Nueve años atrás...
Jenna:
Me senté en el auto bus, escuchando hablar a otros de sus increíbles veranos en la playa, esto incluía las fiestas y por supuesto dormir y cuanto les chocaba volver a la preparatoria.
Ellos no hablaban mi mismo idioma, a diferencia de ellos me sentía bastante aliviada de volver a la escuela. Espere por ese día todas las vacaciones.
Solo volver me permitía escapar del infierno en que vivía. Cruce mis piernas, observe mis pantalones cortos. Ya estaban demasiado pequeños y apretados. Tire de ellos hacia abajo.
Hace mucho no tenía un guardarropa nuevo, aunque trabajaba, la mayor parte iba a parar a mi cuenta privada. Mi madrastra no sabía que la tenía y era un alivio.
Éste ahorro lo utilizaría para irme por fin de casa. Así que no me permití sentirme mal por mi ropa pequeña y deshilachada, la usaría cuanto pudiera y cuando no me sirviera más, vería como conseguir algo más decente que simplemente unos pantalones cortos.
Ahora, el problema de usar ropa pequeña, tenía una desventaja que a los chicos solo les agradaba más, pero a mí no. Trataba en lo posible de ocultarme del sexo masculino.
Mis pechos a mi edad, sé habían vuelto más grandes, incluido a esto mí, trasero y por sí fuera poco mis caderas se ensancharon también.
Probablemente, había aumentado de peso y eso era un chiste de mal gusto, porque la verdad no comía mucho. En especial porque mi madrastra no me sustentaba, tenía que encargarme de todo por mi misma. Siempre lo dejo claro, desde que cumplí quince años.
En resumen mi madre nos abandonó a mí y a mi padre cuanto tenía seis años y luego él decidió que era hora de que tuviera una nueva madre. Megan, mi madrastra a la cual no le agradaba.
Y la ironía de la vida, mi padre murió y me dejó con esta arpía que ni sentimientos poseía. No me quedo de otra que permanecer en esa casa, después de todo era mía por ser la única hija de mi padre y Megan no pensaba perderla así que me conservó.
Pero tenía un tiempo de caducidad, ya llegaba a mis dieciocho y pretendía sacarme y sustentar con un abogado, qué la casa era totalmente suya porque había cuidado de mí.
La verdad no me importaba la casa, solo quería alejarme lo más lejos que pudiera de Megan. Jamás le tuve aprecio, ella jamás estuvo para mí, jamás me dio cariño. Ella me odiaba por ser la carga que le había dejado mi padre. Pero como dije esto cambiaría estaba cerca de cumplir dieciocho y pronto me iría de allí.
En ese momento, Teresa mi mejor amiga me saca de mis pensamientos y me llama al presente. Ella dice "ya te lo dije Jenna, podrías aceptar la ropa que quiero obsequiarte" ella tiene el ceño fruncido en preocupación.
Negué, ella ya hacia demasiado por mí, sus padres me alimentaban cuando podían ya estaba demasiado agradecida con ellos “ya has hecho demasiado por mí tú y tus padres” le dije, de todas formas Teresa era más delgada que yo y la ropa me quedaría igual de estrecha.
Ella suspira resignada “al menos acepta este” ella abre so mochila y saca un suéter grande y largo que me cubriría perfectamente. Teresa continúa hablando “era de mi madre, pero decidió que era lo demasiado viejo para volver a usarlo, por favor acéptalo” Teresa me observa suplicante.
Le sonreí ella era la única persona en el mundo que en realidad me importaba. Ella era como una hermana para mí, qué me había apoyado en todas las etapas de mi vida.
Quiso ayudarme a salir de casa y lograr que sus padres me adoptarán, pero era un trámite demasiado largo, y la ley exigía que sí había pruebas de maltrato. Las organizaciones de acogida me llevarían con ellos, mientras duraba el proceso de adopción y por supuesto que no lo quería.
Además de que sé decían muchas cosas de esos lugares, no tendría la libertad que tengo acá. Pronto me liberaría, así que no acepte lo que Teresa me ofrecía.
“Está bien te lo pagaré” le dije tomando el suéter
Teresa me miró de mala forma y dijo “ni hablar es un regalo, y eso que no es ni la mitad de lo decente que hubiera querido darte, consérvalo”
Sonrió apenada y le digo “gracias”
Ella asiente “si me lo preguntas están demasiado cortos” dice mirando hacia mis pantalocillos “¿no te dije que compraras nuevos?” Teresa me regaña.
Le digo como excusa “solo estoy gorda, es por eso . Pero adelgazaré y todo se solucionará” le sonrió brillantemente.
Teresa niega “no comes demasiado y lo sé. No es una subida de peso, solo estas en desarrollo” dice todavía enojado, por mi intento de excusa
“Está bien Teresa además nadie me nota” digo irritada.
Ella se ríe graciosa “¿de verdad lo crees?, por favor Jenna, los hombres te voltean a ver dos veces cuando pasas por su lado” hice una mueca tal vez debería reconsiderar lo de comprar ropa más holgada.
El autobús hizo la parada y fue nuestra señal para bajar. Comencé a decirle que no era cierto, pero mi ritmo cardiaco sé aceleró. Matt estaba justo frente de mí, a una cierta distancia. Aparte la mirada no quería que me sorprendiera viéndolo.
No sabía por qué, pero mi cuerpo reaccionaba a él siempre que lo tenía cerca. Fue así cuando lo vi por primera vez hace unos meses e hicimos contacto visual. Era el chico más guapo que había visto.
Me ilusioné ese día. Emocionada de volverlo a ver, pero mis ilusiones se fueron a la basura, cuándo lo vi más tarde con dos chicas una de cada brazo. Ellas o mejor dicho las chicas populares sé lanzaban a él siempre.
Como sí fuera una especie de dios y eso me molesto. Era un arrogante. Él y sus amigos escogían entre las mujeres como sí fueran platos para usarlos y después desecharlos. No solo fue ilusión mía había visto demasiado sobre Matt.
Después de eso lo veía con una chica diferente y después las encontraba llorando en el baño porque las había botado, después de acostarse con ellas. Era un bastardo. Matt utilizaba a las mujeres.
“Oh por Dios mira quién está ahí” dice Teresa emocionada. Sabía a quién se refería, en vez de volver la mirada hacia Matt, observe los ojos de Teresa que brillaban con cierta adoración al verlo.
Suspire y le dije “Detente, te sale baba” bromee con ella.
Ella me golpea graciosa “admítelo él es el chico más caliente de la escuela”
Negué y respondí “y también el más mujeriego”
Ella alza las cejas y sigue sonriendo “no está mal recrear tu vista por un rato o sí”
Suspiro frustrada “vámonos o llegaremos tarde” Teresa hizo una mueca, pero sé fue conmigo a regañadientes.
No mire en su dirección aún sí sentía su mirada en mí y mierda como me afectaba esto. Pero recordé mi desastrosa vida y me recompuse tenía problemas más serios con los que lidiar. Uno de ellos era sobrevivir.
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Updated 45 Episodes
Comments
Ye.
Si Megan sabía que el hombre con el que estaba tenía una hija y eso a ella le desagradaba entonces por qué se casó. ¡Ay, Dios, pobre Jenna, tener que lidiar todos los días con la vieja loca!
2024-06-23
2
Adela Rojas Gimenez
que lindas las chicas
2023-08-15
3
sciencie artist
Esta es la primera historia que leo y me parece muy interesante.
2022-12-22
9