A las dos de la mañana, Erika y Camilo tocan la puerta de mi apartamento. Yo estaba sentado en la sala con un trago de escocés en una mano y el control del estéreo en la otra.
A un volumen bajo, escuchaba música clásica, algo que Mía solía escuchar.
Me levanto del mueble dejando el trago en la mesa de centro junto al control y camino hacia la entrada para abrir la puerta.
—Tocamos porque vimos la luz encendida— dice Camilo mientras entra de la mano de mi hermana. Ambos estaban vestidos muy elegantes y de pronto mi apariencia me comenzó a molestar. De modo inconsciente me lleve la mano derecha a mi rostro que estaba cubierto de una incipiente barba ya bastante larga.
—Se que no quieres que Mía se de cuenta que vives aquí pero... — Erika frena sus palabras y me toca el rostro — esto es excesivo Ez...
Sonrío.
—Pasen. Gracias por venir. Lo aprecio mucho— digo para cambiar el tema. Sabía que no le agradaba a la nueva versión de Mía Evans que vivía al frente. Que conveniente que durante los últimos seis años su nombre haya cambiado a Mía Martin.
—¿Cenaste? — pregunta mi hermana quien tenía ya muchos días preocupada por mi alimentación.
—¿De dónde habrás adoptado ese modo maternal? Mamá jamás fue así — digo solo por molestar
—Eres mi hermano y... me preocupas Ezra. No es sano lo que haces contigo mismo. Se supone que debes estar bien para poder traer de vuelta a Mía
—¿Cómo estuvo esta noche de ánimos?— pregunto con ansiedad. Allí estaba de nuevo el nuevo inquilino en mi garganta. Un nudo que no quería irse.
—Estuvo curiosa haciendo preguntas porque encontró unos álbumes de fotos de Bali.
—¿Le hablaron de Amanda?— digo con un hilo en la voz
—Si. Pero no la recuerda Ez.
Cierro los ojos y suspiro.
—Dios... esto es tan injusto— dice Camilo.
—Lo que es injusto es que cuando su mente regrese, le tocará revivir todos los dolores que se supone ya había superado— digo recordando cada muerte, cada funeral, cada lágrima que no pude consolar durante los últimos seis años
—Por cierto, Luca, el chófer de Markos llamó— dice Erika cambiando el tema
—¿Le dijeron a Markos del accidente?— pregunto abriendo mucho los ojos. No quería sumar otra muerte a la lista
—Se enteró por los Martin— dice Camilo
—Carajo...— me quejó
—Es su abuelo, igual tiene derecho a saber Ez... —dice Erika buscando calmar mi ánimo. Los malditos Martin habían complicado las cosas con su manera de disponer sobre que información decirle a Mía. Esa manía de mantener vivo a un muerto solo para matarla nuevamente cuando se entere de la verdad me tenía de los nervios. Ahora resulta que le fueron con la noticia del accidente a un hombre que está a medio infarto de partir de este mundo.
—¿Cuando regresa Mauricio de Suiza?
—En Marzo — me responde Camilo.
—Bien... para entonces Mía espero haya recuperado la memoria. ¿Ya recordó a su hermano?
—No... pero recuerda a Allyson— dice Erika en voz baja
—¿QUÉ?— grito indignado
—Ez...— la interrumpo
—¿Tu me estas diciendo que incluso en eso, Allyson me está jodiendo la vida? ¿La recuerda a ella? ¿A ella? — suspiro sintiéndome derrotado.
—Hermano, cálmate— interviene Camilo —Mira, han habido detonantes ¿De acuerdo? En el hospital, cuando Mía despertó, el doctor se refirió a ella como Señora Martin y allí pregunto por Danny. Cuando entro al apartamento, vio las cosas y recordó que si vivió allí. Recordó a Allyson porque vio una revista muy vieja en su baño y dijo que la conocía. Más no sabe que pasó con ella o porque la conoce.
—¿Y porque no recuerda a Bali o a Amanda, o a mi? ¿O a ustedes?
—Mia ha pasado por mucho Ez— dice Erika con voz suave — pero hoy paso algo positivo.
—¿Si? ¿Cómo qué? A ver ... — pregunto con los brazos cruzados
—Ella dijo que recordaba una casa en un árbol— Erika me mira con un brillo en los ojos — dijo que la sensación que le da ese recuerdo era de plena alegría.
El nudo de la garganta viajo a mis ojos y se volvieron lágrimas que comenzaron a resbalar por mi rostro. ¿Mía recordaba la casa del árbol? ¿Nuestra casa del árbol?
—Mira Ezra, nadie dijo que esto sería fácil pero te daré un pequeño dato para que te acerques... el doctor le mando a caminar en las mañanas. Quizá puedas intentar acercarte y trabajar de nuevo en tu amistad hacia ella. Que te conozca nuevamente y de pronto así, despiertan los recuerdos.
Erika tenía razón. Pero ¿sería yo nuevamente capaz de conquistar el corazón de Mía?
Los chicos se fueron casi a las cuatro de la mañana.
Entre a mi habitación y me deje caer sobre mi cama
...****************...
A las siete en punto mis ojos se abrieron de golpe. ¿Con que Mía comenzaría a caminar en las mañanas no?
Debía entonces averiguar la hora en que lo haría y unirme desde lo lejos al plan.
Me di una rápida dicha con agua tibia y diez minutos más tarde estaba en el balcón esperando que estuviera listo mi café y esperando a ver si veía algo de movimiento en el balcón de Mía.
La palabra acosador no se me salía de la mente pero son indecibles las cosas que los hombres hacemos por amor a una mujer. ¿No es acaso más fácil renunciar y buscarse otra en el enorme océano de mujeres que hay en el mundo? Si, pero Mía es la mujer que amo y me niego a renunciar.
Y más aún me niego a renunciar cuando se que ella me ama aunque me haya olvidado, se que el algún lugar de su mente, está intacto ese amor solo que tengo que encontrarlo. Tengo que demostrarle que la amo, que sigo loco por ella, que haré lo que éste a mi alcance y hasta lo que no, con tal de que regrese a mi.
A las ocho de la mañana una despeinada peliroja vestida con pijama y con una taza de café en la mano, sale al balcón. Aún no ha ido a caminar así que debía estar atento por si lo hacía.
Suena mi teléfono. Era Vania
—Señor Formaggia. Le tengo información del señor Enzo— dice con voz queda. Aún con mis ojos puestos en Mía oigo cada palabra de Vania y un dolor en mi pecho arropa mis sentidos
—¿Estás absolutamente seguro de lo que me estás diciendo Vania?
—Lamentablemente si señor Formaggia. Lamentablemente si.
—Llama a Camilo, dile todo esto y reunámonos en Watermill ésta tarde — Tranco la llamada sintiéndome asqueado. Camino con inercia a la cocina y me sirvo café con la mirada perdida. ¿Cómo carajos no me di cuenta antes?
Maldita sea
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Comments
Maigualida Ramirez
aquí hay un misterio el padre el hermano esa gente anda en algo
2024-04-20
0
Tatys Maramotti Silva
esta historia me tiene triste desde el final de la 1ra novela y sospecho que el hermano también esta metido en todas esas cochinadas 😡
2022-10-23
2
🍒CHELI🍒
Que sucedió, no nos dejes así 🥺🥺🥺.
2022-06-05
0