cap 4

Julián

Señora María esta será su habitación de ahora en adelante, en las mañanas llegará una enfermera qué se encargará de todos sus cuidados y sus medicamentos, no se preocupe, ella es de confianza, ha sido investigada previamente para evitar que ocurra algo.

Rebeca

Bueno amor, entonces bájame que quiero descansar.

Julián

Princesa, creo que no has entendido, esta es la habitación de tu madre, es únicamente de ella para que pueda descansar, esté tranquila y cómoda; pero ya te llevo a nuestra habitación para que la conozcas.

Rebeca

😳😳😳

¿Nuestra habitación? Pensé que yo dormía con mamá y tú en otra habitación.

Julián

No princesa, desde ayer te dije que no me separaría ni un minuto más de ti.

María

Y no lo ha hecho ni lo hará, hija, yo necesito descansar y tú necesitas estar cómoda para que sanen bien tus heridas (😈😈 María susurra al oído de Julián) No te vayas a pasar porque te las verás conmigo.

Julián

(responde también susurrando) No se preocupe, la respetaré.

María

(hablando normal) Bueno hija, me voy a descansar, estoy un poco agotada, más tarde iré a ver su habitación.

Rebeca

Pero mamá, no quiero irme, yo me quedaré a dormir contigo.

María

No, no insistas y mejor salte de aquí que quiero descansar, buenas noches.

Julián se retira con Rebeca en brazos y se dirigen hacia su habitación, al entrar Rebeca puede ver qué es una habitación un poco más amplia a la de su madre, tiene una cama inmensa en la cual Julián la deposita con sumo cuidado y se da cuenta de que no solo es de gran tamaño, sino que también es suave y relajante, donde puede comparar esa sensación con estar sobre una nube esponjosa, es un cuarto completamente abierto que tiene una puerta directa hacia un vestidor, también hay otra puerta de cristal por la cual se puede ver un gran y hermoso baño con bañera, ducha y todo lo necesario para pasar un relajante rato. Rebeca al paso de los minutos se levanta con cuidado de la cama y comienza a curiosear la habitación, entra al baño y puede apreciar qué hay un par de cada objeto en ese lugar, cosas como batas de baño, toallas, cepillos de dientes, pantuflas había dos pares de cada una, etcétera; y fue algo que no le paso por alto en ningún momento.

Rebeca

¿Con quién más has estado acá?

Julián

Con nadie mi amor ¿Por qué la pregunta?

Rebeca

Entonces, ¿Por qué hay dos de todo? ¿Vivías con alguien más?

Julián

Jajaja mi princesa está celosa.

Rebeca

¿Yo? ¿Celosa? Jamás, simplemente tengo curiosidad, porque sí, aquí solo has estado tú ¿Para qué necesitarías dos pares de pantuflas, dos cepillos de dientes, dos toallas y dos batas de baño?

Julián

Porque todo lo que encuentra aquí lo mande traer para ti, mande arreglar todo el departamento para que cuando tú llegarás no te hiciera falta nada, así que no te preocupes mi amor, tú eres la única mujer aparte de tu madre que han ingresado, son las primeras en venir a este lugar y las únicas también, ven te llevo un lugar. (la toma en brazos)

Narrador

Julián sale del baño con Rebeca en brazos y se dirige a su vestidor, al ingresar, ella queda asombrada con solamente de ver la cantidad de vestidos, faldas, pantalones, blusas, zapatos, bolsos, relojes, gafas y cosméticos qué se encontraban de un solo lado del vestidor, del otro se hallaban también una gran cantidad de trajes que se veían hechos a la medida, no podía creer que este hombre se hubiera tomado la molestia de buscar todo lo que ella pudiese necesitar y más, pues estaba segura de que le tomaría toda una vida poder usar todas y cada una de las prendas, Julián la baja al suelo y está puede sentir que no se encuentra frío.

Rebeca

El piso está caliente.

Julián

Sí, princesa, el piso de toda la habitación es térmico para que no sientas frío, si te levantas de la cama descalza, aquí encontrarás todo lo que consideré que pudieras necesitar, así que si algo te hace falta dímelo e inmediatamente lo mandaré traer, para ti cualquier cosa por mínima que sea.

Rebeca

¿Pero qué? Claro que no, acá no me hace falta nada, por el contrario, ni en dos días podría colocarme todo lo que has comprado para mí (pensamiento de Rebeca) Lo único que espero es que no me haya comprado ropa interior, eso sí, me daría mucha vergüenza.

Cómo si Julián le hubiera leído la mente a Rebeca, la saca de sus pensamientos diciéndole lo siguiente.

Julián

Princesa, en el cajón que se encuentra tu izquierda hay una variedad de ropa interior para que escojas la que más te guste.

Rebeca

😱😱😱😨😨

¡¿Qué?! ¡Esto no puede ser! ¡Qué vergüenza! ¿Cómo se te ocurrió hacer eso? Yo lo podría haber hecho sola.

Julián

¿Por qué te da vergüenza princesa? Al final seré yo quien te la quite.

Rebeca

Bueno, como sea, mejor no toquemos el tema y en su lugar sal de aquí que me voy a bañar.

Julián

¿Y no dejarás que te ayude?

Rebeca

Ni lo sueñes, sal (empujando a Julián lejos del baño y el vestidor)

Julián

Oh princesa, está bien, saldré, pero con cuidado porque no quiero que te lastimes, cualquier cosa me llamas y entro a ayudarte.

Rebeca

Está bien.

Narrador

Después de que Rebeca logra sacar a Julián del baño se dispone a llenar la bañera con agua caliente para disfrutar de un agradable rato, mientras la bañera se llena, Rebeca se dirige hacia el vestidor para buscar una pijama y dormir cómoda, lo que le sorprende al encontrarlas es que todas son demasiado pequeñas y sexis para lo que ella estaba acostumbrada, pero tampoco es como si tuviera muchas opciones entre esa categoría de ropa, podía llamar a Julián y decirle que le gustaría otro tipo de ropa para dormir, pero eso sería demasiada molestia para todo lo que ya había hecho por ella y su madre, sin mencionar además que el hombre tomaría muy en serio aquella petición y haría mover a todos por una simple prenda, así que sin más opciones toma una que consta de una pequeña blusa de tiritas con encaje y un pequeño pantalón igualmente con decoración de encaje, se acerca al cajón antes mencionado y comienza a buscar entre la ropa íntima que Julián le ha comprado, se da cuenta de que este tiene un muy buen gusto y encuentra una variedad muy grande entre cacheteros, boxers hilo dental y pantaleta clásica, así como también encuentra brasieres, tops para dormir y deportivos, también encuentra lencería muy sensual y sexy como babydolls para todo tipo de ocasión y demás variedades, pero está segura de que quiere algo sencillo y opta por una pantaleta clásica y un pequeño top o corpiño para dormir, al terminar de elegir todo se dirige hacia dónde se encuentra la bañera y le pone aceites esenciales así como algunas sales relajantes y se sumerge en ella por un buen rato.

Cuando se da cuenta de que el agua comienza a tornarse fría, sale de allí con dificultad para levantarse de la bañera y colocarse la ropa que había escogido momentos antes, se seca su cabello y sale del baño, al salir de este se topa de frente con Julián que está sentado al borde de la cama y lo único que llevaba puesto era un delgado pantalón de dormir sin llevar una camisa lo que desata una sola frase en Rebeca que iba acompañada de una toalla en la cabeza de Julián.

Rebeca

Vístete ¿Acaso no te da vergüenza que te vean casi desnudo?

Julián

(Acercándose)

No, y menos si eres tu 😉 además acostumbro a dormir desnudo.

Rebeca

(Sonrojada 😳)

Que pervertido, ahora que no estás solo si quieres dormir así (dirigiéndose a la puerta) iré a dormir con mi mamá y así tú duermes como gustes.

Julián

(asustado)

¡No! No, no, no, ¿Cómo se te ocurre? Tú duermes conmigo.

Rebeca