Cuando la película terminó, alcanzaban las 10 de la noche, daphne ya no tenía nada más que hacer, así que, decidió subir nuevamente a la azotea, tomo un swetter y emprendió su camino, comenzó a subir las escaleras mientras danzaba sutilmente, aunque era algo de lo más sencillo, cada que subía allí, a ese tranquilo lugar, podría asegurar que sus problemas quedaban de lado, no importaba la situación, después de mirar la ciudad, todo cobraba sentido ante sus ojos, por fin llegó a la puerta que la separaba de su oasis personal, al abrirla lo vió, estaba sentado en el balcón donde ella solía sentarse, en su mano reposaba un cigarrillo a media vida, las cenizas caían en el muro de ladrillos, sus ojos estaban cerrados, con una actitud imperturbable, ella se giro de mala gana con sutileza para no molestarlo, pero en su andar, tropezó con una lata vacía en el piso, haciendo que Erick abriera los ojos de inmediato, cambiando su expresión de tranquilidad por una de sorpresa, al verla se ensanchó una sonrisa en su rostro, llevo el cigarrillo a su boca y luego de exhalar el humo dijo:
"Hola vecina"
"Hola Erick, No quería molestarte yo..." alcanzo a decir daphne antes de ser interrumpida por una ligera carcajada del hombre.
"Tu no podrías molestarme" dijo mientras apagaba el cigarro en el muro de ladrillos "Me parece que este lugar era tuyo antes de mi llegada" sonrió dejando a la chica atónita momentáneamente
"En realidad así era" dijo ella con una sonrisa "pero podemos compartirlo ¿Desde hace cuanto viven aquí?"
"¿viven?" pregunto él
"Si, tu y tu novia" agrego ella
"Dahyana no vive aquí" contestó él con una risa amarga "Este lugar jamás sería el 'indicado' para ella"
"Pero ayer ella..." dijo daphne confundida
"Ah sí, ella suele quedarse a dormir en ocasiones" dijo Erick "pero hay días dónde quiero mi espacio, hoy por ejemplo"
"Si quieres puedo venir después, yo..."
Erick río por lo bajo y nego con la cabeza.
"No dije que quería estar solo, es solo que ella a veces es tan" suspiró "irritante" sonrió con amargura "La amo demasiado contra mi buen juicio, cuando decide discutir sin motivos no permito que se quede en mi casa"
"No creo que alguien discuta sin motivos" resolvió daphne
"Ah creeme, ella sí'
"¿No todos los hombres dicen eso de sus parejas?" pregunto ella
"Tal vez eso sea cierto" dijo Erick entre risas "Tampoco es mi intención que ella quedé como una antipática, es solo que" se quedó callado unos segundos "Es tan complicada, es difícil amar a alguien que siempre duda de tus sentimientos"
"Entiendo" dijo ella asintiendo con la cabeza
"¿También tienes problemas en el amor vecina?" pregunto el hombre con toque de sarcasmo
"No de ese tipo" sonrió ella " Ni siquiera tengo pareja"
"Imagino que por decisión propia"
"¿Por qué lo dices?"
"Vamos chica, no peques de falsa modestia, seguro que en casa tienes un espejo" sonrió Erick " y en caso de que no lo tengas, sé bien que muchas personas a tu alrededor estarán encantadas de elogiar tu apariencia"
Las mejillas de daphne se sonrojaron
"Gra cias" contestó dubitativa
"¿Es lo mejor que puedes hacer?" pregunto él con una sonrisa
"Creo que sí, no me tomo muy bien los cumplidos" dijo ella
"Entonces este será el último que te haga, lo prometo" dijo él mientras colocaba su mano en el corazón en señal de promesa.
Ninguno de los dos dijo nada más, Erick encendió otro cigarrillo y al fijarse en la mirada regañona de daphne, sonrió con más fuerza mientras negaba con la cabeza, la chica se sentó en el muro de ladrillos y comenzó a mirar a lo lejos, cerró sus ojos y comenzó a escuchar con atención el ruido de la ciudad, ella creía que cada lugar tenía un idioma diferente, Nueva York sin duda lo tenía, nunca había escuchado una ciudad como está, parecía siempre tener algo para decir, nunca había un silencio prolongado, eso le gustaba, la ayudaba a calmar su mente cuando estaba saturada, abrió los ojos y volvió a mirar el paisaje frente a ella, sonrió para si misma, se sentía renovada, ahora tenía nuevamente fuerzas para volver a su rutina.
Mientras el rostro de daphne cambiaba de expresión constantemente, Erick no dejaba de mirarla, nunca había conocido ningún rostro igual, sin duda habían muchas mujeres hermosas, gracias a su profesión, bien que lo sabía, pero nunca había encontrado alguien con una simetría tan perfecta, no solo eso, sino con unos ojos tan únicos como los de ella, quería fotografiarla, pero no creyó que fuese correcto hacerlo siendo tan poco el tiempo que llevaban de conocerse, seguramente habrían más oportunidades se convenció a si mismo, daphne que llevaba un rato ensimismada notó de reojo la mirada acechante de su vecino, con un aire de curiosidad giro su cuerpo y preguntó:
"¿Ha pasado algo?"
"¿Ah?" contestó Erick mientras salía de sus pensamientos
"Estás mirándome fijamente ¿Pasa algo?" pregunto daphne nuevamente
"No, nada" dijo el negando con las manos "Veía el color de tus ojos"
"Ah" alcanzo a decir ella "Bueno ya es hora de irme a dormir, nos vemos pronto"
"Seguro vecina" se despidió Erick llevándose los dedos a la sien.
Daphne bajo del muro y comenzó a caminar hacia la puerta de la azotea para irse, no sin antes darle una última mirada al hombre, quien nuevamente, había cerrado sus ojos, se dijo para si misma que algún día le pediría consejo para alcanzar ese nivel de paz interior, comenzó a bajar las escaleras y sin darse cuenta llegó rápidamente a su apartamento, entro en el y se metió en la cama inmediatamente, mañana volvía a su trabajo, su absurdo trabajo, si no fuera por la paga, se dijo, sonó el reloj sobre su cama anunciando las 12 AM, suspiró con tristeza, oficialmente sus vacaciones habían terminado, con eso en mente se sumergió en la bruma de sus sueños.
El despertador de daphne sonó muy puntual a las 6 AM anunciando el nuevo día que había delante de ella, había buscado la canción más alegre y sonora para despertarse, pero aún cuando puso todo su esfuerzo en la labor, seguía levantándose con frustración y odió, con una fuerza innecesaria apagó el aparato y salió debajo de las sábanas, se estiró con pereza y llevo su cuerpo a la ducha, puso una lista de reproducción animada e hizo su mejor esfuerzo por cambiar de humor, salio del baño y se puso su uniforme, una falda negra de tubo corte alta, acompañada con una camisa blanca manga larga de punto, también llevaba unos tacones de 8 centímetros color negro y medias Panti color piel, su melena roja era acomodada en un moño alto y su rostro debía ser maquillado a la perfección con sencillez y pulcritud, definitivamente odiaba su uniforme, de hecho odiaba su trabajo, le parecía un gasto innecesario de energía tener que dedicar tantas horas a una rutina excesiva, era realmente agotador.
Después de terminar de arreglarse fue a la cocina donde tomo un desayuno ligero, terminada la cuestión, salió de su casa y se encamino hacia su empleo, para poder superar sus días con éxito, Daphne colocaba el mayor empeño en convencerse a sí misma de que no era infeliz, al menos en su estadía en la empresa, era tan buena su actuación que nadie a su al rededor sospecharía de su repulsión hacia el lugar, más que al lugar hacia las personas que allí laboraban, muy pocos eran rescatables, en su mayoría era banales y por así decirlo olvidables, en los dos años que llevaba allí no había logrado entablar amistad con ninguno de ellos, solo le agradaba una chica llamada mirimah, trabajaba en contabilidad le parecía, siempre había Sido gentil, aún cuando muchas de las peticiones de su jefe le causarán problemas, nunca se había desquitado con daphne y por eso ella estába profundamente agradecida.
Entro en el edificio y de inmediato su sonrisa falsa apareció en su rostro, todos a su alrededor la saludaban y compartían pequeños actos de cortesía, lo típico, felicitaciones navideñas y esas cosas que suelen decirse para sonar agradables, llegar a su escritorio le pareció una odisea, al reincorporarse todos en la oficina había un bullicio y aglomeración en los pasillos, justo lo que su jefe más detestaba, ella sin prestar más atención a su alrededor comenzó a organizar todo los horarios de los días siguientes, en ese momento el silencio reino en el lugar, solo fue capaz de escuchar unos pasos que ella conocía bien, el hombre llegó rápidamente ante su escritorio con un gesto frío, ella se levantó de su asiento y saludo con su cabeza, para luego caminar tras de él hasta su oficina.
"Sr Retrem, buenos días" dijo ella en tono dulce
"Srta Bell" contestó el hombre "¿Que tal sus vacaciones?"
"Estupendas, Gracias" dijo ella "La primera cita es a las 9 AM con el señor Fabrizio"
"Excelente, Gracias señorita Bell" el hombre se sentó "Tráeme un café"
Daphne sonrió y asintió con la cabeza para luego retirarse del sitio, puedo haber dicho por favor pensó ella, aunque para que se molestaba, nunca lo había dicho, fue a la cocina y empezó a prepara el café, se lo llevó al señor Retrem y volvió a su escritorio, organizo rápidamente todo lo acumulado, el día paso rápidamente para su suerte, cuando cayó en cuenta ya era la hora de salida, se levantó de su escritorio y salió del edificio, estaba sumamente agotada, no quería ir directamente a su casa, por eso decidió pasarse por el restaurante donde trabajaba Susej.
Cuando llegó al lugar la chica la recibió con una sonrisa radiante.
"Daph" la llamo su amiga desde el bar "¿Quieres beber algo?"
"Hola Su" sonrió daphne de vuelta "Tequila por favor"
Susej le sirvió el trago a su amiga y está la bebió de un tiron.
"¿Daphne?" la llamo Erick desde la barra "Hola" saludo con la mano
"¿Erick? ¿Que haces aquí?"
"Trabajo aqui" contestó el hombre.
"¿Desde cuándo?" pregunto ella
"Desde hoy" dijo encogiéndose de hombros
"Es mi aprendiz daph" dijo Susej con orgullo
Daphne sonrió mientras asentía con la cabeza.
"Estoy segura de que se llevarán muy bien" agrego
Erick sonrió de vuelta y fue a atender a un cliente
"Es guapísimo ¿De dónde lo conoces?" pregunto Susej
"¿No lo recuerdas? es mi vecino" contestó ella
"¿El del incidente del pasillo?"
Daphne asintió con la cabeza.
"Ahora entiendo" agrego Susej
"¿Que cosa?"
"Si fuese mi novio yo tampoco lo querría cerca de ningúna mujer" dijo mientras se mordía los labios " es un Adonis"
Daphne se rió por lo bajo mientras negaba con la cabeza, su amiga sin duda era una admiradora de la belleza masculina.
"¿Cómo te fue en tu cita ayer?" pregunto daphne
"Excelente, ese hombre es divino, si que sabe lo que hace" contestó susej mientras se enrojecia sutilmente
"¿Vas a volver a verlo?"
"No lo sé, tal vez" contestó mientras se encogia de hombros " Por cierto las chicas saben que ya estás en la ciudad, quieren una noche de chicas"
Daphne sonrió pero no dijo nada, tomo sus cosas y salió del restaurante era suficiente por este día, se fue a su casa, se dió una ducha y entro en la cama, tomó su computador y comenzó a escribír, pero por más que lo intentaba nada lograba convencerla, con un resoplo de frustración la cerro de un golpe, lo coloco en la mesa auxiliar y se acostó en la cama, cerró sus ojos con fuerza y se obligó a dormir, a los pocos minutos cedió ante el cansancio y se durmió.
En la azotea Erick estaba sentado nuevamente con sus ojos cerrados y un cigarrillo encendido en su mano derecha, las cenizas caían en el ladrillo del muro y el teléfono en su bolsillo no dejaba de sonar, hacia ya dos días que no hablaba con dahyana, tampoco quería hacerlo, no quería escuchar lo que tenía para decirle, el hombre abrió sus ojos con lentitud buscando en la lejanía, la silueta de su visita nocturna, pero esta no llego, suspiró, tal vez eso era lo mejor, ahora no necesitaba ningún problema adicional que le añadiera leña al fuego de su novia, si, era lo mejor.
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Comments
así te saque canas verdes no la dejes
2022-09-24
0
ah señor Darcy es usted.?😻😻
2022-09-24
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