cap 5

Pasaron los días y las semanas.

Narrador

Tras aquella noche, Rebeca y Julián comenzaron a pasar más tiempo juntos uno al lado del otro, disfrutando de la compañía mutua. Sin embargo, aun con los nuevos gozos de la pareja, María sufría complicaciones, pues los días transcurrían y a pesar de los esfuerzos por parte de médicos para tratar de controlar su salud, era cada vez más notoria la evidente fatiga en su rostro, se sentía física y mentalmente agotada al grado de querer desistir, trataba de luchar por su hija, pero la idea de parar se volvía poco a poco irresistible y ya no quería seguir sufriendo más, es por ello decide hablar con su hija acerca de su decisión.

Al día siguiente.

Rebeca

Buenos días, mami ¿Cómo amaneciste?

María

Bien hija ¿Y tú? ¿Cómo vas con Julián?

Rebeca

Bien mami, es solo que ¿Cómo te digo? 🤔

María

Pues hija, con palabras de frente, como siempre te he enseñado.

Rebeca

Pues, te cuento, ayer estábamos Julián y yo sentados en el sofá del cuarto, yo tenía mi cabeza en sus piernas mientras conversábamos de cosas sin sentido, es en este rato cuando yo me levanto y me acerco a él para darle un beso, ese beso comenzó como algo tierno lleno de amor y cariño, pero sin darme cuenta este se fue haciendo más intenso y demandante, no sé en qué momento terminamos en la cama, casi sin ropa y la verdad yo estaba dispuesta a entregarme a él pero ...

María

¿Pero qué? Hija, dime que te cuidaste.

No mami, déjame continuar.

María

Bien hija, continúa.

Rebeca

Bueno mami, de un momento a otro Julián se levantó, se metió al baño, se encerró y después de un rato salió ya arreglado para irse, lo más extraño es que cuando volvió no durmió en el cuarto conmigo y sé que paso la noche acá porque lo vi salir de uno de los cuartos del pasillo, pero siento que me ha estado evitando ¿Será que no le gusto lo suficiente? 😔

María

Para empezar esos son asuntos de pareja y yo no debo involucrarme, pero si te puedo aconsejar que no te llenes la cabeza de ideas, espera a que él se calme, se relaje un poco y puedan hablar, no asumas y concluyas antes de tiempo, habla con él, cálmate y despeja tu mente.

Rebeca

Está bien mamá, no me precipitaré y trataré de esperar.

María

Me parece muy bien hija, ahora, hay algo que quiero hablar contigo.

Rebeca

Si claro, dime mami.

María

Hija, quiero que me escuches sin interrupciones y que aceptes mis decisiones.

Rebeca

¿Qué pasa? Me asustas

María

Solo escúchame ¿Está bien?

Rebeca

Sí.

María

Hija, ya tenemos un tiempo con el tratamiento para mi enfermedad, como trabajadora de la salud conozco muy bien mi situación y sé que no estoy mejorando.

Rebeca

(interrumpe) Mamá, pero-…

María

(no la deja hablar) Pero nada, escúchame, ya lo pensé y tomé la decisión de suspender el tratamiento, esto no es vida, pasar lo último que me queda encerrada y postrada en una cama sufriendo los efectos de las quimioterapias es horrible, estoy viviendo ¿Cómo te explico? 🤔 una vida triste y yo deseo que mi tiempo restante lo pueda disfrutar, y aunque las quimioterapias me alargan tres días de vida por cada una de ellas, pierdo dos encerrada en un cuarto, acostada, vomitando y sintiéndome mal, para el tercero que me siento mejor debo repetir el ciclo y lo paso sentada recibiendo tratamiento ¿Crees que eso es vida?

Rebeca

Pero mamá...

María

Pero nada, ya tomé mi decisión y no pienso discutirla con nadie.

Rebeca

Mami, no comparto tu decisión, pero no me queda más que respetarla. 😭😭

María

No llores hija, mejor disfrutemos lo que más podamos y listo.

Rebeca

Bueno, mamá.

María

Bien hija, ahora, no quiero ser mala, pero quiero descansar.

Rebeca

Está bien mamá, te amo, descansa.

Se retira y la deja dando un beso en la frente de su madre.

María

(Pensamientos) Tengo que hablar con Julián y pedirle que cuide a mi hija, sé el motivo por el que se está comportando así, solo espero que no vaya a jugar con ella.

Tarde anterior con Julián.

Me encuentro con mi amada niña conversando de todo y de nada al mismo tiempo, cuando de repente siento que me da un beso que no tardo en responder, siento sus dulces y delicados labios en ese beso lleno de amor y cariño del que no me quiero despegar, es así que sin buscarlo con el pasar de los segundos se va tornando en un beso más apasionado y demandante, uno que nos llevó a estar casi desnudos en la cama y es ese momento donde tome uso de todo mi autocontrol para no terminar haciéndola mía, detengo todos mis movimientos y me levante corriendo para darme una ducha con agua bien fría.

Mientras me bañaba decidí salir de allí, pues sabía que si me quedaba junto a ella no iba a poder resistirme y honestamente mi amada merece todo, ella amerita que cuando la haga mía sea con la bendición de Dios, quiero darle todo y bajarle las estrellas si es lo que ella desea, darle una boda digna de una reina y bien, debo aclarar que nada de esto depende de si la hago mía o no, simplemente quiero cumplir su sueño porque la amo con toda la sinceridad de mi corazón. He de decir que también viene todo esto al caso gracias a una pequeña conversación que recuerdo haber escuchado hace unos días cuando mi princesa hablaba con su mamá.

Flashback

Iba pasando por la habitación de doña Maria cuando me detengo al escuchar esa parte de la conversación.

María

¿Y entonces que has pensado del tema? Tienes que comenzar a planificar, no puedes quedar embarazada.

Rebeca

Mamá, llegar virgen al matrimonio es el sueño de muchas mujeres.

(Se escucha que algo cae)

Rebeca se levanta de donde se encuentra sentada y sale a ver que ocurrió, pero no ve a nadie en el pasillo.

María

Hija ¿Qué ocurrió? ¿Qué se calló?

Rebeca

No sé mamá, no hay nada.