Había pasado al menos una hora desde que Ana había subido a su habitación, era el mejor regalo que ella se había podido dar ¡un merecido descanso! cuando de repente toca la puerta de la habitación Carlos, pero la música no permitió que Ana se diera cuenta siquiera, por lo que él entró, venía avisarle que ya estaba todo listos y que los invitados estaban esperando por ella, cuando se da cuenta que Ana no está en la habitación y que la puerta del baño está abierta; de dónde sale un perfecto olor a rosas, un cálido vapor y una música relajante por lo que asume que Ana sigue en la ducha.
– ¿Todo bien? –.
Pregunta Carlos dándose la espalda a la puerta del baño sin conseguir respuesta.
– ¡Ana me escuchas! ¿Ana? –.
Preocupado al no tener respuesta de ella decide entrar, no se lograba ver nada porque había demasiado vapor por lo que tropieza Carlos con la tina cayendo encima de Ana, lo que la hizo hundirse y tragar algo de agua, rápidamente Carlos la tomó en sus manos y asustado le pregunta.
– ¿Estás bien? –.
Ana tose un par de veces y comienza a reírse al ver a Carlos todo mojado y con espuma hasta en la nariz.
– ¡Perdóname! te hablé y no me respondías y me preocupé, no lograba ver nada y me tropecé ¿Te hice daño?
– ¡Descuida no pasa nada estoy bien! solo trague un poco de agua, me había quedado dormida pero todo bien.
– ¡No me perdonaría lastimarte! –.
Por un momento y por primera vez Ana y Carlos estaban tan cerca que él podía sentir su aliento las velas aromáticas, la música todo el ambiente parecía perfecto el no podía dejar de verla y cada vez más de cerca, Ana por su lado empezó a sentir un extraño cosquilleo, no podía apartar sus ojos de los labios de Carlos por primera vez se moría por tocarlos no pudo aguantar más sus ganas así que se impulsó hacia adelante para probar el elixir de sus labios pero antes de tocarlos Carlos ya se estaba levantando así que él le dió un beso en la frente y le dijo.
– Te espero afuera mi niña ¡ya está todo listo! –.
Carlos salió del baño, aún podía sentir el cuerpo de Ana desnudo en sus manos, era la piel más suave que alguna vez había sentido, su aroma todo en ella le parecía perfecto.
– ¿Me iba a besar? –.
Pensó Carlos por un momento.
– Ya estoy alucinando yo también –.
Se dijo así mismo.
– Ana voy a tomar el traje que deje la otra vez, para cambiarme ¿Dónde está? –.
Le pregunta Carlos desde la habitación.
– Están en mi clóset en la segunda puerta y en el primer cajón están otras cosas si no estoy mal hay ropa interior –.
Contesta Ana desde el baño.
– ¿Los encontraste? –.
Pregunta Ana sin obtener respuesta por lo que se coloca la toalla y sale a la habitación.
– ¿Carlos? –.
Pregunta nuevamente Ana mientras entra a la habitación para encontrarse a su querido amigo apenas con ropa interior ya que apenas se estaba quitando la ropa mojada, Ana no puede dejar de mirarlo y preguntarse a sí misma.
– ¿Qué pasa? ¿Qué es esto que estoy sintiendo? ¡ Se ve tan! –.
En ese momento se gira Carlos y se da cuenta que Ana lo está observando por lo que instintivamente se cubre.
– ¡Perdón! –.
Dicen ambos al mismo tiempo y se dan la espalda.
– Me voy a vestir afuera –.
Dice Carlos.
– ¡No! alguien podría verte vamos a vestirnos así sin que ninguno de los dos se dé la vuelta ¿te parece?
– Está bien –.
Dijo Carlos con una ligera sonrisa, ambos comienzan a vestirse.
– ¿Realmente Ana me estaba mirando así o me lo estoy imaginando? –.
Pensaba Carlos.
– ¿Se daría cuenta que lo estaba mirando? –.
Se preguntaba Ana, en un momento estuvieron listos y preguntaron a la vez.
– ¿Puedo voltear? –.
Por lo que se ríen y se dan la vuelta.
– ¡Te ves hermosa !
Le dice Carlos a Ana.
– Y tu muy guapo –.
Se acerca ella para acomodar el cuello de la camisa de él. El olor de Ana tenía a Carlos totalmente hipnotizado.
– Gracias–.
Respondió cariñosamente, ella sonríe y baja la mirada no sabía que estaba pasando pero se sentía diferente hoy con Carlos.
– Te falta tu loción, acá tengo –.
Le dice Ana a Carlos por lo que la busca en el closet y le rocía en el cuello y pecho–.
– ¡Perfecto! –.
Carlos no podía dejar de verla y preguntarse en su mente.
– ¿Está coqueteando conmigo? ¿y si la beso?
– ¿Vamos? –.
Le pregunta Ana a Carlos sacándolo de sus pensamientos.
– ¿Quieres? –.
Le pregunta Carlos tratando de decirle con la mirada que se olviden de todo y se queden solo los dos. Pero Ana no entendió el mensaje por lo que sonríe y le dice.
– Si ¡vamos! después de todo es mi fiesta –.
Carlos respira profundo y piensa que sin duda alguna todo había sido una ilusión de su mente antes de salir del cuarto le coloca un antifaz a Ana y le susurra en el oído.
– La fiesta es de disfraces, disfrútala amor–.
Le da un beso en la mejilla. En ese momento Ana se sentía la mujer más feliz del mundo sabía que mientras Carlos estuviese cerca todo estaría bien.
– ¡Qué loco! ¡Me encanta! –.
Así que Carlos se coloca también su antifaz y bajan por lo que todos empiezan aplaudir al ver a la cumpleañera y cantar el Happy Birthday, comienza Ana a saludar y tratar de identificar quién es quién entre risas bromas y buena música se divierten en la fiesta cuando de repente siente como la jalan del brazo y le dan un beso apasionado Ana no logra ver quién es pero se imagina que es Carlos por lo que responde el beso recordando lo que había pasado hace un momento sin embargo Carlos estaba viendo todo lo que estaba pasando, furioso va y los separa y es cuando Ana se da cuenta que fue Ricardo quien la acaba de besar, Carlos mientras tanto golpea a Ricardo quien estaba totalmente ebrio y cae al suelo riéndose y gritando.
– ¡Te amo Ana! –.
En ese momento Carlos se enfurece nuevamente y va a golpearlo otra vez cuando Ana lo empuja y le dice.
– Controlate Carlos él no está en sus sentidos además ¡Es mi novio! –.
Carlos sacude la cabeza pues todo eso se lo imagino al ver Ricardo besar a Ana, por su parte Ana siente la loción y se da cuenta que no es Carlos por lo que lo empuja y se separa de inmediato.
– Rick no lo vuelvas hacer! –.
Todos siguen bailando cuando de repente suena el timbre, Carlos busca Ana y le dice.
– ¡Llego mí regalo! –.
Ana lo mira incrédula y se dirigen hacía la puerta y ve a un hombre parado con una llave en su mano y afuera un carro rojo con un gran moño dorado.
– ¡Feliz cumple! –.
Ana no podía creer que Carlos le había hecho semejante regalo.
– ¿Estás loco? No puedo aceptarlo.
– ¡Si puedes! di el del taller como parte de pago apenas tuve que dar algo de diferencia y te necesito puntual en la clínica –.
Por lo que ella se ríe y le da un fuerte abrazo en ese momento los invitados que venían haciendo el "trenecito" se los llevan a la pista de baile y así continúa la fiesta hasta las 4 de la mañana ya todos se habían ido, Ana y Carlos estaban en el sofá tomando champagne; en realidad ya Ana estaba muy tomada y no paraba de reírse Carlos se levantó y la ayudó a llegar hasta la habitación pero ella se tropieza haciendo que los dos cayera sobre la cama, Ana mira a Carlos y le dice.
– ¡Eres hermoso! –.
Le da un beso; Carlos por su parte queda paralizado no puede creer lo que está pasando y decide dejarse llevar por tan maravilloso momento por lo que cada vez se intensifican los besos sus manos recorren la espalda de Ana cuando se le escapa un gemido. Carlos se detiene y le susurra entre sus labios.
– ¡Detente mí niña! –.
Ana se ríe a carcajadas y después empieza a llorar repentinamente.
– ¡Yo sé! no te gusto, tu quieres a Isa –.
Carlos intenta explicarle la razón por la que él le pidió que parara pero Ana no deja de llorar en sus brazos hasta que se quedó dormida. Carlos la acomoda en la cama, le da un beso en la frente y sale de la habitación.
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Comments
brenda smith orozco
me imagino que es por qué está tomada y no quiere que después se arrepienta o crea que el se aprovechó .... pienso yo /Slight/
2024-02-15
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