Capítulo 3

Dimitry se fue a su mansión junto con su sobrina Elizabeth.

- ¿Tío?

- ¿Si pequeña?

- ¿Cuándo tendrás novia?

- ¡Elizabeth! Te he dicho muchas veces que eres muy pequeña para hacer ese tipo de preguntas.

- ¡Tío¡Yo no soy pequeña, además tú necesitas una novia muy bonita para que te haga compañía.

- ¡Si! Pero ahora estoy muy ocupado para estar pensando en eso, y tú tampoco deberías hacerlo, ¿Si?

- ¿No te pareció que Rousse era muy hermosa? ¿Por qué no le pediste su número?

Dimitry creyó que había hablado con la pared, su sobrina ni escucho lo que dijo.

- Elizabeth, ella podía tomar a mal que yo le pidiera su número de teléfono.

- ¿Y qué tiene tío? Si no lo haces dejaras ir a todas, Rousse me pareció muy gentil, amable y preciosa.

A Dimitry también le pareció muy hermosa, sabía donde trabajaba, así que si el quería podía invitarla a salir algún día.

- ¡Ay Elizabeth! ¿Qué te parece si compramos una pizza y vemos películas?

- ¡Todo para no hacer más preguntas de adultos!

Dijo Elizabeth haciendo un puchero mientras Dimitry solo sonríe y la ignora mientras se desvía para comprar la pizza.

Dimitry compra la pizza y se va a su casa para ver las películas de Disney con su sobrina...

Mientras que, por otro lado, esta Rousse, recuerda lo sucedido y en su mente únicamente aparece Dalila, cuanto quisiera algún día salir a hacer las compras con su hermana menor, llevarla al parque y comprar helados como lo hacía aquel hombre con su sobrina, ¿En serio piensas en esa niña o en su tío? Pregunta su subconsciente, a decir verdad ese hombre era muy hermoso, pero era imposible que estuviera con alguien como ella, además a Rousse solo le importaba recuperar a Dalila, pero debía tener un esposo para que eso pasará, así que no está nada mal creer en que aquel hombre pudiera algún día ser su esposo, siquiera en sus sueños.

Rousse estaba en su apartamento al día siguiente muy relajado disfrutando de poder dormir hasta tarde un domingo, hasta que escucha el timbre que no deja de sonar, al igual que su teléfono.

- ¿Acaso la gente no duerme?

Al mirar su teléfono el nombre de Diana aparecía en la pantalla... Dios, ¿Por qué mi amiga no duerme?

- Ya voy a abrir.

Dice a su amiga por teléfono, y se dirige hasta la puerta donde estaba Diana esperando por ella.

- ¿De verdad no duermes?

- ¡Rousse, son las diez de la mañana!

Rousse no había visto la hora, vaya que era un poco tarde, pero igual ella quería seguir durmiendo.

- ¡Oh! No pensé que era tan tarde, pasa.

Ella aún estaba en pijama y toda desarreglada, mientras que Diana estaba muy arreglada, ¿Cómo podía arreglarse tan bien solo para venir a verme?

- ¡He venido por ti! Vamos al centro comercial que está cerca.

- ¿Qué? ¿Estás loca? Yo ahora no tengo dinero y mañana me espera un gran día, debo buscar una empresa para hacer mis pasantías y obtener el diploma de secretaria.

- Entonces no hay problemas, vamos y pasamos por un salón de belleza, ¿Acaso te vas a presentar así en las empresas? Será para que nadie te acepté, y tranquila que yo pago todo. Te doy cinco minutos y nos vamos.

Diana lo decía tan tranquila, la familia que la adoptó era muy adinerada, tuvo mucha suerte, algunos domingos cuando ella viene nos vamos al centro comercial, y compramos ropa, joyas y muchas cosas más, pero yo me siento incómoda de que ella haga tal cosa, algunos domingos me hago la enferma, solo para quedarnos aquí en casa y así ella no pueda comprarme nada.

Pero ya no podía hacerlo, ella vio que estaba muy bien, así que no tenía de otra, me cambie para ir con Diana al centro comercial.

- Ya estoy lista.

Yo me puse un vestido y unas sandalias bajas y cómodas, sabía que hoy pasaría caminando de una tienda a otra con Diana, ya la conocía.

- ¿Por qué no usas tacones? Deberías acostumbrarte, cuando seas secretaria, o te gradúes debes estar presentable siempre y utilizar tacones.

- ¡Ok, Ok! Eso será en el futuro, ahora sólo vamos al centro comercial.

Rousse era muy terca, ella era feliz vistiendo de manera cómoda y sencilla, así que Diana se dio por vencida y no siguió insistiendo.

Las dos salieron del apartamento y se fueron al centro comercial en el carro de Diana, al llegar solo caminaron y caminaron, Diana entró a algunas tiendas y le regaló a Rousse un hermoso traje femenino con unos tacones negros muy elegantes.

- Sé que con esta ropa cualquiera va a quererte como pasante en su empresa, debes elegir dos más, así tendrás para ir siempre elegante.

- Creo que con uno está bien. ¡Diana, siempre me andas comprando todo! Me da mucha vergüenza.

Dijo Rousse con una cara de tristeza, estaba muy apenada con Diana.

- ¡Mejor haré como que no te escuche decir eso! Mejor vamos al salón de belleza, aún falta hacerte un cambio para que quedes hermosa.

A Diana no le importaba ayudar a Rousse, ella era como su hermana, compartieron muchos años juntas, y a pesar de que las separaron al ser adoptada nunca la olvido y tampoco la dejo sola, ya que siempre la visitaba, sus padres adoptivos tenían mucho dinero, y no les importaba cuanto ella gastaba.

Diana pagó los trajes de Rousse y se fueron al salón de belleza.

- Quiero que le hagan un cambio de look a mi amiga, que la dejen más hermosa de lo que es, si quieren le pueden teñir el pelo.

- ¿Qué? ¿Ni loca? ¡Diana, adoro mi color de cabello natural!

Es cierto que Rousse tiene un color de cabello muy hermoso, Diana pensó un momento y dijo...

- Bueno, está bien, ¡Hagan le el cambio pero sin teñir su pelo!

Rousse puso sus ojos en blanco, no había maneras de ganarle una a su amiga Diana, así que ella solo se sentó en aquella silla y dejo que los profesionales hicieran su trabajo... Le hidrataron el rostro, le cortaron, secaron y plancharon su pelo, y aunque no era el día de presentarte a la empresa le hicieron un maquillaje simple y le enseñaron como debía hacerlo para que tuviera un toque natural.

- ¿Esa es mi amiga la que acabo de traer?

Dijo Diana cuando miro a su amiga, estaba preciosa.

- Cualquiera que te escucha piensa que has traído a una indigente a este lugar.

- No te faltaba mucho.

Dijo Diana entre risas.

- No parece para nada graciosos.

- ¡Rousse, no seas tan aburrida! Ven, vamos por algo de cenar, estar aquí tanto rato me dio mucha hambre.

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Comments

Natalit

Natalit

que buena esa amiga son personas que de verdad uno necesita en la vida y bueno me queda sonando la edad de la hermanita de ella ya que ella tiene 21 si hermana 5 y sus padres murieron cuando ella tenía 15 eso quiere decir que su hermanita debe de tener como 7 o es que yo estoy mal

2023-04-06

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