ESMERALDA
El ambiente se sentía demasiado pesado dentro del auto desde que Luca llegó a recogerme. Subí deprisa puesto que de nuevo llegaba tarde. Ambos estábamos en silencio mientras él manejaba por la ciudad. Tenía un mal presentimiento. Nunca había sentido este silencio entre los dos. Un silencio ensordecedor.
Carraspeó su garganta antes de hablar.
—No te he dado una disculpa por lo que pasó el sábado — dijo mirándome a la misma vez que a la carretera.
Hubo otro silencio, no sabía qué decir, todavía me sentía herida.
Estábamos ya entrando al campus.
—¿Estamos bien?
—Sí Luca, estamos bien– dije con una sonrisa que no me convencía del todo. – tú… ¿Cómo estás? – quería saber que pensaba hacer después de lo que había sucedido con Marián. Observé su semblante, se veía decaído. Lo abracé por la cintura, yo me encontraba aquí para consolarlo.
— Habla con ella. — no estaba muy segura de lo que decía, pero sentía que necesitaba algún tipo de aliento.
— Pensé que no te agradaba.
— En lo más mínimo, nadie me cae realmente bien, solo tú—dije.
— ¿y el chico que tienes ahí? —preguntó señalando con la cabeza a Marco que se acercaba a nosotros.
—Tampoco —sonreí — su extrema manía por ayudar a los demás me sofoca. — él río.
—¿Sí?, no lo creo—dijo sonriendo de oreja a oreja — ¿le quieres?
— No lo sé— respondí silenciosamente.
Me dio una mirada severa.
—Esme, si no estás segura de lo que sientes, es mejor que no le des ese tipo de ilusiones. Ambos están jugando con fuego.
—Necesito estar cerca de él para averiguarlo Luca, no puedo no estar junto a él.
Luca me miró con detenimiento. Sus ojos vieron hacia Marco que ya estaba junto a mi puerta. Ambos se miraron a través de la ventana. Luca lo miraba fijamente mientras Marco deslizaba su mirada hacia mí.
— ¿Todo bien? —preguntó.
Asentí sonriéndole en respuesta.
Abrí la puerta mientras él me ayudaba a salir. Me apoyé en su mano. Cuando bajé completamente, me tomó por la cintura con ambas manos, acercó sus labios besándome territorialmente. Me besó con fuerza. Tanta que tuve que curvar mi espalda hacia atrás topando con el coche de Luca. Se acercó tanto que al final terminé apoyando todo mi cuerpo en el auto. Tal vez porque ayer aún nos hacíamos a la idea de que “éramos novios”, no hubo un momento donde nos hayamos besado apasionadamente, no tuvimos ningún tipo de intimidad. Después de proponerle darnos una oportunidad de manera exclusiva le hablaron por teléfono por una cosa urgente, eso y que ayer me dormí antes que pudiera pasar algo. Su beso terminó no porque él quisiera sino porque Luca nos interrumpió.
—Los están mirando — dijo disgustado.
Marco se separó a regañadientes.
—Buenos días— dijo dulcemente.
—Buenos días— respondí.
Me besó la mano que todavía sostenía y empezamos a caminar guiados por Luca. Pronto me di cuenta de que lo que había dicho Luca era cierto, nos miraban.
—Lo hiciste apropósito — lo acusé.
Marco sonrió de oreja a oreja.
—Pero claro, quiero que todos sepan cuanto te amo.
—Seguro— dijo Luca que pareció escuchar nuestra conversación — seguro que es eso, y no que estás marcando tu territorio, presumido.
Marco sonrió.
Miré a mí alrededor, no era una persona que se preocupara por lo que pensaran los demás, pero por primera vez, sentía que la atención de las miradas me cohibía.
......................................................................................
La hora del almuerzo llegó. Admitiría que estaba nerviosa, no sabía cómo tratar el tema con los demás. Tenía miedo de la reacción de Mauricio. Habíamos hablado y parecía estar todo bien entre los dos, pero aun así, había una resistencia en mi corazón que me hacía dudar de todo esto.
Caminaba sola hacia el lugar donde siempre almorzábamos. Marco había insistido en recogerme al final de mi clase para que podamos llegar juntos, sé que tenía la idea de exhibir nuestra relación a todo el mundo, pero no dejé que lo hiciera. Su clase estaba al otro extremo del campus siendo el pretexto perfecto para decirle que no valía la pena y era mejor ir por separado. No estaba muy conforme, pero lo aceptó.
Acercándome a la mesa me armé de valor.
Encontré a Luca, Riki, Evelyn y a Delia. Los que aún no habían llegado eran Greco, Marco y Mauricio. Me senté junto a Luca saludándolos al mismo tiempo.
—Qué bueno que llegas – Evelyn me dio una mirada extraña.
—Siento mucho lo que está siendo mi prima — dijo Riki algo apenado.
— ¿De qué hablas? — pregunté.
—De esto— con celular en mano, Delia me mostró una publicación que Selena había hecho. Era acerca de mí. Eran fotos comprometedoras, muy comprometedoras. Mis ojos se abrieron de espanto, lo que se veía era yo teniendo algún tipo de intimidad con un chico diferente en cada foto. Había una donde se veía claramente como un chico tenía la mano metida bajo mi falda, otra donde me tenían acorralada en un rincón, otra donde se veía como yo llevaba de la mano a un chico a un cuarto apartado, eran como unas diez fotos, todas tomadas de fiestas a las que había ido, todas muy subidas de tono. No en todas las fotos se veía mi cara, pero perfectamente podrías darte cuenta de que era yo. Las fotos estaban acompañadas con un texto, diciendo que era la persona más inmoral del
mundo. Básicamente una puta. Incluso decía que cobraba por los servicios. Quería vomitar. Pero eso no era lo
alarmante, sino que había etiquetado a la empresa de mis padres.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 63 Episodes
Comments