-Entren y siéntase cómodas, están en su casa.- dice Klaus.
Su casa era hermosa y grande, tenía una pintada azul que resaltaba de las demás, todas las otras eran color blanco. Pasamos a su sala y era mucho más grande que la de nuestra casa, nos indico el sofá para que fuéramos a sentarnos y obedecimos.
-Voy a buscar unos refrescos y algunas cosas para comer.- dice entusiasmado.
-¿Te puedo acompañar?- la pregunta de Sofía me sorprendió.
-Claro, si Liz esta de acuerdo.
-Si, solo no se demoren.- asintieron y fueron a la cocina.
Camine donde había un mueble con varias fotos, me resultaba conocida la cara del padre, pero no sabía de donde.
Escuche algunos pasos y volteé.
Un chico de unos dos o tres años mayor que yo me quedo viendo, era alto tenía el cabello alborotado y era negro, unos ojos azules muy profundos, tenía músculos muy definidos y un tatuaje de dragón en su brazo que tapaba cicatrices. Pensé que me iba a saludar, pero en cambio su expresión se volvió fría, no sabia lo que expresaban, no me dejaba ver más allá de la superficie. Tenía puestos unos pantalones negros y una polera manga corta negra que hacia que le resaltarán sus ojos.
Me sentí incomoda con sus ojos sobre los míos, no decía nada solo me miraba.
Me fui a sentar al sofá y subí mis mangas sin darme cuenta que había dejado a la vista mis cicatrices, él todavía me estaba mirando, pero no le tome importancia.
Aleje un mechón de pelo y lo puse detrás de mi oreja. Él se me acerco.
-¿Quién eres?- pregunto frio.
- Soy la amiga de Klaus.- su mirada se relajo un poco.
-¿Él te invito?- su pregunta era tan estupida.
-No, solo lo seguí como la acosadora que soy y me cole en su casa.
-Sarcasmo, bonita manera de empezar una conversación.
- Solo por tu pregunta estupida.- dije en un susurro.
-Trato de hacerles preguntas tontas a las personas para ver su reacción, me sorprendes, por lo general lo dejan pasar.
- Si, bueno yo no.- dije burlandome.
-Ya veo, ¿y por qué estas aquí sola?- pregunta extrañado.
-Solo espero a Klaus, esta en la cocina con Sofía, dijo que traería algo para comer y tomar.
-¿Quién es sofía?- preguntó.
-¿Tengo qué responder a eso?
-No si no quieres, pero entonces tendrían que irse.
-¿Y por qué?- pregunte desafiandolo.
-Porque es mi casa y puedo hacer lo que quiera.
Se acercó a mi y me puso muy nerviosa, yo retrocedi, pero el seguía acercándose, lo trate de alejar tomándolo del pecho, pero no se movió ni un centímetro.
En eso llega Kalus con Sofía y lo interrumpen.
-¿Lizet?- me doy vuelta donde estaban ellos.- ¿esta todo bien?
-Si, esta todo bien.- digo pasandome mis manos húmedas por mi pantalón buzo.
-¿Segura?- pregunta Klaus.
-Si, segura.
-Klaus, ¿no me presentas a tus invitadas?- dice.
-Ems... si,- hace una pausa- ella es Lizet apunta a mí y ella es Sofía.- ofrece una sonrisa a ella- él es mi hermano Shane.
-Hola,- nos dice- pero Me tenias que haber preguntado antes de invitar a alguien aquí.
-¿Por qué? Esta también es mi casa.- reclama Klaus.
-Ok, voy a estar en la sala de star.- dice Shane.
-Pero yo iba a ir ahí.- dice Klaus.
-Entonces vamos, yo jugare en la consola y tú puedes ocupar los demás juegos.
-¿Qué jugaras?- pregunta Sofía.
-Boxing.
-Liz es muy buena, no sabes cuanto a ganaba en ese juego.- ella sonreía y yo le di una mirada asesina.
-Entonces, te desafío, si tu ganas, los dejare tranquilos y si yo gano se devolverán a su casa.- me dice jugueton.
-Si quieres que nos vallamos solo dilo, porque no jugare a nada contigo.- mis palabras salieron sin esfuerzo alguno.
-Ustedes no se van a ninguna parte.- dice Klaus.
-Nos vamos, no es por ti, se ve que a tu hermano no le caímos bien.-lo volteo a verlo.- tampoco quiero dañar su ego.
Todo me quedaron mirando mientras tomaba mis cosas para irme a mi casa.
-Le dire a Esteban que las valla a dejar.- dice Klaus.- Yo las puedo acompañar.
-Ok.- dice Sofía.
Esteban era el chófer de ellos.
Al llegar a casa vi que estaba Matías y me sorprendió verlo en casa por la hora que era. Eran ya casi las 20:00 p.m. y el se tenía que ir a donde Mateo, el anciano, a cuidarlo.
Fui a habitación subiendo las escaleras a dejar mis cosas, para luego bajar a comer y encontrarme con Matías haciendo la cena.
-¿No tienes que ir al trabajo?- pregunte confundida.
-He creo qu-que soy mill-millonario.- tartamudeo.
Fruncí el ceño para luego mirarlo incrédula.
-¿De qué hablas?, vas a llegar tarde por culpa de tus sueños.
-Mírame, no estoy bromeando.- dijo con sinceridad a lo que yo me confundí.
-¿Cómo?- pregunte perpleja.
-Hoy fui a trabajar donde Mateo, pero el no estaba, pregunte donde se había ido y un doctor me dijo que el había fallecido, trate de conseguir algún contacto familiar, lo que fue en vano porque no hay nadie a quien llamar.- hizo una pausa- me dejo su herencia a mi, sus casas y su mansión, sus autos, su dinero, sus empresas. Yo no-no se que hacer.- rompió en llanto.
Trate de calmarlo, muchos se hubiesen alegrado, pero él no, él lo quería, para Matías no era un trabajo cuidar a Mateo, era como pasar tiempo con su padre, él lo más cercano a un padre para Matías que el verdadero.
-Yo-yo no se que decir, lo siento por tu perdida.- dije pasándole una mano por su espalda.
-No se como lo haré, él estaba solo y yo no estuve para él cuando me necesito. Lo voy a extrañar, Liz, lo voy a extrañar tanto, sus sonrisas, su apoyo, sus consejos, su orgullo hacia mi. Lo voy a extrañar.
-Lo se, solo trata de pensar que a él no le gustaría verte así, vamos yo te acompaño al velorio y todo eso.
-¿Lo arias por mi?- pregunta mirándome.
-Aria cualquier cosa por ti y lo sabes.
Nos abrazamos fuerte mente y estuvimos así por un rato. En eso llega mamá y nos ve, al parecer ella sabía de que se trataba porque abrazo a Matías con mucha pena.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 32 Episodes
Comments