Conociendo al principe.Part-1

Grito con emoción al verme en el espejo ¿Cómo puedo verme tan bien con un traje? Miro mis piernas cubiertas por unos pantalones finos de color negro y me siento emocionada, miro hacia el espejo y peino mi cabello con mis dedos, mi cabello está suelto y con ondas suaves, estoy usando un labial de color rojo y un poco de base para las imperfecciones de mi piel, me siento hermosa y espero que nadie arruine esto, eso espero.

Recibí un traje de dos piezas negro esta mañana, incluso me enviaron una corbata de un tono rojo oscuro, es la primera vez que no estoy oculta en la parte de atrás, estaré en el frente y representaré esta noche una de las mafias más importantes del país, sé que no debería emocionarme tanto, pero seré yo entre hombres que me considerarían no digna de ser parte de todo esto, seré la diferencia.

- ¿Lista? – escucho a alguien preguntar.

Miro hacia la puerta y suspiro, abro la puerta y veo a uno de los hombres del equipo, noto la sorpresa en su rostro ¿tengo demasiado maquillaje? ¿Qué tengo? Toco mis mejillas intentando limpiar lo que sea que tenga su atención, miro hacia el espejo y me acerco de inmediato, observo mi rostro y no puedo ver nada.

-Maldición. – dice.

-¿Qué tengo? Solo dime, Michael. – digo preocupada.

-Eres…- se detiene.

Me giro y miro hacia él, me acerco a él lentamente.

- ¿Qué? – pregunto.

Observa mi rostro y me siento confundida cuando su mano toca un mechón de mi cabello, lo acaricia por unos segundos.

-Todo el tiempo debes estar con el equipo ¿entendido? – pregunta. - No hables con nadie, solo nosotros podemos darte órdenes ¿bien? – pregunta.

-Si. – respondo con seguridad.

-Debemos irnos. – me recuerda.

-Quiero esperar a mi hermana, ella…- me interrumpe.

- Estarás bien. – me asegura. – pistola. – dice.

Por unos segundos no entiendo que intenta decirme, pero lo recuerdo, sonrío con inocencia y salgo del baño, tomo mi pistola y la guardo en la porta armas en mi cintura, cubro el arma con mi chaqueta segundos después. Miro hacia Michael y lo veo caminar hacia la puerta, salimos de mi habitación y segundos después nos encontramos afuera de mi edificio.

Subo a un auto que nos espera y Michael me sonríe intentado tranquilizarme, noto que estamos vestidos con los mismos colores y podría decir que es el mismo diseño, eso me hace sentir incluida en esto. Me quedo en silencio todo el viaje y cuando estamos cerca, siento que voy a vomitar al recordar aquel cazador ¿Cómo pude olvidarlo? Miro hacia todos lados sintiendo que necesito huir, olvide que estaré por horas en el mismo lugar en donde estuve prisionera con él.

Él no me lastimo, ni siquiera me toco, pero su forma de mirarme me hacía sentir molesta, aterrada ¿Por qué? Porque sentí que él me miraba como si yo le pertenecía y eso me asusta, no quiero que alguien me posea, quiero ser yo.

El auto se detiene y quiero gritar, sujeto el brazo de Michael evitando que pueda moverse, él mira hacia mí con confusión, sujeta mi mano y sonríe intentando calmar mis ¿nervios? No, estoy asustada ¿Dónde está Anton? sé que Anton puede patear el trasero de ese cazador, lo necesito.

-¿Olvidaste algo? – pregunta. – No necesitas un auricular, no es una misión, solo es una fiesta de despedida. – me recuerda.

-De acuerdo. – digo. – yo…- me interrumpe.

-Solo utiliza tu celular si algo sucede o acércate a uno de nosotros si alguien te molesta ¿de acuerdo? – pregunta.

-Si. – respondo, mi voz tiembla y él lo nota.

- ¿Qué pasa? – pregunta confundido.

-Necesito a Anton, no puedo entrar ahí sola. – respondo.

- Entrarás conmigo. – dice con diversión en su voz. – vamos. – me dice.

Sujeta mi mano con fuerza y me obliga a salir del auto, veo el auto alejándose del lugar y quiero correr detrás del mismo, suspiro e intento tranquilizarme, recuerdo que debo ser fuerte. Alejo mi mano de Michael y miro hacia mis tacones, no sé porque intento conseguir fuerzas en cosas materiales, pero funciona, me siento hermosa y debo sujetarme de eso.

Caminamos hacia la entrada del bar y entramos al lugar, veo algunas mesas ocupadas, pero no me detengo a observar nada, debemos llegar a la jaula y tomar asiento en nuestros lugares. Sigo a Michael con rapidez y cuando entramos al ascensor que se encuentra oculto en la parte trasera, siento que no puedo respirar correctamente, pero me mantengo en pie y eso es suficiente.

Cuando las puertas del ascensor se abren, me encuentro temblando, salimos del ascensor y caminamos un corto pasillo hasta una puerta de metal, la puerta de metal se abre y de inmediato somos golpeados con una fuerte música ¿Qué sucede aquí? Miro todo a mi alrededor con sorpresa, hay muchas personas sentadas en sus asientos y todos gritas cosas que no puedo entender ¿Por qué están tan felices? ¿llegamos tarde?

Me apresuro en seguir a Michael y cuando caminamos entre las filas de asientos me siento pequeña, muy pequeña, porque todos los hombres del lugar me observan ¿soy la única mujer aquí? Esto no me gusta. Me siento un poco aliviada cuando veo algunas mujeres, pero mi alivio desparece al ver que son acompañantes de hombres, prostitutas.

Michael sujeta mi brazo y miro hacia él de inmediato, me pide que tome asiento y eso hago, tomo asiento y noto que reconozco a muchos hombres, miro hacia los lados y veo a Anton sentado al lado de ¿Ben? ¿Qué hace aquí? Sonrío mirando hacia él y sus ojos se encuentran con los míos, sonríe hacia mí y levanta su copa de champagne ¿Por qué él si puede tomar alcohol? No es justo.

Miro hacia delante cuando las luces se apagan, toco mi pistola de mi inmediato y escucho a algunos hombres gritar insultos y luego reírse ¿Qué es esto? La única luz que regresa es aquella que cubre el ring y por eso puedo ver a un hombre de pie en el medio de este, sonríe con confianza y está vestido con un traje de color blanco, acerca un micrófono a su boca.

- ¿Estás listos para la última pelea? – pregunta con una sonrisa.

- ¡Si! – escucho a todos gritar.

¿Es la última pelea? ¿llegamos tarde? Pensé que serían muchas peleas.

-Calma, caballeros. – dice con diversión, su voz me hace sentir incomoda. – necesito organización o abandonaré está ciudad de porquería sin darles lo que quieren ¿quieren eso? – pregunta.

- ¡No! – gritan con diversión muchos hombres.

-Eso pensé. – dice el hombre. – como es tradición nuestra jaula dejará la ciudad después de que vean al hombre que nadie ha podido vencer, al único que nadie ha podido tocar dentro del ring ¿debo seguir? Ustedes saben quién es. – dice antes de reírse.

Recibe algunos insultos y eso le divierte.

-Esto es molesto. – escucho decir a Michael. – Habla demasiado para una pelea que solo durará un minuto. – dice con molestia.

Miro hacia él sorprendida ¿Sabe quién peleará? Antes de que pueda preguntar, el hombre sigue hablando y toda mi atención se encuentra en el espectáculo.

-Como invitado de la ciudad, tendremos a un hombre desconocido, no es irlandés. – dice con fingida molestia y algunos hombres gritan insultos. – Debemos dar oportunidades, por eso denle una bienvenida a Noah. – dice con una sonrisa.

Veo a un hombre entrar al ring siendo rodeado por gritos, insultos e incluso alguien lanza una copa de champagne, pero el hombre que se llama Noah no parece importarle, es alto y su piel es bronceada, su cabello es castaño. Sus manos están cubiertas por vendas y su cuerpo está cubierto por unos pantalones deportivos, lo veo saltar restándole importancia a los gritos.

- ¡Ahora tendremos sangre irlandesa! – grita el presentador de la pelea. – con ustedes, todavía invicto… el menor de los irlandeses, ¡Declan “infierno” Byrne! -grita con fuerza.

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