Las cosas habían mejorado; en cierta manera, me sentía mejor ahora que el examen había pasado y que había logrado hablar con Mark acerca de lo que había sucedido en su casa; si bien ahora me hacia bromas con ese tema, era mejor que estarlo evitando y sintiéndome mal por esta misma razón. Ya no lo veía de la misma forma, ese era mi único problema, ahora veía su rostro y su cuerpo y no podía evitar detallarlo, darme cuenta de que él tenía todo lo necesario para desempeñar ese trabajo, de ser un modelo webcam; una buena atracción para las chicas y algunos chicos.
Ahora mismo, podía verlo a lo lejos, con una chica hermosa a su lado. Rubia, de tez blanca, ojos verdes y una cara de muñeca que le hacía ver preciosa, sumando su cuerpo delgado como el de una Barbie, con su cintura pequeña, caderas grandes y pecho prominente. Ellos era la clase de pareja perfecta para cualquier lugar y ocasión, además de que eran la pareja perfecta para un trabajo como el de Mark.
Sin embargo, a pesar de que se vieran bien juntos, era imposible no darse cuenta de que nadie se fijaba en la manera de ser de Mark, nadie sabía que era un sarcástico de mierda, un bromista y alguien que también pasa por problemas; que come como si fuera un muerto de hambre, además de muchas otras cosas, puedo constatar que Mark no es solo una cara bonita y un cuerpo musculoso y sexi; también era un chico inteligente, amante de las películas de terror y las convenciones de superhéroes… y un gran amigo.
Mark tiene razón al decir que las chicas lo siguen porque saben que es rico y guapo, no por como es, también, cuando se dan cuenta de una de las cosas más profundas de él, se quedan, pero no siempre, finalmente, terminan dándole la espalda como si él fuera un chico cualquiera.
La semana de clases estaba nada de terminar, los minutos restantes eran poco así que en cualquier momento podríamos irnos todos. Las calificaciones de la semana de examen serían reveladas la semana que viene, así que podía dejar de pensar en ello. A pesar de que el trabajo de Mark como tutor había terminado, no dejaba de verme en casa por las tardes, seguía visitándome y hablando conmigo por horas mientras hacíamos la tarea; ahora era más abierto en cuanto a lo de su trabajo, cuando tenía que irse, me decía que se le hacía tarde para su grabación, yo no preguntaba más, pero cada vez hablábamos más de ello como si fuera un trabajo cualquiera, había llegado al punto de decirme cómo buscarlo y darme un código para que no gastará nada, sus palabras exactas fueron…
“Cuando estés aburrida puedes verme —guiño— por ser tú, entraras gratis, preciosa. Sé que tú tampoco eres inmune a mi”
Después de eso, le di un golpe en la cabeza y se fue riendo. Si bien la curiosidad era bastante, no me veía a mi misma pasando nuevamente por la vergüenza de verlo haciéndose un trabajo manual u otra cosa, él había dicho muchas veces que llegaba a acostarse con personas, como era su vida normal, no quería verlo coger con alguien, eso era para gente enferma.
Al finalizar las clases, él vino conmigo a mi departamento, pedimos pizza (que él pagó) y comimos mientras discutíamos de distintas cosas, como películas y cómics, no era muy fan de ellos, prefería ver las películas, sin embargo a él le gustaba hablar de ello y se veía muy emocionado contándome sobre el último que leyó. Para finalizar, vimos una película de terror; tampoco era muy fan de ellas, pero Mark las hacía más amenas, diciendo cosas graciosas y finalizando con ambos riéndonos de los litros de sangre falsa.
Al ser las 7 en punto de la tarde, el se marchó, de hecho mi madre y él se fueron juntos. Ah, se me había olvidado decir que mi madre apoyaba el que él viniera a hacer lo que quisiera en esta casa, verlo maldecir y burlarse de las películas le hacía mucha gracia a ella y la dejaba tranquila el saber que yo tenía a quien acudir en caso de alguna emergencia. Los vi marcharse a ambos, como si Mark fuera el hijo de mamá, tan apegados.
A más tardar las 9 de la noche, me encontraba más despierta que nunca, contrario a otros días que a estas horas yo me encontraba estirando la poca energía que me quedaba. Mientras veía los mismos videos de siempre, me sentí abrumada y picada por la curiosidad que me causaba ver el papel con la cuenta y el código de Mark en PornHub pegado con una tachuela a mi tapete de corcho en la pared. Lo miré fijamente, tomando una decisión; finalmente, me levanté con el celular en la mano y bajo un nerviosismo, busque la página e hice lo que no pensaba hacer aunque me pagarán, crear una cuenta en aquella página pornografíca.
Mientras me hacía la ciega con todos los anuncios en la página, busqué el nombre de la cuenta de Mark, al encontrarlo, pude darme cuenta que en ese momento estaba grabando, corrí a acostarme en mi cama y dejé el celular a un lado, no estaba segura de hacerlo, así que me tomó alrededor de cinco minutos volver a tomar el teléfono y pincharle para entrar; al hacerlo, la página me pedía que diera un pago o que colocará un código, me tuve que volver a levantar y ver el código en el papel, lo coloqué y antes de entrar volví a correr a mi cama, una vez ahí, le di en entrar.
Mientras el circulito de carga se llenaba yo estuve a punto de retirarme, pero la página fue más rápida que mis manos y está entró primero. Podía ver cómo la pantalla en el lado derecho de llenaba de comentarios y estos pasaban tan rápido que no podía leerlos, fue cuando escuché la voz de Mark, su rostro no se veía, solo la parta de su nariz hacia abajo, pero aún así, podía llegarse a ver qué portaba un antifaz de color negro para ocultar parte de su rostro, de alguna manera, me reí ante eso. Al igual que yo, se quejó de la rapidez de los comentarios.
Pero en un momento me invadió un sentimiento de miedo al ver que se detenía y sonreía abiertamente, mí mente me había dicho que él se había dado cuenta de que había entrado, era lo menos que quería, no había sido tan estúpida para usar mi nombre pero si que podía llegar a darse cuenta, de alguna manera, aunque no le viera la parte de los ojos, sentía que me estaba viendo.
Realmente, para mí había sido sorprendente el que solo estuviera hablando con las personas que se conectaban, nadie le ponía cosas obscenas ni pedía que se desnudara, era como ver a un joven hablando con sus amigos. Pero no iba a ser así siempre, cuando menos me di cuenta, comenzó a decir cosas en doble sentido y la gente le comenzó a contestar, lo vi quitarse la chaqueta, alegando que hacía mucho calor, cosa que entendí a dónde iba ya que yo me había hecho rollo en mis cobijas por el frío que estaba haciendo.
Fue así como únicamente terminó en bóxer. Estuve a punto de irme, lo ultimó que quería era verlo “apuñalar al gato”, pero el pequeño e insignificante gemido que soltó, con su voz ronca, sin siquiera haber hecho nada, me idiotizó. Me quedé, esperando a escuchar más de ello. Me sentí sucia por ver a mi amigo así, había fortalecido mi amistad con el de tal manera que podía decir abiertamente que era un amigo. Aún así, me quedé al "en vivo" de dos horas, en donde lo vi hacer y deshacer consigo mismo, escuché sus gracias por el dinero que le daban, sus gemidos y el sonido obsceno que hacía su mano en contacto con su miembro, el lubricante y su lubricante natural, haciendo un sonido chicloso que en vez de alejarme me mantuvo presente.
Sentí algo que punzaba en mi zona baja y un calor que me recorría por todo el cuerpo, no pude evitar cruzar las piernas y apretarlas, sintiendo una especie de alivio con ello, pero no lo suficiente. Las cosas se me habían salido de control cuando las ganas de meter mi mano entre mis bragas se estaban haciendo cada vez más fuertes, ya que el roce de mis piernas en mi zona baja no eran suficientes. Aún así, me detuve y no lo hice, no podía caer tan bajo, por mucho que Mark me haya dicho que lo viera, yo no quería pensar en él de esa forma.
Cuando él llegó a su último orgasmo y los espectadores (que al parecer se masturbaron con él) también lo hicieron, el hizo una rápida limpieza de su cuerpo y se despidió de todos, dejándome helado con sus últimas palabras.
—Espero que lo hayas disfrutado, Roxi.
Aquello no pasó desapercibido por nadie, todos preguntaron quién era, pero fue cuando el en vivo terminó y la pantalla se oscureció. El punto de todo esto era que… el nombre de mi cuenta era Roxi, un nombre que según mi madre tendría yo, de no ser porque mi padre ganó la batalla con el nombre de Rachell. Al parecer, Mark se había dado cuenta de que era yo, tendría que inventar me una excusa para que él no se burlara o me lo repitiera.
Mis nervios (y otras cosas) me dieron ganas de orinar, así que me levanté de la cama, y me sentí aún peor al sentir la humedad entre mis piernas, la excitación me había hecho lubricar al punto de tener mojadas las bragas y un poco del pantalón de pijama. Así que corrí al cuarto de baño y me di un baño de agua fría.
Mi conclusión era… maldito y estúpido Mark.
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