Actuaba como si su belleza fuera algo fuera de este mundo aunque la mitad de mitad de los miembros masculinos de aquel alumnado estaban detrás de ella. Eran apenas 2 a los que ya se imaginaban pegados a ella, tan solo porque era algo brillante que les habían puesto delante. Aunque cabe destacar que esos 2 cómo las otras 2 que siempre estaban junto a ella tenían el mismo aire de grandeza podríamos decir que eran el grupo de creídos del grupo.
Algo que no soporto de ella y lo que menos me agrada son sus comentarios racistas y despectivos encontrá de los vampiros o "chupa sangre" como le gusta llamarnos. A mí tampoco me gusta esta situación de tener que soportar a alguien así solo porque los líderes firmaron un pacto de paz y convivencia. Camine hacia la puerta para salir lo más rápido posible del aula, tan rápido que casi choco con un compañero al salir.
-Perdon, no estaba viendo por donde iva. -Dije levantando la mirada para verlo bien.
Al verlo lo reconoci al instante, era Franco, un amigo alto y delgado de piel clara (color marfil), cabello corto y risado color negro. El era alguien totalmente inconfundible.
-Cristal, justo te estaba buscando. -Exclamo Franco mientras me saludaba. -¿a donde ivas?
Tambien lo salude y para luego responderle;
-Iva al patio un momento...
No quise preocuparlo asi que intente ocultar mi incomodidad, no fue algo dificil en esta ocasion.
-¿Vos recien llegaste? -Le pregunte con curiosidad.
-Si, recien llegue ¿vos llegaste hace mucho? -Me contesto Franco.
-Habre llegado hace media hora o 40 minutos mas o menos. -Respondi con una sonrisa. -Te recomiendo que llegues mas temprano asi no te pierdes el papel principal como siempre.
Ambos caminaron por el pasillo, Franco era alguien con quien se podia disfrutar de una conversacion; era alguien muy amable y servicial. Aunque estaban conversando cabe destacar que clara y obviamente estaban pendientes de la hora para cuando comenzaran las clases.
Aunque confiaba en el una chica tiene que tener secretos y mi vampirismo es uno que no le revele. Se preocupaban por ello, piensan que en este país no hay vampiros y la verdad es que no quiero quitarles esa satisfacción. Es un tema de conversación que muchos usan yo Intentaba no escuchar siempre que podía evitarlo.
Y, aun así, por mucho que lo intentara... lo hacía. Ya sea en el autobús, o el patio del colegio de teatro o algún otro lugar así.
Era algo común desde que todo cambio, eran pocos los que pensaban bien de nosotros y son pocos los lugares dónde somos bien recibidos. Tarde o temprano al volver a alguno de los países donde ya habiamos vívido tendría que cambiar mi nombre. Me alegraba de que mi nombre se hubiera ido pasando de moda en las últimas décadas: qué molesto había sido en el pasado y es que no se imaginan lo aburrido que puede ser llamarse de una forma por más de 200 años.
-¿Cómo lo estas llevando?. -Me preguntó.
Fruncí el ceño, levemente.
-¿Pasando?
-Si con ella, se que... no la pasas. -Bromeo Franco.
-Sigo tu consejo y no le hago caso. -Conteste cortante.
-Aproposito ¿Tus hermanas no vinieron? -Le pregunto Franco con curiosidad.
-Si, se quedaron en la cocina. -Respondio Cristal. -Ellas no faltan ni aunque llueva.
Nayla, como de costumbre, estaria pensando en cosas normales: su mente contenía muy pocas sorpresas y por eso es la persona de la que menos podrían sospechar que estuviera involucrada con algo remotamente extraño ya que ella no tenía interés en eso. A veces pienso que si no fuera por nuestra costumbre de tomar jugo de tomate diariamente se olvidaría que es una vampiresa.
Nadie tenía una sospecha de ella ni de ninguna de nosotras y creo que la mayor razón es por ella. Le tengo algo de envidia y principalmente porque nadie tenía el rostro como tan simétrico como el suyo y creo que es una ventaja del vampirismo porque no se comparaba con los humanos que había allí.
Franco lanza una leve risa inclinandose hacia delante.
-Es verdad eso, aunque llueva ustedes vienen igual.
Entonces Cristal asiente con su cabeza y responde;
-Si, tiene que llover torrencialmente para que faltemos. -Aseguro Cristal con una sonrisa.
-Les gusta mucho el teatro eso se nota. -Coincidio Franco.
-La verdad que si, al despertar estaba pensando de que podria hacer hoy si nos hacen improvisar. -Respondio Cristal.
-¿Tu ya lo tienes pensado? -Le pregunto Cristal a Franco.
Franco hizo un gesto y se quedo callado un momento, no era algo común en el que solía mostrarse despreocupado. En ese momento tenía el rostro fruncido en un gesto de preocupación. El estaba bastante preocupado por algo. Es raro no verlo recurrir a toda su paciencia, normalmente el es el más calmo y reflexivo lo a sido desde que lo conocí allí. Nunca me sentía como un entrometido al preguntarle sobre sobre su vida, porque él jamás ocultaba nada. Me atrevería a decir que no había nada que pudiese decir en voz alta o poner en práctica.
Franco estaba notablemente preocupado aunque la razón no era algo "malo" o preocupante, simplemente habia algo que queria preguntarle a Cristal pero no sania bien como hacerlo..., el no ya lo tenia asi que ¿para que esperar?
-No, tampoco se me ocurrio. -Le respondio Franco a Cristal. -Se me ocurrio que si nos dividen en grupos de dos podriamos estar juntos, asi improvisamos juntos ¿Que dices?
Cristal volteo a verlo mientras continuaban caminando para responderle:
-Puede ser..., no es mala idea. -Respondio Cristal sonriente.
Al oir eso Franco esboso una gran sonrisa ¿lo habia logrado? No habia sido tan malo como el habia imaginado.
No estaba seguro de la respuesta y eso lo hacia temer a preguntar, pero un "si" era precisamente lo que el queria y fue lo que consiguio.
-Juntos haremos algo increible ya veras. -Exclamo Franco emocionado.
-Todos van a querer improvisar como nosotros. -Bromeo Cristal con sarcasmo. -Eran muy creidos, no sera "fuaaa" pero si haremos algo muy bueno.
Cristal miro su reloj y sus ojos se abrieron casi de par en par al ver la hora.
-¿Que paso? -Le pregunto Franco a Cristal confundido por esa extraña mirada que Cristal habia puesto.
-¡Ya es hora!, ¡ya van a comenzar! -Exclamo Cristal.
-Vamos entonces, "compañera". -Le dijo Franco a Cristal extendiendo su mano hacia ella.
Cristal solto una risita para tomar la mano de Franco y responderle con un "Vamos compañero".
Cristal y Franco caminaron uno junto al otro tomados cariñosamente de la mano, después de todo Franco era quien podía hacerla sonreír, y en quien ella sentía que podía confiar. bastante tiempo que pasaron juntos en teatro los unió bastante.
Todos se reunieron dentro donde se encontraron con el "director" del lugar y los maestros.
Santiago es el director de la escuela y era un hombre de aproximadamente 46 años y con una frente bastante amplia producto de la pérdida de cabello, blanco con su cabello largo hasta los hombros (con el que pretende distraer de la pérdida de cabello de la parte superior de su cabeza).
Junto a él se encontraban los profesores.
Quienes eran Sergio; el profesor de canto y Roma el profesor de teatro.
Sergio era un hombre de piel clara, apuesto, rubio y castaño corto, mientras que Julian era un hombre corpulento y de mediana estatura.
Además de eso estaban las clases de danza con la profesora Carolina aunque nos exigen más danza para las fechas donde se hacían los shows, cuando hay alguna presentación se ensaya ya sea canto, actuación o danza y la presentamos frente a un pequeño grupo de personas que en su mayoría eran familiares o amigos de los que asistimos. Si es algo obvio si se piensa aunque la verdad es que sea el público que sea y sea la cantidad de gente que sea nosotros lo damos todo y nos esforzamos al máximo para que las personas que asistan a nuestras presentaciones, se vayan con una gran sonrisa.
A teatro los chicos iban por dos razones;
Una de esas razones son las clases de música y canto donde van los que tienen actitudes de ser independientes mientras que otros (como es el caso de Cristal y de Franco) van para tomar clases de teatro donde el compañerismo es lo primero que se enseña.
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