CAPÍTULO 1

POV VALENTINA

Estaba en el hangar, lista para abordar el jet hacia Francia y mis padres estaban allí dándonos una despedida

Te voy a extrañar il mio piccolo uragano (mi pequeño huracán) – dice mi padre dándome un fuerte abrazo, al separarnos rodea con su brazo la cintura de mi madre – Mi ángel ¿Y si vamos con ellos?

Cielo, debemos dejar que nuestra niña empiece a volar – responde mi madre con una sonrisa tan tierna que derrite a todo aquel que la vea – Además has forzado a Orlando e Iván a que vayan para que la cuiden. No debes preocuparte

No se preocupe tío. Nosotros cuidaremos de Tina y alejaremos a cualquier idiota que se le acerque – dice Iván y yo ruedo los ojos – Me tratais como una cría – refunfuño 

Pero si eres nuestra niña – dice mi padre con una expresión exagerada de dolor

No seas dramático, Vincenzo – interviene tío Roberto que llega junto a tía Irina, tiene el mismo rostro inexpresivo que Orlando – No se irá a la guerra. Solo trabajará en Francia

¡No intervengas idiota! – replica mi padre, mi madre suspira haciendo que mi padre se tense – Ehh mi angel hermosa….. no es una pelea, solo lo digo de forma amistosa a mi hermano

Jajaja Tía Nina tiene bajo su dominio al tío – susurra Iván 

¡Ay mis niños voy a extrañarlos mucho! – dice tía Irina a Orlando e Iván dandoles un sonoro beso en cada mejilla a ambos luego gira su cabeza hacia su esposo para darle una mirada de advertencia y seriedad – Espero que tampoco me digas que soy una dramática

Tío Roberto sonrió de lado levantando ambas manos en son de derrota. 

Nuestro padre también está bajo el dominio de nuestra madre – menciona Orlando hacia Iván, mi padre aprovechó las palabras de mi primo para burlarse de su hermano

Puff Jajaja tus propios hijos se burlan de tí – dice con una sonora carcajada, mi madre le da un ligero golpe en las costillas y se separa de sus brazos para acercarse a mí

Sentía que mis lágrimas amenazaban por salir, realmente iba a extrañar las locuras y bromas de mi padre y la calidez que mi madre siempre transmitía en sus palabras, en sus acciones, ella era la luz para mi padre, Nikolay y para mí. Estaba empezando a dudar si debía irme a Francia, un país donde no conocía a nadie y no tendría a toda mi familia cerca.

Mi pequeña demonia, no dudes nunca sobre tus sueños y lo que más anhela tu corazón – me abraza mientras acaricia mi cabeza – Siempre apoyaremos cualquier decisión que tomes

Gracias mamá – respondo devolviéndole el abrazo, ella siempre conocía mis miedos e inseguridades, sabía cómo leer mi interior

Cuidate, mi niña – se acerca la gemela de mi madre para abrazarme y yo respondo gustosa.

Los tres subimos al jet listos para nuestro destino…. Francia

En pocas horas llegamos a nuestro destino, en allí ya nos esperaban dos coches uno negro y otro rojo

Ustedes vayan al penthouse – Orlando habla y le entrega a Iván las llaves del mismo – Necesito hablar con unos supuestos aliados. Cuando vea que será seguro volveré con ustedes

Esta bien, ten cuidado – contesto – Si necesitas ayuda no dudes en pedirlo

Orlando asienta, él es el único que sabe todo el entrenamiento que pasé para poder defenderme y poder contraatacar si me siento amenazada. Mi madre siempre mencionaba que ella al ser la menor siempre la protegían y subestimaban su capacidad de tomar un arma o pelear por esa razón ella decidió que yo no pasaría por lo mismo

...FLASHBACK...

Hija, sabes que tú, tu hermano y padre sois mis más grande regalo que la vida pudo darme – dice ella con una sonrisa nostálgica – Y lo que menos quiero es que llegue a pasarte algo malo o te encuentres entre la espada y la pared

Mamá, no entiendo a qué te refieres…. – digo con un tono un poco preocupado

Tus tías… – suspira – Pasaron por muchas cosas malas con tal de protegerme. Siempre agradeceré el cuidado y el amor que me brindaban pero a veces me sentía inutil e impotente – toma mis manos entre las suyas – No quiero que te llegues a sentir así algún día. Por esa razón…. vas a entrenar – dice y mis ojos se iluminan – Tu entrenamiento será el mismo que se le da a todos tus primos ¿Podrás con ello?

Si mamá, ¡yo puedo! – respondo con firmeza – Puedo protegerme a mí misma y protegerlos a ellos

¡Esa es mi niña! – me abraza y sonríe con orgullo

...FIN DEL FLASHBACK...

Ey Tina ¿Que sucede? – cuestiona Iván con tono preocupado – ¿Te sientes mal? ¿El viaje te afectó?

A veces eres peor que mi papá – ruedo los ojos – No tengo nada. Estoy perfectamente bien

No me mientas, Tina – replica – Te conozco como la palma de mi mano y sé cuando algo te preocupa o cuando estas mal o al menos….. no sueles estar callada ya que hablas hasta por los codos

¡Oye! ¡Te estas pasando mil pueblos! – reprocho, él se ríe – Ahora si eres Tina Licciardi

Ambos nos reímos, el coche se detiene ante el semáforo en rojo, giro mi cabeza hacia la ventanilla cuando veo a una mujer arrastrarse por el suelo y detrás de ella un hombre con un buen físico y mirada amenazadora, tenía en sus manos lo que parece ser el bolso de esa mujer

¡Ese idiota! – susurro y salgo inmediatamente del coche ignorando el grito de Iván hasta llegar a ellos – ¡Espèce de lâche stupide! (¡Estupido cobarde!) – el hombre me observa enarcando una ceja luego vuelve a mirar a la mujer que se arrastraba por el piso

Des renforts? (¿Refuerzos?) – cuestiona con esa voz tan ronca y masculina que…. sacudo mi cabeza eliminando esos pensamientos tan tontos en esta situación en la que me había involucrado, en un abrir y cerrar de ojos me apunta con su arma – Que vas-tu faire? (¿Qué harás?)

Sonrío de lado, sabía a la perfección el tipo de arma que llevaba y sin darle tiempo a reaccionar lo desarmo en un dos por tres, su mirada se volvió más oscura y amenazadora. Lo sé, el francesito no se veía nada contento. Levantó su vista de mí para mirar un poco más arriba, supuse que era Iván intentando sacarme de esta situación sin causar alboroto.

Ils viennent avec moi (Ellos vienen conmigo) – la voz seria de Orlando me hace girar, mordí mi labio inferior, mi primo estaba molesto

Estaba a punto de hablar cuando siento que me falta el aire, Orlando se limita a observar mientras que Iván intenta acercarse a mí pero el muy cabrón me sofoca aún más, finjo que pierdo las fuerzas y la consciencia cuando siento que su agarre se aflojó impulso mi cabeza hacia atrás con todas mis fuerzas, cierro mi mano en un puño y lanzo un golpe a su nuez de adán dejándolo sin aire

Figlio di puttana! Mi hai quasi ucciso! (¡Hija de p***! ¡casi me matas!) – dice el hombre de cabello castaño con dificultad, un pésimo acento italiano y observa a mis primos con el ceño fruncido – Ordina a tua moglie di restare fuori dalle questioni private! (Ordena a tu mujer que se aleje de asuntos privados)

Attento alle tue parole Gautier! (¡Cuida tus palabras Gautier!) – reprende Orlando en tono gélido y expresión infernal – Stai parlando con una delle principesse della nostra famiglia! (¡Estás hablando con una de las princesas de nuestra familia!)

Fernand! Nuestra madre se enfurecerá si perdemos la doble alianza de los Licciardi y los Volkov – interviene el hombre que estaba a lado de Orlando con el rostro inexpresivo, el castaño chasqueó la lengua y salió del callejón

¿Estás bien? – cuestiona Iván con preocupación mientras escaneaba mi rostro y cuello, frunció su ceño –¡Mira como te dejó ese imbécil! ¡Está roja!

Ese idiota está peor – reí al recordar su rostro colorado por la falta de aire consecuencia del golpe que le dí

Debiste matarlo con ese golpe – dice entre risas, Orlando solo nos observa y niega con la cabeza

Pequeña, llevamos unas horas en la capital parisina y vienes a buscar problemas – dice mientras revuelve mi cabello

¡Ey, el cabello para una dama es esencial! – reprocho mientras le doy un golpe en su mano – ¡No lo toques de esa forma tan brusca!

Vamos, pequeño huracán – ríe y me lanzo hacia él para engancharme de su brazo, siento su cuerpo tenso una clara señal que está controlando su impulso de asesinar al castaño – Menos mal estuve cerca y te ví bajar del coche – menciona mientras abre la puerta del Audi R8 color negro, un auto precioso pero prefiero las motos

Orlan… ¿podemos traer a mi bebés? – pregunto luego de unos minutos en silencio por la carretera

Mmmm ¿asistirás a esas competencias? – interroga, yo asiento y él suspira – Solo dos de tus bebés y… – me entrega una pequeña caja – Quiero que no te quites nunca ese rastreador ¿De acuerdo?

¡Merde! Lo sabía, aunque él sabe de mi entrenamiento le preocupa tanto mi seguridad que me cuida como si fuese una cría 

¡Bene! – respondo haciendo un puchero, llegamos a una casa muy hermosa, de arquitectura renacentista

Parece la casa de la realeza – digo embelesada por la fachada de aquella casa, ¡que digo! gran castillo

Buongiorno, piacere di conoscere (Buenos días, un gusto de conocerlos) - dice una mujer de cabello oscuro, elegante de ojos color gris – Il mio nome è Roxanne Chevalier (Mi nombre es Roxanne Chevalier)

¿Roxanne Chevalier? – pienso, ese nombre lo había escuchado antes, veo de reojo a Orlando e Iván, sé que intentan aparentar tranquilidad

¿Son hijos de Roberto? – pregunta el hombre alto de ojos azul claro como el cielo, barba tupida

Somos los Martínez – interviene Iván con seriedad – Estamos en representación de las Muñecas Rusas

¡Ohh! creí que eran hijos de Roberto Licciardi – dice la mujer con decepción pero rápidamente su expresión cambia y se acerca a mí a escanear de cerca – Eres muy hermosa, es especial esos hermosos ojos – gira hacia el francesito castaño y sonríe – Tanto que has hipnotizado a mi hijo….

Ni que estuviera ciego – refunfuña el idiota e ingresa al interior de ese castillo que tienen por casa

¡Pff! ¿él y yo? – me burlo internamente – ¡Ni en mil millones de años!

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