CAPÍTULO 4

POV VALENTINA

Después de la irrupción de Iván en  la empresa Chevalier, Claire dispuso de su tiempo para escoltarme por los alrededores de su empresa, en especial donde se llevaría a cabo la sesión fotográfica de los nuevos diseños. Al inicio fuí un poco tímida con los demás pero tal vez sería ilógico que lo fuera después de los gritos que lance cuando Iván estuvo aquí.

Todo irá bien – Claire me alienta, es la primera vez que tengo una amiga fuera de mi círculo familiar

Después del almuerzo conocí a la otra modelo enviada de la agencia de mi abuela, es un castaña muy hermosa de ojos color miel con un ligero toque de verde esmeralda.

Mucho gusto, soy Angèle Dupont – dice con una sonrisa elegante – Estoy lista para empezar

Y así fue como conocí a la que sería mi nueva segunda amiga.

Estuvieron maravillosas – nos halaga Claire, había sinceridad en sus palabras

Quieren ir a mi casa a cenar ¡¿Por favor?! – les pido, Claire acepta pero Angèle rechaza mi invitación

Por favor Angèle – le insisto – Yo misma prepararé la comida y verás que te gustará – se sorprendió por unos instantes pero al final aceptó

Ahora me encontraba preparando la cena, quería agradarle a ellas. Luego en un futuro cercano les presentaría a Stella, Katrina y las demás chicas.

Orlando le dice algunas cosas a Iván y el timbre resuena. Llegaron – me emociono

¿Tenemos visita? – inquiere mi primo y sé que ambos tomaron sus armas listos para algún ataque sorpresa

Ni se les ocurra asustar a mis invitadas – les reprendo antes de abrir la puerta, ellos ocultan el armamento que tenían y con una enorme sonrisa las recibo

Chicas que bueno que hayan venido – me lanzo sobre ellas para darle un par de besos en la mejilla a cada una de ellas

¿Tú? – la castaña se sorprende mientras sus ojos se desorbitan en dirección de Iván

Un gusto verte de nuevo preciosa – responde con coquetería, me había olvidado que tenía el dorso completamente desnudo

Ahora pensarán que mis primos son unos pervertidos – me reprendo mentalmente por obviar ese detalle, como estoy acostumbrada a ellos no suelo tomarlo en cuenta pero esta situación es diferente

¡Iván! ¡Colócate una camiseta! – lo fulmino con la mirada – ¡Tenemos invitadas!

Sopórtenlo – replica sin importancia – Estoy en mi casa – quedé con la boca abierta por sus palabras mientras se dirigía hacia el comedor

¿Y desde cuando se comporta tan altanero? – pienso, las chicas ingresa y una vez que cierro la puerta me apresuro hacia Iván a zancadas

¡Iván Martínez! – salto hacia su espalda mientras le jaloneo las orejas – ¿Quién te crees para hablar de esa forma a tu prima? – brameo – ¿Quieres que llame a Tía Irina para que te dé una paliza? ¡Vuelve a hablarme así y te irá peor!

¡Merde Tina! – se sacude de una lado a otro para que baje de su espalda – ¡Deja de jalonear mis orejas! ¡Me quedaré como un elfo!

¡Discúlpate con mis invitadas! – refunfuño

¡Está bien pero bajate! – hago lo que me pide y se gira hacia las chicas, Angèle intenta mirar a todas partes menos a mi primo

¡Uy! ¡Aquí huele a futura parejita! – río bajito para que no se den cuenta

Me disculpo por mis palabras – dice y se va hacia su habitación

Es divertido pasar tiempo con ustedes dos – dice Claire intentando reprimir su risa

Normalmente son así todo el tiempo – Orlan comenta, tiene una expresión más relajada y con una pequeña sonrisa 

¡Uy! ¿Otra parejita? – pienso al ver la interacción de la pelirroja con mi primo

Creí que él era tu novio – Angèle comenta con evidente vergüenza. Yo y Orlando lanzamos una sonora carcajada. 

¿Yo, novia de ese idiota? – sujeto mi estomago de tanto reír – Si no fuéramos primos, preferiría ser monja a estar con él

¡Basta de burlarse a mis espaldas! – gruñe, ignoro sus palabras y coloco la comida en la mesa

****

Muchas gracias Valentina, estuvo muy delicioso – dice Claire – Tienes excelentes dotes culinarios

Gracias – respondo con timidez – Es la primera vez que cocino para mis amigas

Concuerdo con la señorita Claire – menciona Angèle – Fue todo un manjar

Oh Angèle, solo dime por mi nombre – sonríe – Estamos entre amigas

Claire, tiene razón – intervengo – Debemos entrar en confianza. Así que pueden decirme Tina como lo hacen mis primos

Hablamos de algunas cosas sin importancia, de reojo notaba la intensa mirada de ese par aunque Orlan era más discreto que Iván ya que el muy idiota se la estaba comiendo con la mirada

Ehh bueno yo debo irme – Angèle se levanta del sofá – Mañana debo estar temprano en el trabajo

Si, yo también debo volver a casa o mis hermanos serán capaces de buscarme por toda la ciudad – dice Claire, se despiden de mis primos y antes de que cada una se vaya hablo hacia ellos ideando un plan para ayudarlos

Ehh Orlan puedes llevar a Claire a su casa – le pido con ojos de cachorrito – Es muy tarde y me preocupa su seguridad

Antes de que ella refute, Orlan sale del penthouse. Hago lo mismo con Iván que se lleva a Angèle de la mano.

Creo que debería ser cupido – sonrió orgullosa y antes de cerrar la puerta, Orlan regresa y me lleva con ellos

¡Eres idiota! – susurro mientras camino detrás de él – No quiero estar de violinista

No pienso dejarte sola y más con los problemas que están pasando – dice y frunzo el ceño

Orlando ¿Qué problemas hay? – inquiero, él permanece en silencio hasta que llegamos al coche, me ignora 

Muy bien, Orlan. Si así quieres comportarte conmigo ¡así será! – hablo dentro de mí

*****

Buenos días – saludo solo a Iván, él enarca una ceja intentando entender el motivo de mi disgusto pero antes que hable tomo las llaves de mi nueva moto “Kawasaki Ninja H2R”

Anoche la había solicitado y prometí darle un jugoso bono si lo conseguían en un par de horas, en la madrugada llegó con mi nuevo bebé y las llaves

Debo ir a trabajar, cuidense – me despido con seriedad, estoy segura que Orlan contratará algún guardaespaldas para seguirme porque estaba segura que trajo algunos de nuestros hombres pero con la preciosidad que adquirí hacerlo será misión fallida

Al subir a mi belleza y escucharla rugir de esa manera hace que mi mal humor cambie drásticamente, oh si… hoy iría a esas carreras nocturnas para estrenar como se debe a mi bebé.

Hola, Valentina – saluda Angèle con una sonrisa, me sorprendo un poco ya que ella nos había dicho que trabajaba en una prestigiosa empresa como secretaria de gerencia por medio tiempo

Hola Angéle – le devuelvo el saludo – No quiero ser entrometida pero me sorprende verte aquí ya que nos comentaste sobre tu trabajo como secretaria de gerencia

Ha sí, mi jefa me dió el día libre – hace una mueca, pareciera que estuviese celosa pero se recompone – Y pensé que sería más divertido pasar tiempo con ustedes

En ese caso ¡vamos! – le llevé del brazo, quien quiera que nos viera pensaría que somos amigas de años

Al vernos, Claire nos abraza eufórica, está muy emocionada y ¿la razón? Bueno… Ayer el atrevido de mi primo le dió un beso casi cerca de las comisuras de su labio haciendo que el rostro de la pelirroja adopte el mismo color que su cabello. Estoy segura que su madre lo vió o bueno puede ver el reflejo de una persona en la ventana del segundo piso

Después de una sesión de fotos productiva y alguna que otra oportunidad de clavar mi vista en las posaderas de los buenorros empleados de Claire, fui directo a la dichosa carrera.

Había hecho todo el procedimiento necesario para estar en la próxima carrera, los muy cabrones querían colocarme junto a los novatos. Nahh… podría aceptar el trato pero eso no estimularía nada en mí, sería pan comido. Lo que yo quiero es a competidores poderosos que me hagan “sudar la gota gorda” como dice Tía Paula

Lista, muñeca. La competencia será en cinco minutos – me informa uno de los hombres y me coloco el casco antes de salir, no quería que ninguno de esos desconocidos se comporte de forma contemplativa conmigo. 

Pero… si les demuestro que soy mujer querrán ir con todo su armamento – pienso pero ya estaba sobre mi bebé

Una mujer con ropa diminuta se coloca enfrente de nosotros, lista para dar la señal y todos damos inicio a la carrera. Rebasé a dos coches, tres… cuatro hasta quedar a la par con uno de ellos. Giro un poco mi cabeza hacia el lado del copiloto de mi único contrincante, con una mano estaba llevando el control de mi bebé, coloqué dos sobre la altura de mi frente haciendo un ademán de despedida y logré sobrepasar pero él no se rendía fácilmente y arremetió con todo volviendo a quedar a la par durante casi todo el trayecto de la carrera. Faltaban solo 500km de distancia para alcanzar la meta y aceleré aún más, no iba a dejar que me ganara y cuando él creyó que ganaría hice una maniobra para quedar enfrente de él y así gané la carrera.

Vaya, este tipo si logró hacerme sudar la gota gorda – dije y de esa preciosidad de coche salió un hombre alto, de la misma estatura que Arman y Anton – Vaya, tremendo gigantón – dije pero él cabroncito estaba buenisimo que daban ganas de comerlo con ropa y todo

Deseché esos pensamientos lujuriosos que pasaron por mi cabeza lista para recibir el dineral que recibiría aquel que quedara en primer lugar

Pequeña tramposa – dijo el hombre con ese acentito español, me giré enarcando una ceja

No hice trampa – respondí orgullosa, supuse que hombresote solo hablaba en español – Solo fuí más rápida y ágil

Solo eres una niñata – dice con burla y sube a su coche

¿Niñata, yo? – me sentí ofendida – ¿Quién se cree este gigantón? – subo a mi bebé y hago una parada en un bar cercano y allí estaba ese gigantón intentando zafarse de una rubiecita

Pasé por su lado intentando no llamar su atención pero logra sujetar de mi muñeca y arrastrarme hacia las escaleras

¡Oye, idiota! – espeté molesta pero ni se inmutó con mis palabras – ¡Sueltame! ¡Sé que hablas en español, no pretendas que no me oyes! – bufé, no estaba prestando atención hasta que abrí los ojos sorpresivamente al ingresar a una habitación

Es hora de quitarte lo altanera – dice y me besa de forma brusca y posesiva haciéndome ver las estrellas

Es..pe..ra – balbuceo entre sus labios pero no obedece, él lleva el control sobre mí

¡Shh! – coloca un dedo sobre mis labios cuando nos separamos del beso tan candente que me dió – Ahora llevo el mando – susurra cerca de mi oído y al verme a los ojos se ríe de forma burlona – ¿A que te ganaste la bobaíta de un millón? 

Oh no, algo me dice que esta noche irá para largo – pienso al sentir sus labios sobre mi cuello…….

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