un adiós y una bienvenida

Luego de que Delila se fuese al baño me quedé con Diane para ver los requisitos de la obra cuando de repente sentí unos brazos cruzar por mi cintura y abrazarme al asustarme le di una cachetada a Katsuo.

-¿ Tomaste clases de defensa o algo así?-dijo al sobar su mejilla con su mano- Dios, más violenta no puedes ser?

-¿Por qué me sorprendes así? Además no deberías de estar aquí, yo ya me iba para mi casa- dije al tomar mi maleta, agarré la mano de Katsuo y me despedí de Diane, ella se despidió igual y se fue.

-¿No quieres que llevemos a tu amiga?-preguntó al señalarla.

- No, ella está esperando a su hermana ¿Por qué veniste? Se suponía que nos veríamos luego no aquí.

-Porque te quería dar esto-dijo al sacar una pequeña cajita, la abrió y había un anillo con un zafiro incrustado era hermoso pero que ratos pienso? No te acoples a lo que él quiere.

- No puedo aceptarlo, todos me verían con él además no quiero que mi familia se entere de esto.

-¿No le has dicho a tu familia que estas comprometida conmigo?- preguntó al zafarse de mi mano- No creo que puedas ocultar esto. Y yo que te quería llevar a vivir conmigo.

-¿Estas loco? No me voy a ir a vivir contigo, quien sabe con cuantas mujeres te has acostado en tu cama.

-Yo no tengo sexo en mi cama, para eso tengo mi cuarto del sexo- dijo al guardar la caja en su bolsillo- Vamos, usa el anillo. Se que te gustó.

-Katsuo ¿por qué quieres que sea tu esposa? quiero que todo esto acabe pero ya firmé un contrato contigo y ya no puedo dar vuelta atrás.

- Ya te lo dije, ninguna mujer me ha atraído como tú y bueno pues ya te dije que quiero que te enamores de mi en un año y tienes tiempo para pensarlo-dijo serio.

Pensé en lo que dijo pero aún así no cambiaba el hecho de que me amenazó e hizo que firmara un contrato con él. Quería escapar pero no podía dejar que mi familia saliera afectada, creo que era hora del momento de despedirme de mi familia y darles las gracias por cuidar todo este tiempo; Katsuo me miró y yo sólo deseaba que todo esto fuese una pesadilla de la cual iba a despertar.

-Bien, aceptaré tu propuesta de irme contigo y cumpliré con nuestro acuerdo.

-Genial de ahora en más serás mía, Eliza-dijo al tomar mi mentón y tratar de darme un beso pero puse mis dedos en sus labios y lo aleje de mi cara.

-Solo mis amigos me dicen Eliza, tú ahora serás mi esposo pero eso no significa que debas llamarme así.

-¿Qué gracias tiene no ponerle un apodo a mi hermosa prometida?

-¿Crees que soy hermosa?- pregunté al sonreír tiernamente. Aguanta! No te ilusiones recuerda lo que dijo Diane no caigas en su juego y que él si lo haga. Katsuo me dirigió al auto y abrió la puerta del copiloto para adentrarme, luego de entrar Katsuo se dirigió al volante y arrancó para irnos a mi casa aún pensaba en como decirle todo esto a mis tíos y en especial a Jonh que se que se enojara. En un abrir y cerrar de ojos ya estábamos en frente de mi casa y el miedo se apoderaba de mi por no saber que hacer o que decirle a mi familia, Katsuo me miro alzando una ceja y me indicó que ya habíamos llegado, abrí la puerta y baje me despedí de él.Entre a la casa y no había nadie al parecer mis tíos no estaban y Jonh estaba en el trabajo sin Diane me Katsuo estaba detrás mío.

-Parece que no hay nadie- dijo con cara pícara. ¡Ay no! Ya se a donde venía esto.

- No te atreves a propasarte conmigo porque soy capaz de llamar a la policía-dije indignada y dirigirme a la cocina.

- Es muy bonita la casa cono para ser muy chica, tienen buenos gustos- dijo al admirar la casa como un niño pequeño.

Revise el refrigerador y había algo de carne al cerrar la puerta del refrigerador Katsuo estaba muy cerca mío que casi nuestras caras estaban a punto de besarse, lo quite con mi mano y él sólo se rió, agarré un sartén para calentar la comida y él se sentó a observarme.

-¿Acaso no tienes trabajo que hacer?- pregunté disgustada por su presencia.

- No, hoy tengo un día libre y quisiera conocerte más.

-Te comprometiste con una desconocida y aún así dices eso, sabes que? porque no mejor vemos algo en la televisión, se me quitaron las ganas de comer- dije al apagar la estufa y llevarlo de la mano a mi habitación para que nadie nos vea en la sala. Subimos hasta mi cuarto y Katsuo me miro con cara de pervertido.

- No te atreves a hacer algo, Katsuo Yang- dije al sentarme en mi cama, quería que se disgustada de mi pero al parecer sólo lo hacía interesarse más en mí.

-Bueno y porque no me bailas como aquella noche, me dejaste con ganas esa noche de ti- dijo al agarrarme de la cintura, se paró y agarró mi mentón para darme un beso; cuando me beso no pude resistirme y acepte su beso, entrelace mis manos en su cabello y empezó a tocar mi trasero yo agarré más su nuca y me alzó para cruzar mis piernas en su cadera nos separamos por falta de aire pero no terminó ahí, me tiro a la cama y empezó a besar mi cuello pero lo tuve que detener ya que no sabía en que momento iban a llegar mis tíos.

-Katsuo, no puedo hacer esto. Es mejor que sólo estemos con distancia.

-¿Eres virgen, verdad? Esta bien aunque puedo esperar a mi noche de bodas- dijo alzando una ceja y con una sonrisa pícara.

-Será mejor que ya te vayas, mis tíos llegarán y bueno pues...- Pero antes de que terminará Katsuo me beso y me dijo que se quedaría conmigo para decirle todo a mis tíos- Katsuo, por favor vete.Quiero hacerlo sola y además...No Quiero que estés aquí.

-Elizabeth te dije que ahora eres mia y estaré quieras o no, además no creo que puedas impedir que se percaten de mi carro que está enfrente de tu casa- dijo señalando hacia la ventana. Tenía un buen punto y además tenía que tener a alguien que supiese aunque ese supiese fuese él.

- De acuerdo! Sólo esperaremos a que lleguen y luego pum! a que se enteren y se vuelvan locos.

Katsuo me miro y me sonrió, su sonrisa era muy linda y no podías impedir devolverle la sonrisa extendió su mano para acercarme a su cuerpo y darme un abrazo, su abrazo era cálido no sabía con exactitud porque lo había hecho pero se sentía tranquilo el abrazo que me daba.

Luego de un rato mis tíos habían llegado se había percatado de la presencia de Katsuo que hizo que mi tío nos separará por los lados y él se sentará a lado de su esposa, mis tíos habían reaccionado mal pero yo les explique toda la verdad y al parecer no llevaron una buena impresión de mi desición pero al menos aceptaron eso porque sabían que lo hacía por su protección y la de Jonh asique aceptaron pero sabía que mi tío estaba en el fondo molesto asique lo abrace y le di las gracias. Mi tia me sonrio con tristeza y me abrazo para luego despedirme sabia que no volveria a verlos seguido pero al menos cumpli con protegerlos y mantenerme firme ante el acuerdo con Katsuo.

-Prometo protegerla, señores-dijo al hacer una reverencia y tomar mi mano para luego dirigirnos a la puerta.

-Espero y no hagas una equivocacion con mi niña porque sino te perseguire y te cortare en cachutos- dijo mi tio amenzante.

-Oscar, calmate. Te puede dar un infarto, ella ya ha tomado su desicion y es momento de que ella se de cuenta de lo que hace pero si algun dia se enamora de él esperemos y sea feliz a su lado.

Katsuo me tomo de la mano y me dirigio al auto para llevarme a mi nueva casa con él, me sentia triste pero al menos aliviada de que mi familia estara bien y no estaran más en peligro. Katsuo antes de irnos saco de nuevo la cajita y me puso el anillo en mi dedo anular. El atardecer lo contemple y sentí como una lagrima se me escurria por la mejilla asique la seque para que Katsuo no se diera cuenta. Arranco el carro y nos dirigimos a mi nuevo hogar. Miraba a través de la ventana como nos alejabamos de los suburbios y nos dirigimos a la ciudad, sentía el estómago hecho trizas por dejar atrás todo.

-Bien ¿quieres comer algo?- preguntó al mirarme mientras conducia yo sólo encogí los brazos- Hiciste una buena elección, Elizabeth ahora estarás conmigo y tendrás una nueva vida.

¿Estar mejor, tener una nueva vida? Yo amaba como vivía y él solo vino y la hecho a perder, todo esto estaba mal jamás debo ir a ese antro y conocerlo. Debí quedarme celebrando con mi familia mi cumpleaños y no toparme con este tipo. Luego de unos instantes habíamos llegado a unas residencias donde las casas eran grandes y eran espaciosaspara varias personas, paramos en una casa bonita y lujosa Katsuo se quito el cinturón y me indicó que podía hacer lo que quisiera aquí ya que de ahora en más era mía igual.

- se ve que te gusta vivir a lo grande, Katsuo- dije al observar la casa detalladamente.

-¿Esto? Esto es chico, imagínate mis casas en Japón, esas si son clase- dijo al bajar mi mochila con mis cosas.

Katsuo tomo mi cintura e hizo que caminata hasta la entrada para abrir y ver el interior del hogar, adentro era más espaciosa y hermosa con ma decoración que había.

-Katsuo ¿Tú decoraste tu casa?- pregunté al mirar el techo y las paredes.

- Si, me gusta hacer eso en mis ratos libres. Dormirás en mi habitación, yo casi todo el tiempo no estoy metido en casa, tengo negocios que hacer-dijo al acomodarse sus mangas de la camisa, se acercó a mi por detrás y me cargo como una princesa

-¿Qué haces, bajame? No me gusta que carguen, me da miedo- dije al golpear su pecho con mis puños pero era fuerte que ni se imutaba por mis golpes.

- Vamos, te llevaré a ver nuestro cuarto-dijo mientras yo me cruzaba de brazos y tenía mi cara de disgusto- No pongas esa cara que me da ganas de besarte para que se te quite lo enojona.

- No te atreves a besarme así, sería demasiado empalagosoy cursi- dije al desviar la mirada- Asique exijo que me bajes y me dejes ir de tus brazos que son fuertes y... y robustos...- exclamé nerviosa. Abrió la habitación y era grande, me sentí en la cama y se fue hacia el closet al abrirlo me dijo que podía dejar mis cosas ahí adentro.

-Este ahora será tu closet, el mío está del lado del baño. Ahora si me disculpas tengo que trabajar, puedes explorar la casa; le avisaré a los sirvientes que de ahora en más te hagan caso.

- No tienes que hacer eso, puedo hacer yo mis cosas- dije al levantarme de la cama y dirigirme a él- Puedo hacer lo que sea, no quiero quedarme sin hacer nada.

- Eliza estamos de acuerdo que ahora que serás mi esposa no te dejaré hacer algo aquí en cuestión de hogar, puedes seguir estudiando y terminar con tu carrera.

Nunca lo había escuchado preocupado por mi, lo mire y asentí con la cabeza, se despidió dándome un beso en la frente y se marchó de la habitación. De verdad no sabía lo que hacía pero... Espero y esto no se salga de mis manos y termine con él. Ya era de noche, baje a la cocina y había dos mujeres haciendo la cena.

-Buenas noches, mi señora. Casi está lista la cena hoy serviremos unos deliciosos omelettes, el señor Katsuo estara trabajando asique el no cena pero puede cenar en su habitación.

-¿No cena, Katsuo? Sirva dos platos, debe cenar si quiere estar conmigo- dije al señalar los platos, la señora se había sorprendido asique agarró otro plato y me lo dio. Subí hasta su despacho que quedaba a lado de nuestra habitacion, toque la puerta y pase.

-Morís te dije que no me molestaras- dijo sin verme, alzó la mirada y se sorprendió al verme-¿que haces aquí, Eliza?

-Me dijeron que no cenabas asique te traje yo misma la cena para no comer sola. Tienes que cenar.

- No me gusta hacerlo asique llevate ese plato por favor- dijo al seguir escribiendo en sus papeles.

- Si quieres que sea tu esposa tienes que cenar conmigo. No aceptó un no por respuesta- me miro y gruño. Agarró el plato y empezó a comer junto conmigo.

Luego de haber comido conmigo, retiraron nuestros platos y Katsuo siguió con su trabajo me acerqué a él y le di un beso en la mejilla. Me fui a mi habitación y me puse la pijama para dormir, en unos minutos mis ojos se sentían pesados y caí en un profundo sueño.

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