La rubia negó frustrada y encendió la música a todo volumen, la voz de Sia retumbaba en el lugar, se levantó del sofá y fue deshaciéndose de la ropa hasta quedar desnuda.
Una risilla se escapó de sus labios al ver el desastre a su alrededor, solo de imaginarse la furia de Daira al ver su adorable departamento sucio hasta el hartazgo, hacía que su enojo mermara.
Luego de media hora de un relajante baño, una triste cena de vegetales y unos cuantos programas en televisión para calmarse, decidió que era hora de hablar con Daira.
Marco el número de su hermana sin importarle la diferencia horaria, cinco horas para ser específicos entre Nueva york y Londres
📱-Hola- la vocecita de Daira lo dijo todo, no solo estaba dormida, sino triste.
-Aun no te hablo- mordió de mala gana una zanahoria, esa que fue a buscar desesperada del refrigerador, no tenía duda alguna, esa no era vida para ella, las verduras y frutas no saciaban su hambre y lo peor era que debía acostumbrarse a comer lo que su hermana, para que no se dieran cuenta de las diferencias si tenía que salir.
-Peor, ha estado tan ocupado y cuando logro un mínimo contacto solo dice, señorita Collins, saluda y se va, como si no supiera que soy su futura esposa- Daira volteo en la cama para ver el techo, eran las 4 de la madrugada en Londres
-Te quedan solo tres semana- arrojo a un lado la zanahoria y abrió el refrigerador para armar un sabroso sándwich.
A la mierda diré que cambie la dieta- pensó al untar mantequilla en el pan.
-Ya se- resopló-¿pero que quieres que le haga? Es como si fuera un florero al que ignora por completo. - bufo y su mano masajeo la frente, por primera vez tenía que esforzarse para lograr la atención de un hombre.
La carcajada de Aramis atravesó la línea
-No te rías… grito… pero hoy se termina- aseguro viendo el reloj solo le quedaban dos horas de sueño
-No voy a preguntar- Si algo aprendió con su hermana, es que a veces era mejor no saber, por si la citaban a un interrogatorio, así no tendría que mentir.
-¿Cómo va todo por allí?- bostezo y parpadeo varias veces para mantenerse despierta.
Esa pregunta encendió la llama de ira que parecía estar extinta
– Voy a matarte Daira- rugió como leona.
-¿Hey que hice?- pregunto inocente, incorporándose en la cama y dejando caer su espalda en el respaldo.
-¿Dime quien carajos es Alexander Volkov?- tomo el plato con los restos de comida y camino al cuarto
-No me digas- La rubia abrió sus ojos como platos y sintió el aire escapar de su cuerpo al instante-
-Habla- exigió Aramis ingresando al cuarto
-Hermanita- hablo dulce.
-Hermanita una mierda, habla- Esta vez no iba a dejar que esa descarada le mintiera, juntaría todo y volvería a los Ángeles.
-Es el hijo de la decana- hablo bajito, como si quisiera que las palabras no fueran tan impactantes.
Ara blanqueo los ojos, conocía a la perfección esa vocecita- No me digas, ya lo sé tarada estuve con ella- hablo ofuscada.
-Oh mierda, ¿Qué hiciste? - preguntó alterada, el sueño desapareció al instante
-¡¡Yo!!- grito indignada sentándose en la cama
- Si tu-afirmo Daira frunciendo el ceño.
-El imbécil intentó besarme- escucho una risita burlona - no te rías- grito irritada
- Salí de clases con Rubí y de pronto sentí un enorme brazo rodear mis hombros\, cuando giré\, solo un poquito\, me encontré con esos enormes ojos azules y lo labios a pocos centímetros de los míos\, el muy imbécil iba a besarme\, entonces lo hice.
-Dime que no lo golpeaste- rogo la rubia cerrando sus ojos, como si de esa manera evitara oír lo inevitable.
-Bueno él se lo busco- se acostó y cruzo las piernas abandonado antes sobre la mesa de noche, lo que quedaba el sándwich.
-No, por favor no- rogo Daría, clavando sus uñas en el cojín
-Lo golpee con mi lindo puño- observo su manito cerrada en el aire
-Aramis voy a matarte, cómo pudiste, se supone que tu, eres yo y jamás, óyeme bien, jamás levantaría el puño a menos que fuera muy necesario, soy una dama. Grito, loca del odio
Aramis soltó una carcajada, ya se sentía mejor- Déjame decirte que fuiste una dama muy regañada el día de hoy
-¿Qué?- se puso de pie y camino por el cuarto a oscuras
-No te quejes, fue tu culpa por no decirme- esta vez era ella quien se encontraba relajada.
-Fue solo una cita, muy pero muy mala, puedes creer que él…
-No me interesa, no quiero saber que hiciste con ese imbécil- interrumpió, mirando las uñas en su mano libre
-No hice nada, y es por eso que no deja de acosarme, pero se me olvido ese detallito- se encogió de hombros- tch, mierda- susurro al dar el dedito chico del pie con la pata de la cama
-¿Que te paso? Pregunto al oír a la queja, pero luego recordó que debía mostrarse molesta- no importa y eso no es un detallito Day, es el hijo de la decana- le recordó
-Es muy guapo- hablo melosa mientras sobaba su dedito
-No me importa- frunció el ceño incomoda- ahora debo salir con él para evitar que tu enfrentes una junta disciplinar
-El muy imbécil lo logro- refunfuño la rubia sentándose al borde de la cama
-¿Que quieres decir?- interrogo curiosa girando en la cama para quedar pancita abajo con sus piernas subiendo y bajando
-Le fastidia que no haya caído en sus garras como todas. La única vez que salimos lo hice para que deje de molestar, es tan arrogante y solo me sigue porque no me puede obtener este reluciente y exuberante cuerpito. - acomodo su larga melena rubia a un costado y cruzo sus piernas
-Son iguales- suspiro y negó con gracia
- Claro que no- elevo la voz enojada\, como podía compararla con ese primate rubio.
-Te recuerdo que estas en Londres, porque el profesor no sabe que existes- sonrió triunfal, al oír el rotundo silencio a través de la línea
-Si sabe que existo- rebatió minutos después- solo que no acepta lo que su corazón dicta.
-Estás loca- carcajeo Ara
-Lo amo- rio del otro lado
-Ya basta, ahora se sincera ¿sucedió algo entre Alexander y Tu? - retomo la conversación, toda información serviría para no cometer errores con el simio albino, apodo que se ganó de camino a la casa
-No, claro que no- Daira mordió su labio inferior como si ocultara algo.
-No mientas- sentía que algo no estaba bien
-Jamás lo hice- declaro volviendo a la cama
-Day- la llamo en un tono amenazante.
- Bueno a veces, pero juro que esta vez no- su dedo índice se movió en cruz en sus labios rosaditos.
- Bien- suspiro agotada, tenía que dormir y pensar en cómo controlar al rubio
- -Te gusta? interrogo curiosa
- Tengo sueño- respondió volteando nuevamente en la cama, para ver el techo
- Vamos dile a tu hermana, ¿te gustas? - insistió entretenida al notar como Aramis esquivaba la pregunta.
- -No, Day, solo saldré con simio, para salvar tu pellejo… ¿hablaste con papá- cambio de tema evitando la incomodidad.
- -Sí, está todo bien- afirmo entusiasmada
- Ok, no olvides, no uses las tarjetas de la empresa o papá sabrá que estas en Londres y nos meterás en problemas- Era necesario recodar todo, Daira a veces era tan atolondrada que no pensaba con claridad.
- -Lo sé, no seas molesta- rodo los ojos como una nena siendo regañada
- -Nos vemos, cuídate loquita-
- Ara- la llamo antes de colgar
- ¿Qué? - pregunto y bostezo tanto que podía comer el teléfono
- Ya no golpees a nadie, solo por este mes, no olvides ser una linda damita- rio imaginado la cara de asco de su hermana
- -Sabes que esto te saldrá caro- la amenazo
- Te amo, cuídate – la llamada termino📱
- - Muy propio de Daira, evitando los cargos. - murmuro y sin más dejo que el sueño la venciera.
💕💕💕💕💕
Holaaa, volví, como verán, poco a poco vamos conociendo a las gemelas, pero habrá mucho mas, esperen a leer a Dalton en Acción.
Abrazos
💕Gaby😘😘😘😘😘😘😘😘
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Comments
Patricia Estrella Orozco
Estoy emocionada ya me lei la de los padres y me encantó.
2025-02-13
1
LectoraPR
Jajajajaja, para que no la juzguen como cómplice.
2024-05-12
1
PATUBELA
pobrecito Alexander 🤭🤣🤣🤣🤣🤣
2023-10-21
5