¿Qué hace este tipo aquí?

Durante la semana en que debió descansar Julia revolvió la habitación de Nyssa, se dio cuenta de que ella quería ser diseñadora de modas y aunque tenía gran talento, algo no la había dejado publicar sus diseños, dentro del armario había ropa maravillosa y única, confeccionada por ella misma, encontró una caja con una inscripción de cumpleaños para su padre, la tomó y con delicadeza la dejó a un lado, aún no era necesario ver todas sus cosas. Cuando encontró el teléfono celular lo puso a cargar de inmediato, solo espera que la contraseña no sea difícil, mientras esperaba revisó los cajones y fue ahí cuando encontró un diario, eso podría ayudarla con algunas cosas además de los recuerdos que llegaban fugaces a su cabeza.

Cuando el teléfono estuvo cargado lo prendió y se alegró cuando notó que podía ser desbloqueado con su huella dactilar, de inmediato se fue a la página de noticias, leyendo sobre su muerte comenzó a temblar de furia

“Prominente estrella Julia Miller es encontrada muerta en habitación de hotel, se presume que solicitó el servicio de BDSM. Se encontraron distintos tipos de artículos para realizar ese tipo de actos sexuales…”

“Nueva estrella del entretenimiento muere al realizar fantasías sexuales despiadadas…”

“La nombrada mejor actriz secundaria muere por fetiches sádicos, todos se preguntan si ese fue el camino que la llevó al éxito…”

“Violenta muerte de actriz Julia Miller, fotos exclusivas aquí…”

Mientras más leía, más se enojaba. Habían arruinado completamente su imagen, ni muerta la dejaron en paz. Trabajó arduamente para poder obtener papeles en la industria del entretenimiento y se negó rotundamente a comenzar una relación para evitar cualquier escándalo, cuidó tanto su imagen que no podía creer que Vael Asdil la hubiera arruinado completamente. Furiosa lanzó el teléfono lejos y comenzó a pisotearlo en un arranque de furia

—¡Jamás te lo perdonaré! —No pudo seguir desahogando su ira, pues escuchó el llamado de Nina, cuando la dejó pasar prestó atención a lo que ella decía

—Señorita su padre está por llegar, la señora solicitó que bajara en media hora para darle la bienvenida

—Lo tengo, me cambiaré de inmediato

—Señorita, ya que el señor estará acá, tanto la señora como la señorita Lidia no podrán molestarla, pienso que tal vez sería bueno si usted lo habla con el señor—Luego de eso Nina se retiró dejándola sola. Julia se había dado cuenta de que habían estado acosando a Nyssa desde siempre, pero ella nunca dijo nada para no molestar a su padre, ahora que ella habitaba su cuerpo, no permitía que nadie la menospreciara. Se puso un una blusa de un rosa palo y una falda que le llegaba bajo la rodilla de un hermoso azul oscuro, bajó las escaleras mostrándose temerosa

—¿Papá ya llegó? Lamento haber tardado

—¿¡A QUIEN LE IMPORTA SI TE PRESENTAS O NO!? ¡NADIE EN ESTA CASA QUIERE VERTE! ¡SERÍA MEJOR SI NO VOLVIERAS A APARECER NUNCA! —Julia la miró sorprendida, Lidia era una muchacha preciosa, físicamente perfecta, pero tenía una actitud horrible

—¡LIDIA! —La madre la tomó del brazo hablándole severamente— Te dije que debías comportarte, mientras tu padre esté en la casa debes actuar de la mejor manera

—¿Cómo quieres que lo haga? ¿Acaso no la viste? ¡Mostrándose como tonta para tener la atención de Caleb! —Julia la miró detenidamente, si el recuerdo era real, Caleb era el muchacho que la salvó en la piscina. Un chico dos años mayor que Nyssa, de buena familia, estaba estudiando finanzas para poder hacerse cargo del negocio familiar. Era alto y de cabello cobrizo con unos hermosos ojos verdes, siempre atento a como se encontraba la dueña original. Se alejó de ellas hastiada, su padre debía estar llegando y ellas gritando como si nada, al caminar rumbo a la puerta principal se topó con una cara amigable, su nombre y su rostro llegaron inmediato a su mente.

—Bruno…—Él sonrió más ampliamente, según lo que leyó en el diario, él siempre visitaba la casa y rondaba a Lidia, pero la miraba de forma extraña, tal vez solo le interesaba ingresar a la familia Snow, era el hijo de uno de los socios del padre de Nyssa, también lo había visto llegar con Lidia cuando despertó en ese cuerpo, inexplicablemente se sintió nerviosa

—Tranquila Nyssa, Papá te adora, así que, aunque llegues tardísimo él jamás se enojaría contigo—La forma en que llamó al señor Snow “padre” era indicativo de quería formar parte de la familia

—Claro…—No supo que decir, ya que, todas sus alertas indicaban que debía mantenerse alejada de él, y por la cara con que su “madrastra” la miraba estaba segura de que querían a aquel pez gordo para ellas, suspiró, esas mujeres eran peligrosas, el claro indicativo de eso es que fueron capaz de matar a la verdadera Nyssa. Bruno hizo el intento de acercarse a ella nuevamente, pero fue interrumpido por Nina

—El Señor ha regresado—Julia salió a recibirlo

—¡Padre! —Ansiosa, se preguntó qué clase de persona era. Por sus recuerdos, fue una persona que inició su negocio de la nada, trabajando duro y con mucho esfuerzo. Pero había un interrogante mayor, ¿estaría del lado de Nyssa o de Lidia y su madre? Estando en la entrada de la casa, vio como el chofer abría la puerta para que el padre de Nyssa pudiera bajar

—¿Qué hacen todos acá? Saben que no es necesario este tipo de recibimientos—Julia lo miró asombrada, no sabía cuántos años exactos tenía, pero parecía joven, vestía un impecable traje azul oscuro con una camisa blanca y una corbata a juego, su cabello impecablemente arreglado, dándole un aire de sofisticación increíble, les sonrió de manera afable. Por un momento pensó que habría más sencillez en su forma de vestir, pero al pensarlo mejor, entendió que vestía bien para poder mostrar lo próspero que eran sus negocios—De todas formas, me alegra que estén aquí, el día de hoy he llegado con un invitado muy especial—después de decir aquello, hizo movimientos para que la persona que esperaba dentro del coche bajara. Al descender y erguirse, el nuevo cuerpo de Julia comenzó a temblar incontrolablemente, ella lo miró en shock, con una muda exclamación escapando de sus labios.

—Mamá él es…—Escuchó como Lidia le hablaba a su madre con una voz melosa y claramente interesada

—Sí…—De pronto Julia dejó de escuchar todo a su alrededor, imágenes de sus últimos minutos con vida comenzaron a pasar por su mente, de cómo hacían presión sobre su cuello cortando el paso del aire y una furia incontrolable se esparció por su cuerpo, porque ahí frente a ella, estaba el maldito que la había asesinado. Vael Asdil

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