Las vueltas de la nueva vida

Lidia y su madre se mostraron bastante emocionadas y comenzaron a revolotear alrededor de Vael, tratando de parecer casuales

—Cariño, creo que deberíamos entrar y dejar que tu distinguido invitado se presente como corresponde—Lauren, la madre de Lidia era una mujer bastante astuta y tenía el don de aparentar lo que no era

—Tienes razón cariño, señor Asdil, por aquí—Cuando Vael comenzaba a caminar se fijó en Nyssa, pero no le agradó la mirada llena de hostilidad que ella le dirigía, fue tanta la impresión que se había quedado quieto—¿Hay algún problema? —Robert Snow lo miró sin entender que pasaba

—No, no es nada, lo sigo—No pudo evitar quedarse mirando a Nyssa, cuando Robert lo notó sonrió con alegría

—Ella es mi hija mayor, Nyssa. Es bastante tímida, discreta y gentil—Robert no desaprovecharía la oportunidad de alagar a su hija, Vael se quedó mirando la espalda de ella, quien había ingresado primero a la casa

—Sí, parece bastante tímida—Lidia y Lauren miraron a Robert con molestia

—Mi padre siempre se pone del lado de esa perra—Lidia susurró a su madre aguantando las ganas de gritar, tomando aire cambió su cara y se acercó a Vael pareciendo encantadora—Señor Asdil, tengo entendido que habrá un casting para su nueva película “Amor durante la guerra”. Quisiera saber si es posible que me recomiende, haré las pruebas como las demás candidatas, pero sería todo un honor que usted pudiese hablar bien de mí—El aludido la miró alzando una ceja incrédulo

—No puedo recomendarla si no he visto su desempeño como actriz—Lidia lo miró aguantando el insulto

—Tiene razón Señor Asdil, pero tal vez pueda verme en el casting—Ella ilusionada tomó su brazo tratando de acercarse, Vael la miró disgustado

—Quizá si pasa las primeras rondas pueda recomendarla—Discretamente se deshizo de su agarre y tomó distancia

—No dude de que será así—Lidia sonrió radiante al tiempo que le guiñaba un ojo, coqueteando con él de manera descarada

—¡Lidia! Deja al señor Asdil, estás siendo descortés—Robert se había puesto verde ante la osadía de su hija

—Déjala cariño, son jóvenes, pasar el rato juntos no sería pecado—Lauren de inmediato salió en defensa de su hija, bajando el perfil de la situación

—Lidia tú…—Bruno contempló la escena apretando sus puños con furia, hace poco Lidia revoloteaba a su alrededor encantada, ahora que aparecía alguien con un poco más de influencia ella se olvidaba inmediatamente de él

—Lo mejor sería que entremos todos, no podemos estar toda la tarde parados en la acera—Robert trató de hacer como que nada había pasado e instó a Vael a entrar a la casa, una vez dentro solicitó al personal que le sirvieran té y pastas en el salón, guiando a Vael trató de que Lidia no fuese a incomodarlo, Nyssa por otra parte estaba un poco más alejada de todos. Bruno furioso contempló como todos parecían encantados con este actor y director famoso, lo habían desechado inmediatamente una vez que alguien mejor había llegado, no soportaría que alguien robara su lugar en la familia Snow, él se casaría con una de las hijas costara lo que costara. Una idea cruzó su mente cuando vio a la encargada con la bandeja con té y pastas, discretamente tomó una de las cuentas que había sobre uno de los adornos de la sala y la tiró en su camino, al pisarla la mujer resbaló y las bebidas calientes terminaron volcadas en Vael, una sonrisa de triunfo se coló en sus labios, pero la disimuló rápidamente. Nyssa lo miró, había visto todo, pero no era de su incumbencia si Vael terminaba con quemaduras graves. Lidia corrió a socorrer a Vael

—¿QUE DEMONIOS TE PASA? COMO NO PUEDES HACER ALGO TAN SIMPLE— Robert Snow furioso comenzó a gritarle a la sirvienta mientras ella se disculpaba una y otra vez con la cabeza gacha

—Señor Vael, quítese la camisa, eso debió estar muy caliente, sígame, lo llevaré a cambiar su ropa—Lidia inmediatamente aprovechó y puso un paño frío sobre Vael para mitigar el calor de las bebidas que habían caído sobre él. Ante ese acercamiento Vael se mostraba bastante incómodo

—Si… ¿Podría pedir la ayuda de la Señorita Nyssa? Quisiera que fuera ella la que me ayude a ver si realmente sufrí alguna quemadura—No solo la aludida sino todos los presentes se sobresaltaron

—Realmente… ¿Quiere que lo ayude yo? —Julia sentía como la adrenalina hacía bombear más rápido su corazón

—¡Señor Asdil! Yo podría atenderlo mejor que…—Lidia intentó detenerlo, pero su padre se lo impidió

—Claro que Nyssa puede. ¿Verdad cariño? Suban a la habitación de invitados, les haré llegar un botiquín con todo lo necesario y una muda de ropa—Robert los instó a subir inmediatamente, mientras que Lidia se quedó bastante molesta ante la preferencia de su padre. Julia comenzó a caminar lentamente mientras Vael la siguió en silencio, a medio camino, en las escaleras una sonrisa macabra surcó su rostro

—Espero que sea de gran ayuda para usted, señor Asdil—Julia tuvo el impulso de girar y patearlo para que rodara por las escaleras, pero eso no sería suficiente para matarlo, suspiró frustrada, estaba segura de que esta era una oportunidad que Adreyan le estaba dando y ella no la desaprovecharía en lo absoluto— Por favor, entre usted primero— Al ingresar a la habitación, notó que el botiquín yacía sobre la mesa, se acercó de inmediato para poder revisar si había algo que fuera de ayuda

—Me alegra que decidas ser tan diligente al atenderme—Julia lo miró por sobre el hombro

—Bueno, estoy siguiendo las órdenes de mi padre… Señor Asdil—él sonrió al tiempo que levantaba una de sus perfectas cejas en una mueca sardónica

—Siempre que quieras puedes acercarte a mí, no te comeré, a menos que eso sea lo que quieras—Julia lo miró con molestia, sin duda era un aprovechado. Tomó el botiquín y se acercó, mientras él se quitaba la camisa, dejando expuesto un torso marcado. Ella suspiró con fastidio, debía aguantar un poco más, esta era una oportunidad que no dejaría pasar, al dejar el botiquín en la cama, lo abrió encontrando unas tijeras quirúrgicas, estas tenían una punta que la podría ayudar en su cometido, al estirar la mano para tomarlas no pudo llegar a ellas porque él tomo su brazo sobresaltándola— No puedo creer que sigas molesta—Julia lo miró extrañada, de qué demonios estaba hablando—Apenas llegué no he podido apartar mi vista de ti, pero tú no me has hecho caso en ningún momento. ¿De verdad no me perdonas por no haber ayudado a tu hermana a entrar de inmediato en la película? —Julia se quedó quieta, ¿Nyssa tenía algo con Vael? ¿De dónde se conocían? ¿Por qué en ningún medio se había hablado de ellos dos?

—Yo…—Julia iba a hablar, pero en realidad no sabía que decir, cómo era posible que ellos dos tuvieran algo y nadie supiese nada

—No importa lo mucho que eso te moleste, no puedo pasar a llevar el trabajo de todas las demás candidatas solo porque quieres que ella tenga el papel principal—Vael tomó entre sus dedos un mechón de pelo, lo acercó a sus labios y lo besó, Julia lo miró con estupor—Puedes enojarte todo lo que quieras, pero al final del día, seguirás siendo mi esposa

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