vida que merecía.
Estos pensamientos me impedían darme por vencida y también mi amiga Teresa y sus padres, tenían mucho que ver con esta tenacidad que sentía por salir adelante. Ellos siempre me animaban, veía en ellos una familia.
Salí al pasillo ya había terminado mi clase, tomé mi bolso y me lo puse, pero alce demasiado el brazo. Hice un movimiento equivocado.
Me queje adolorida y me asuste al pensar que tenía algo fracturado. No le había contado nada a Teresa, acerca de que tenía un nuevo golpe, esta vez fue de mi madrastra.
Lo único que pude hacer para no ir a urgencias, fue vendarme a mi misma, ajustándola bien a mi cuerpo
Ir a un hospital podría generar dudas en los doctores y sospechar de que sufría maltrato en mi hogar y desembocaría que me llevaran a una casa de acogida y no podía arriesgarme a que eso sucedería.
Así que sí, Matt no tenía ni idea. La próxima vez que intentara coquetear conmigo le mostraría todos los moretones y cicatrices que tenía, en mis costillas, en mi cadera y en mi trasero.
Mi madrastra era inteligente. No quería que sus novios o ella misma, me hicieran daño donde todo el mundo podría verlo.
Así que así estaba mi vida y Matt debía entender que no podía ofrecerle mi amistad o cualquier otra cosa. No encajábamos juntos…
.......
Durante el resto del día estuve evitando a Matt, esto tal vez le haría entender que no lo quería cerca de mí, al menos eso esperaba. Cuando terminaron las clases me dirigí a casa.
Cuando llegué, mi estómago comenzó a gruñir en respuesta no había podido comer nada después. Entre en silencio a la cocina tal vez Megan aún no llegaba.
Saque un tazón de cereal ..."¿pero que haces?", era la voz de mi madrastra y estaba furiosa. Vino hacia mí y traté de apartarme pero logro agarrarme y me abofeteó.
"Eres una maldita" me grita. Esas palabras viniendo de alguien que me importaba, tal vez me harían daño. Pero no cuando venían de Megan.
Ella siempre me trató así y me acostumbré hasta el punto, de que no me importaba lo que decía.
Cuando pensé que Megan me iba a dejar en paz, me lanzo sin ningún aviso un golpe en mi costilla herida. Grite fuerte, ella abrió sus ojos con miedo, sabía que alguien podía haber escuchado. La vi alejarse y me sentí aliviada para después reemplazar esta emoción con terror me estaba asfixiando y perdía la conciencia.
Matt:
Jenna estuvo escondiéndose de mí todo el resto de la mañana y eso me molestó. Llegue a mi casa como de costumbre deje mi bolso en el sofá.
La casa estaba en silencio así que mis padres no estaban. Suspire frustrado siempre trabajaba todo el tiempo.
Empecé a subir las escaleras, dispuesto para tomar una ducha rápida esto despejaría mi mente. Era hora de dar el siguiente paso, buscaría a Jenna en su casa.
Emprendí mi camino, cuándo de repente oí un grito, qué me dejó helado, venía de la casa de Jenna y eso me asustó. Algo andaba mal.
Salí rápidamente rumbo a su casa, solo para notar que la madre de Jenna salía apurada en su auto. Fruncí mi ceño en preocupación, había dejado la puerta abierta en el trayecto.
Entre sin pensarlo y busqué por todos lados a Jenna. Hasta que la encontré tirada en el piso de la cocina totalmente inconsciente.
Eso me asustó demasiado "¿Jenna?" La llamé y aparté mechones de cabello dorado de su frente para ver sus ojos que no se abrían. Ella no respondió, traté de voltearla y esto hizo que recuperara la conciencia, porque se quejó abriendo sus ojos.
Al verme me observo sorprendida. Le pregunté "¿Qué te paso Jenna?"
Ella negó con su cabeza "Tienes que irte" su voz sonando desesperada.
Negué, no pensaba hacerlo y menos aún en estas condiciones en qué se encontraba. Toqué su cuerpo en busca de lecciones porque no se movía.
Hasta que llegue a sus costillas y ella gritó de nuevo con dolor "déjalo" me dice llorosa.
"Lo siento" le dije acariciando su rostro ella cierra sus ojos. La veía con impotencia ¿qué debía hacer?. "Llamaré una ambulancia" le dije era lo más sensato.
Ella abrió sus ojos asustados "No harás nada" y grita "solo vete; puedo arreglarlo".
Levante su blusa para ver que tan grave era y vi todos esos morados y había uno más oscuro que los demás. ¿Cómo pensaba arreglar esto?.
"¿Quién te hizo esto?" Le dije molesto, pero Jenna no respondió. Entonces lo supe "fue tu madre" afirme era obvio, la vi cuando huyó.
"No es mi madre, es mi madrastra" ella dice con dientes apretados producto del malestar que sentía.
Suspire irregularmente, no era su madre.... estaba aturdido, pero ¿dónde estaban sus padres biológicos?, quise preguntar. Pero no era el momento para esto "llamaré a la ambulancia" repetí de nuevo.
"No" Jenna gimotea "No quiero ir a lugar de acogida" ella suplicaba. La observé con tristeza. No podía imaginar durante cuantos años estaba maltratándola. Me culpé en ese momento, por no haberle hablado antes, pude haberla salvado antes de todo esto.
"No puedo dejarte así, lo siento" mi voz se quebró. Podía ser un mujeriego y un idiota con las mujeres, pero no era una mala persona, y sobre todo no dejaría a Jenna alguien tan importante para mí en este estado. La ayudaría.
Ella dice incoherencias y empieza a delirar. Esto me preocupo le dije "Jenna permanece conmigo" le digo mientras del hospital contestan mi llamada. Pido la ambulancia y en poco tiempo está aquí.
Veo como los paramédicos la suben en una camilla, con cuidado en la ambulancia. Uno de los enfermeros me pregunta "¿Irá con ella?"
Asentí sin dudarlo, no la iba a dejar sola. El trayecto fue silencioso pero rápido.
Cuándo llegamos apartaron a Jenna de mi vista llevándola a urgencias. No me dieron noticias sino hasta media hora después.
El doctor sale y dice "familiares de Jenna xxx"
Me levanto rápidamente de la silla y le pregunto "¿cómo está Doctor?"
Él me tiende su mano y la estrechó saludándolo "¿Es usted su hermano?", pregunta el doctor.
Dije sin pensarlo "soy su novio". El doctor me mira inmediatamente con desconfianza creyendo que yo había sido el causante de las heridas de Jenna.
"La señorita llegó con heridas graves y es menor de edad. Esto no sé ve bien y la policía quiere intervenir. Cuéntame que paso"
Asiento y en eso se acercaron dos oficiales de policía. Empiezo a contarles todo lo sucedido. Sin omitir detalle.
Mi relato pareció tranquilizar al doctor y a los policías, ya no sé veían tan recelosos ante mí.
El doctor continúa "Bien. Jenna se encuentra estable pero tiene una costilla rota por lo que fue vendada y necesita reposo por al menos dos días.... ahora mismo puede verla, si gusta" él termina. Es lo que más quería.
Al entrar en su habitación. Jenna está despierta y me observa enojada.
"Porque lo hiciste, acabas de destruir mi vida" esas palabras me dolieron
"Solo quería ayudarte, el golpe que tenías no se iba a reparar tan fácilmente. Tenías que venir al hospital para que te trataran" dije rápido tropezando con mis palabras.
"No quería tu ayuda, ahora por tu culpa me llevarán a un centro de acogida" dice con enojo y lágrimas en los ojos. No quería esto. Lo había jodido todo con Jenna de eso estaba seguro.
"Eso no pasará, no lo permitiré" dije acercándome, pero ella me detiene con sus palabras.
"Vete" dijo derramando lágrimas
No me moví de mi lugar. Jenna lo notó y continuó diciendo "Matt necesito que te vayas ahora. Olvida todo esto, olvidame. Ve a ser la sensación del instituto, el chico popular que todos adoran. Ellos te quieren yo no" Suspira irregularmente.
Sus palabras hicieron mella en mi corazón. Me dolía demasiado. No hice nada para merecer este trato de su parte. Solo quería ayudarla y ahora ella me odiaba por esto.
Me alejé como pidió sin mirar atrás, sólo por ese instante, porqué pensaba volver a intentarlo, no me daría por vencido.
Sólo que la oportunidad no llegó. No estaba en el hospital, sé habían llevado a Jenna a un sitio de acogida y yo tenía la culpa de todo. Después de eso no volví a verla, pregunte a su amiga Teresa pero ella estaba igual de confundida. No sabía dónde estaba Jenna. Eso en serio me derrumbo.
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Comments
silvia
Hay no eso ella no quería
2024-01-29
4
Car Gris
ay no pobrecita esa vieja sii que la havia maltratado hasta tal punto de casi matarla solo espero que esa miserable le den su merecido
2024-01-22
1
Nana Fernandez
pobre jenna siempre pagando los platos de los demqw
2023-07-25
6