ATRAÍDO

Las  luces indirectas y tenues, se proyectaban hacia las paredes o el suelo, Noah trataba de terminar su trago, mientras intentaba no perder el control sobre Tales.

Miro hacia Joaquin, realizo una seña, éste se inclinó para escuchar mejor -daré una vuelta- le dijo, se levantó y comenzó a recorrer el lugar.

Llego a una esquina y dijo -¡deja de molestar Tales, estoy atento!-.

Las mujeres no dudaban, se abalanzaban hacia Noah y le ofrecian tragos para que se quedara con ellas, él solo se disculpaba y seguía caminando.

Después de un par de minutos, sus brillantes ojos quedaron fijados en una pequeña figura que entraba por la puerta lateral del bar.

Al sentir todas esas explosiones en su interior, comenzó a recordar esas charlas que tuvo con su padre.

-hijo mio, cuando conozcas a tu destinada, todo lo que sepas de enamoramiento se hará añicos- Dijo Nicanor mirando a su hijo sentado en el sillón frente a el. Noah había cumplido veinte años y su lobo ya había despertado y para colmo se presentó como alfa dominante.

-Enamorarse es algo temporal, pero cuando encuentres a tu destinada, estallara un terremoto dentro de ti, te faltara el aliento, no sera excitación de un día o al menos eso me paso a mi- y largo una leve carcajada y se ruborizo.

-¡papa! no necesito tantos detalles, ademas no pienso tener ninguna relación, si no es con mi alma gemela- expreso el muchacho.

-Respeto tu decisión hijo mio, pero veamos si no cambias de opinión cuando llegue la época de celo-.

-Lo soportare, lo soportare- resoplo el joven quien se enderezó del sillón abanicando una mano y se retiro a su cuarto.

Salio de sus pensamientos y se rió para si mismo, pues nunca pensó en buscarla aqui, perdio tanto tiempo viajando para encontrarla y  mucho menos, que experimentaría algunas de esas cosas que le había dicho su padre.

Las manos le sudaban, una oleada de calor recorría su piel y el corazón le daba grandes saltos, nunca pensó que su destinada vivía justo aquí, en Iruya, y mucho menos que seria una simple humana. -es ella, es ella- repetía Tales con voz ronca y ansiosa.

-Cálmate, cálmate, de todas maneras no la perderé de vista- susurro Noah y se quedo observando hacia donde se dirigía esa pequeña figura.

Tales aprovecho la distracción de Noah y tomo el control, se encamino hacia donde estaba Desireé con sus amigas y se percato del mal movimiento del mozo.

Su instinto fue rápido y preciso, antes de que la bebida cayera sobre ella, Tales ya la sostenía en sus brazos.

Su mirada brillo con mas intensidad, aguanto lo mas que pudo las ganas de besar sus labios, de llevársela corriendo a cualquier lugar donde solo él puediera verla.

Sus ojos brillaban intensamente y ninguno apartó la mirada.

(mirada de Tales)

Desireé se encontraba perdida en esos bellos ojos. Y por su nerviosismo solo pudo preguntar -¿que tienen tus ojos?-

-¿Qué ves en ellos?- susurro la voz ronca de Tales y la acomodo con delicadeza en su asiento nuevamente, porque no podría ser capaz de controlarse por mucho mas tiempo.

La muchacha se acomodo y respondió - veo ¿el océano?- con un leve rubor apareciendo en su rostro.

Cuando estaba a punto de responder, una rapida sombra emitió una leve brisa al pasar, Tales giro rápidamente para ver lo que pasaba y lo que vio lo dejo en shock.

Joaquin estaba deborando la boca de la chica sentada frente a su destinada, cuando se apartó, con una respiración errática y voz ronca le dijo: -eres mía y solo mía- .

La muchacha que estaba sonrojada y respiraba con dificulta, respondió: - ¿tuya quién, idiota?, como te atreves a besarme sin mi con..- antes de que pudiera terminar, el joven la tomó del brazo y se la llevó hacia la salida.

Cele: -oye, oyeee! puedes soltarme? no te conozco y no entiendo tu comportamiento, déjame volver con mis amigas en este instante-.

Joaquin: -no quiero, no quiero soltarte, no ahora que te he encontrado, no lo hare-.

Desireé y Alma los siguieron, no entendían nada.

Alma: -¿Quién era ese idiota? ¿ sería el amigo que le recomendó este lugar?

Desireé: -No lo se, paga los tragos y vamos rápido-.

Tales le devolvió el control a Noah, quien tomó su celular y envió un mensaje a Mateo.

-tu hermano acaba de encontrar a su destinada y enloqueció, rápido nos vemos en la entrada lateral-.

Siguió a las chicas y maldijo a su amigo, aunque también lo comprendía, por suerte Tales se contuvo, o estaría en la misma situación.

Al llegar afuera, Celeste forcejeaba con Joaquin.

-Oye idiota suelta a mi amiga- grito Alma quien se encaminaba a patearle el trasero, pero se detuvo al sentir un gruñido que le erizo la piel.

Por la expresión en su rostro y ese gruñido, Noah entendió que Joaquin estaba siendo controlado por Jack, su lobo.

N: - vamos amigo, tranquilo, charlamos?- .

con solo esa frase, Jack se calmo, la orden de su alfa no podía ser ignorada.

A regañadientes soltó a Cele, que se fue corriendo con sus amigas, quienes al estar juntas, caminaron hacia la entrada, hicieron seña a un taxi, se subieron y en unos minutos el auto se fue perdiendo por la carretera.

J: -lo siento alfa, perdí el control, me sentí atraído y me deje llevar por la lujuria interna y no me percate de que solo es una humana-. Se disculpo el avergonzado joven.

N: -te entiendo, estuve a punto de hacer lo mismo, sólo que yo, pensé con la cabeza, no con mis bolas-.

J: -Eh? ¿eso significa que..

N: -Si la encontré-. dijo el Alfa antes de que su amigo terminará la pregunta.

Mateo llegó todo desalineado y observo a los hombres que parecían haber sido abofeteados, solos, mirando hacia la carretera y no pudo entender nada.

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