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...Mi padre se coloca de pie para tomar una botella de licor y beberla con brusquedad delante de nosotros, haciéndonos recordar cuan parecido es Ethan a él. Mis hermanas solo bajan la mirada a sus pies mientras que Joss y yo las intercambiamos pensando en lo que años atrás pasó....
– Papá...– Digo con toda confianza, atrayendo todas las miradas de sorpresa hacia mí– Se que debes tener una razón coherente para esto– Observo como suspira con pesadez para volverse a sentar en su silla.
– Yo también lo creo, pero no entiendo…– Joss me apoya.
– Ahora que no está Ethan, nos puedes decir– Juliet es la siguiente en hablar dejando el peso en ella–
No sé por qué eres de esa manera con él, pero al menos, una vez en tu vida, explica la situación. En mi opinión, esto parece un acto de cobardía.
– Julieth...– Susurra Jane al ver que por primera vez Julieth le habla a nuestro padre con poco respeto.
– Escuchen con atención–La voz de nuestro padre se agrava con nuestras opiniones, cosa que provoca un silencio y miradas interrogativas entre nosotros–
No soy cualquier persona para que me hablen de esta manera– Eleva un poco su voz haciendo que solo lo miremos fijamente– ¿¡Piensan que soy su compañero de juegos!? ¡Ya no son adolescentes!– Grita largando su vaso de cristal contra la pared para llevar ambas manos a su cara– Son mayores…
– Somos mayores, ya tenemos edad para saber todo– Digo al colocarme de pie– Se que hay algo detrás de esto, dinos que es.
– Su madre… fue secuestrada por los rusos. Estoy bajo amenaza– Gira su silla para darnos la espalda– Puta madre…
– Que hijos de...– Llevo ambas manos a mi cabeza para pensar en sus palabras mientras me vuelvo a sentar.
– Es por eso que nos querías casar con una de sus hijas– Agrega Joss haciendo que eleve mi mirada hacia él, el cual asiente.
– Yo lo haré– Julieth se coloca de pie llevándose las miradas de todos.
– Gracias Julieth, pero esas niñas no son lesbianas, ni tampoco tiene hijos que estén disponibles– Mi padre con un suspiro se coloca de pie para comenzar a caminar de un lado a otro.
– Entonces yo...– Digo al caminar hacia él y detenerlo.
– Quieren a Ethan– Larga con seriedad.
– ¿Ethan?– Pregunta Jane haciendo que nuestro padre asienta– Él… no puede…
– Padre, sabes que Ethan es un caso especial, es un autentico mujeriego que usa a las mujeres por su beneficio, es para lo único que les haya uso…– Agrega Joss con un poco de molestia.
– Es más, aún es un niño, parece un hombre de 23 años pero su comportamiento es como un adolescente– Julieth habla en el mismo tono.
– Dile eso a los rusos– Mi padre formula con seriedad– Sabes que Ethan es el mejor en esto, es como si hubiera nacido para esto, de pequeño le fascinaron las armas, comenzó con los robos a los ocho años, ¿no recuerdan cuando robó el zafiro de la mejor joyería? Prácticamente es el más capaz de ustedes cinco, y no es que diga que son los peores.
Miren, ahora lleva una carrera de piloto y maneja una empresa de tecnología– Todos bajamos la mirada aceptando lo que dice mi padre–
Ellos tienen a tu madre, y por un capricho no voy a perderla, prefiero tener a todos con vida que a uno muerto.
– Te ayudaré a convencerlo, pero a cambio quiero que dejes de ser ese padre tan frío que finges ser. Recuerda que el pasado es pasado– Dice Julieth al marcharse.
– ¿Alguien más sabe?– Pregunta Joss al colocarse de pie.
– Un amigo de México, tiene el mismo problema.
– Okay...– Suspira Joss para salir de la oficina.
– Quiero saber de esa persona…– Agrega Jane al observarlo fijamente.
– Conocerán a mi mejor amigo esta noche en la subasta, ahora vayan a prepararse que dentro de unas horas tenemos que estar allí–
Dice causando que ella se ponga de pie para salir.
– Deberías hacerle caso a Julieth– Digo al colocarme de pie para salir de esa oficina.
“Lo que nos espera en un futuro”
... Narra Ethan:...
– Así que es eso– Digo al llevar ambas manos a mi cabello, pensando en como mamá debe de estar sufriendo, pensando en si comerá bien o si al menos tiene un lugar cómodo para dormir–¡MALDITOS HIJOS DE PUTA! ¿¿QUIÉN MIERDA ESTABA A CARGO DE ELLA!? ¡NO PUEDEN HACER NADA BIEN!– Grito al ponerme de pie para lanzar todo por los aires.
– ¡ETHAN!– La bofetada de Julieth hace que la mire con sorpresa al ver que sus ojos irradian molestia– No te alteres– Retoma su postura al acomodar su vestido negro–… desordenaras tu bonito esmoquin blanco– Acomoda mi moño para luego comenzar a caminar con lentitud hacia la puerta.
– Okay, vayamos juntos– Digo al caminar detrás de ella.
Julieth fue la que me contó sobre lo de mamá y de ese acuerdo tan estúpido, según Julieth me veo obligado a casarme con una de las hijas del ruso si es que quiero que mamá vuelva a casa.
Mi padre esta muy alterado, y por lo que me dijo Julieth, está noche conoceremos a un amigo de mi padre el cual se halla en la misma situación por esos rusos de mierda.
Los cinco en silencio salimos de casa para subir a esa limusina negra que espera enfrente de la enorme casa, mi padre ya estaba dentro de la limusina por lo que comenzamos el viaje hacia la galería de arte.
Durante el viaje fuimos todos en silencio, Erick y Joss van vestidos con un esmoquin blanco mientras que Jane lleva un vestido plateado que se ajusta a su cuerpo, casi del mismo modelo que el de Julieth, solo que el de ella es negro.
Llegamos a la gran galería de arte donde está lleno de paparazzi, personas donde gritan al verme bajar primero de la limusina, chicas y chicos piden mi autógrafo cosa que no le doy a nadie.
Ayudo a bajar a mis hermanas para que al último bajen mis hermanos y padre. Julieth toma de mi brazo al sonreír mientras que Jane va acompañada de Erick y Joss los cuales sujetan de su brazo.
Entro a la gran galería donde puedo observar que el color que reina dentro de esa sala es el blanco, gris y negro, solo los cuadros contienen color en ellos, las personas están vestidas de los típicos colores, negro, blanco y gris, nada de color, solo tonos grises volviendo la sala en un completo aburrimiento.
– Síganme, les presentare a mi amigo– Oigo que dice mi padre por lo que lo cinco comenzamos a seguirlo entre las personas que beben champaña.
Caminamos observando a nuestros costados, esos cuadros que reinan en las blancas paredes de la enorme galería, las personas solo nos observan como si nunca nos hubieran visto. Mi padre detiene su paso al estar enfrente de un hombre gordo, casi calvo y de baja estatura; estando nosotros observando pudimos ver que ambos se saludan de una manera muy afectiva al estar rodeado de muchas personas.
– Ellos son mis hijos– Dice mi padre al presentarnos uno por uno.
– Mucho gusto, Antoni Kieffer. Se ven que son muy listos– Dice el viejo calvo–Me sorprende que hayas podido criar a cinco niños– Ambos ríen junto con mis cuatro hermanos como si eso fuera gracioso.
– Tu también tienes hijos ¿verdad?– Pregunta mi padre al esbozar una suave sonrisa.
– Si, tengo tres– El hombre sonríe de lado– En este momento...– Observa su reloj de muñeca plateado–… comenzaran un show.
Al dar por terminada las palabras del viejo, las luces se apagan dejando todo a oscuras, las charla de las personas cesaron al verse que están sin luz. De repente un agarre se siente en mi brazo cosa que sonrío al pensar que Julieth se asusta con la oscuridad… esa miedosa.
Una luz cae entre la multitud enfocando a un hombre que conozco, el cual en este momento toca un violonchelo con tanta precisión que las personas comienzan a asombrarse, la segunda luz cae sobre un piano el cual una chica vestida de blanco toca con delicadeza los acordes de sus partitura, y por sorpresa una mujer de vestido rojo, ajustado y con una pierna descubierta comienza a tocar el violín al dejar su cabello caer en la mitad de su cara.
La perfecta combinación de sus dedos sobre esas cuerdas dejan escuchar una hermosa melodía de Vivaldi, denominada “The four seasons”, las personas al igual que yo quedamos en silencio observando como el cabello castaño rojizo se balancea de un lado a otro por la rapidez de sus dedos y brazo al tomar el arco.
El concierto duró diez minutos, que fue donde las luces se encendieron dejándome ver que de mi brazo hay una chica extraña abrazándome, con un poco de desconcierto observo como la chica se coloca roja de vergüenza bajo las risas silenciosas de mis hermanos junto con mi mirada fulminante sobre ella. La chica se marcha como si nada hubiera pasado.
– Wow… es popular entre las mujeres– Dice Antoni con una sonrisa–Aquí están mis hijos– Agrega al observar a esas tres personas que vienen caminando entre los aplausos de las personas– Les presento a mi hijo mayor, Vladimir Anderson.
– Que gusto volver a vernos– Dice con una sonrisa para estrechar su mano con nosotros mientras que a mis hermanas les deja un beso en su mano.
– Mi segunda hija, Anna– Presenta a una chica que se ve totalmente inocente con ese vestido blanco el cual quedaba bien con su piano.
– Encantada de conocerlos...– Dice con una amable sonrisa.
– Y por último, ella es mi hija menor– El anciano sonríe de lado– Mi pequeña atorrante.
– Hola, un gusto en conocer- – La persona que menos esperaba queda inmóvil delante de nosotros como si viera a un fantasma– ¡Lorenzo!– Grita el nombre de mi padre con una sonrisa provocando nuestra sorpresa al ver que nuestro padre sonríe de lado– Creí que no te vería durante un tiempo– Abraza a mi padre como si él fuera el suyo.
– Taylor, la verdad es que no tenia planeado verte… pero me tomaste por sorpresa al ser hija de Antoni– Dice mi padre al abrazarla.
– El viejo pansa ancha… nunca me aclara las cosas. Ya sabes como es– Dice Taylor Anderson al sonreír con mi padre y el suyo.
– Tienes razón… Permíteme presentarte a mis hijos–Mi padre observa a Erick.
– Él es Erick ¿verdad?– Dice la engreída mujer.
– ¿Lo conoces?
– Sí, fue a casa de Vlad a saldar deudas esta mañana– Ella sonríe.
– Como ya conoces a Erick, debes conocer a Joss– Joss sonríe de lado al ser señalado– Ella es mi primera hija, Julieth. Ella es la menor, Jane y por último mi segundo hijo, él es…
– El temible Ethan Wells– Dice Anderson al sonreír de lado– Tiene tu carácter, pero es más pedante– Dice provocando que la mire con desagrado–
Un gusto en conocerlos, espero que nos llevemos bien– Sonríe como si fuera comienzo de una clase de preparatoria.
– Esto me fastidia, iré a beber algo– Digo al ver como mi padre me regaña con la mirada.
– Ethan...– Mi padre habla con firmeza.
– Déjalo Loren, es como un viejito gruñón– Sonríe al darme la espalda– Vengan conmigo, tengo asientos reservados para todos, así veremos quien se queda con el cuadro. Que gane el mejor– Sonríe al comenzar a caminar con todos detrás de ella .
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