Conociéndose

Al llegar a la empresa Danilo estación el auto en el estacionamiento de la empresa, cuando bajaron quiso tomar la mano de Elizabeth pero ella puso sus manos en la espalda y le dijo.

- No Danilo, van a pensar algo que no es.

- Elizabeth ya piensan que hacemos mucho más que tomarnos las manos.

- lo sé pero no debemos alimentar los rumores.

- no importa lo que hagas lo seguirán pensando.

- bueno que ahora piensen que nos peleamos.

- no, Elizabeth ¿porque quieres eso?

- porque todo esto es una mentira.

- es una mentira por tu culpa.

Elizabeth quedó sumamente sorprendida con las palabras de Danilo ¿cómo podría culparla a ella? si él mismo dijo que era cosa de Niki.

- cómo puede ser mi culpa Danilo ¿que estás diciendo?

- claro que es tu culpa si me darías una oportunidad no serían chimentos sería le verdad.

- muy gracioso...

- dame la mano.

- no, no lo haré, camina solo como un niño grande.

- dame la mano Elizabeth.

dijo Danilo abrazándola para tomar sus dos manos y en esa acción pudo tenerla muy cerca por lo que tardo unos segundos en soltarla, luego sujeto su mano y caminaron al ascensor.

- buenos días Sta Sáenz.

- buenos días Sr Miller, Sta Brown...

ambos caminaron a la oficina mientras Elizabeth trato en todo el camino de ocultar sus manos enlazadas ya que le era imposible soltarse. Al entrar Danilo cerró la puerta.

- siéntate Elizabeth ¿quieres tomar algo?

- no gracias

luego de golpear la puerta la asistente de Danilo entro trayendo unas carpetas.

- Sr Miller estos son los informes de esta semana.

- bien gracias Sta Sáenz.

La asistente se retiró un poco confundida ya que el Sr Miller nunca actuaba tan cortéz, evidentemente su novia producía un gran cambio en él y eso era muy bueno para todos sus empleados que comenzaron a mirar con buenos ojos a Elizabeth.

Luego de dos horas Elizabeth comenzó a tener sueño por el aburrimiento y dijo.

- Danilo será mejor que me retiré.

- claro que no, tu debes quedarte conmigo.

- para que? no hago nada, estoy muy aburrida y tengo sueño.

- si tienes sueño aquí hay una habitación puedes descansar allí, nadie nos molestará.

- ¿cómo que nadie NOS molestará?

que es todo ésto Danilo? ya estoy cansada yo no dormiré contigo oíste si estás haciendo todo esto con ese fin, eso no pasará. ¿Tu crees que por qué me traigas a tu oficina yo voy a aceptar dormir contigo? que clase de persona crees que soy?

- No te enojes Elizabeth, no es lo que quise decir.

- no me importa lo que quisiste decir- Elizabeth tomo su bolso - me voy.

- Espera Elizabeth ¿que haces?

- tu ya no me necesite esto es una tonterías y una perdida de tiempo, me encargaré de la limpieza o ayudaré en la cocina, algo para lo que si sea útil.

- no, tú no harás eso.

- porque no? era lo acordada.

- acordamos que harías otras tareas para lo que fueras necesaria y yo te necesito aquí.

- ¿para que me necesitas? para dormir en la cama que tienes en tu oficina? no gracias.

- me ayudarás con mi trabajo.

- soy una enfermera Danilo no sé nada de ésto.

- yo te enseñaré

Danilo tomo el bolso de la mano de Elizabeth y lo puso sobre el sillón luego colocó un silla junto a la de él e hizo que Elizabeth se sentará y comenzó a explicarle todo, al principio Elizabeth estaba un poco fría pues pensó que todo era un juego para no dejarla ir, pero al ver lo profesional que actuaba Danilo, comenzó a interesarse y aprendió mucho de él. Esta faceta de Danilo que acababa de conocer le llamo mucho la atención a Elizabeth, él se mostraba muy serio y seguro, aunque también relajado y a gusto, Elizabeth pensó que Danilo era mucho más que el hombre ogro que nadie quería atender y a todos trataba mal. El era muy cálido con su madre, muy sexy y atrevido con ella y muy profesional en su trabajo. Algo estaba claro, y es que debía conocerse más ¿porque era tan gruñón con sus amigos? quienes habían dejado de visitarlo ¿porque ninguna mujer había ido a verlo a su casa? es verdad que muchas veces lo había encontrado hablando por teléfono, pero enseguida cortaba la llamada por lo que nunca supo con quién hablaba, otras veces su teléfono comenzaba a sonar y el lo apagaba. Una vez, cuando estaba por abrir la puerta escucho que Danilo decía, - ya no me llames entre nosotros nunca hubo nada serio ni lo habrá- cuando Elizabeth abrió la puerta el inmediatamente y sin más corto la llamada.

llegado el mediodía Danilo dijo.

- vamos a almorzar.

ambos se levantaron tomaron sus cosas y salieron de la empresa dirigiéndose a un restaurante cercano. Se sentaron y Elizabeth pidió la comida para los dos.

- Elizabeth puedo hacerte una pregunta persona?

Elizabeth lo miro unos segundos desconfiada.

- depende de cuál sea..

- ví que en tu habitación tienes un portaretrato ¿ellos son tu familia?

- si, mis padres y mis dos hermanos.

- ¿ cómo te llevas con ellos?

- muy bien, todas las noches hacemos video llamada.

Danilo se sintió extraño por no saber sobre esto.

- ¿y nunca los visitas?

- estoy trabajando a tiempo completo Danilo.

- pero pudiste decírmelo, ¿acaso no confías en mí?

- te pedí un día libre y me pediste un beso a cambió, si te decía que era para visitar a mi familia ¿que me pedirías?

Danilo río fuertemente y con picardía.

- si era para visitar a tu familia te pediría acompañarte.

- no es gracioso.

- no es un chiste...¿ irás el lunes?

- no.

- porque no irás? hace mucho que no los ves.

- ellos trabajan, el lunes y en ese horario es imposible.

Danilo le había dado el lunes en ese horario pensando que le sería más difícil tener un cita, lo que nunca imagino que Elizabeth quería visitar a su familia.

- bien entonces irás el domingo.

- enserio Danilo?

- claro, ¿como pude impedir que vieras a tu familia? debiste haber hablado conmigo al respecto.

Elizabeth abrazo a Danilo y dijo

- creo que sí debí hacerlo, muchas gracias Danilo.

y soltándose agrego.

- me permites un segundo llamaré a mi madre.

- claro tomate tu tiempo.

luego de ese abrazo Danilo hubiera accedido a cualquier cosa que Elizabeth le pidiera, la felicitación de ella lo hacía sentir completo y quería participar en eso.

Minutos después Elizabeth volvió a la mesa.

- mi madre estaba sumamente feliz y te da las gracias.

- no hay porque es lo que corresponde, dale mis disculpas por no hacerlo antes.

- lo haré.

El almuerzo continúo más alegre de lo normal, la sonrisa no se le borraban de la cara de Elizabeth y al verla así, tampoco de la cara de Danilo. La pareja daba una hermosa imagen ante los demás comensales imagen que saldría en todas las revistas, "El Empresario Danilo Miller y su hermosa novia Elizabeth Brown felices almorzando en reconocido restorán de centro". Y obviamente la noticia llegó a la familia de Elizabeth.

El domingo llegó y cuando Elizabeth estaba lista para ir a casa de sus padres fue a despedirse de Danilo pero no lo encontró en la casa.

- Mariel has visto a Danilo?

- estaba en el jardín..

al salir de la casa vio a Danilo vestido de jeans, remera y zapatillas, nunca antes lo había visto con jeans, en la oficina usaba trajes y en la casa ropa deportiva por lo que le extraño su vestuario pero se veía realmente bien.

- estás lista?

- si ya me voy, vine a avisarte, si necesitas algo llámame ¿si?

Danilo camino hacia el auto que estaba a pocos metros y abrió la puerta de acompañante.

- que haces Danilo?

- sube, te alcanzaré a casa de tus padres.

- no es necesario.

- lo sé pero me queda de pasó.

- bien.

dijo Elizabeth y subió al auto.

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