5. El Convenio

“Es en los momentos de decisión que tu destino se forma”- Tony Robbins

Estaba asegurado, Valentino Ricci era un loco de primera.

¿Casarme con él? ¿Cómo porque razón haría yo eso? Estaba completamente demente si creía que aceptaría.

- ¿Está usted loco?- le pregunté mientras soltaba una ligera risa-. ¿Cómo se le ocurre preguntarme eso? Por supuesto que no.

- Yo que tú aún no decía que no cariño…- tomó mi quijada mientras me veía directamente a los ojos-. Escucha lo que tengo para proponerte y después discutiremos los detalles.

- No tengo porque escucharlo joven Ricci- intenté zafarme de su agarre pero solo hizo más fuerza-. Ahora suélteme y deje que me retire.

- No seas terca y escucha\, si es que no quieres que tu papi las encuentre y le cause un mal trago a tu madre…- susurró en mi oído con seriedad.

Me quedé quieta en mi lugar con el corazón latiendo al mil; ¿cómo es que él sabía de mi padre? ¿cómo es que gente como él pueda existir?

Valentino se apartó un poco de mí y me observó con detenimiento, tal como si disfrutara lo que me estaba haciendo… lo peor fue cuando una sonrisa burlona se formó en sus labios.

- Cásate conmigo Samantha- me tomó del brazo bruscamente-. Y te puedo prometer que tu madre estará a salvo- dijo sin más rodeos.

Yo solamente desvié mi mirada, simplemente no podía verlo… me sentía impotente ante él, no era nada contra él.

Pero estaba segura de una cosa, y esa era que yo protegería a los que amaba, sin importar que… tenía que mantener a salvo a todos aquellos que siempre vieron por mí y protegieron, aunque eso sea sobre mi propia felicidad.

<< Por ustedes… >>

- Esta bien- susurré-. Acepto ser tu esposa\, Valentino- lo miré directamente a los ojos tratando de no derramar lágrima alguna.

- Estas tomando una sabia decisión- me dedicó una de sus arrogantes sonrisas-. Tu madre estará bien.

- No estoy completamente segura acerca de que sea una “sabia decisión” pero… lo aceptaré- dije con firmeza.

- Excelente- se separó de mí y se sentó de nuevo en su gran silla-. Este es el contrato- me extendió un folder de color negro.

Convenio S&V Ricci

Fruncí el ceño al ver aquellas palabras impresas en la carpeta; de alguna forma él ya sabía que aceptaría.

<< ¿Puede este hombre acaso ver el futuro? >>

Manteniendo mi mirada fijamente en el previniendo cualquier movimiento, tomé aquel folder y empecé a leer su contenido; conforme mas iba avanzando, más podía asegurar que esta era una total locura, una en la que me estaba mucho miedo meterme.

- Aquí dice que… nuestro matrimonio durará 4 años…- dije parpadeando un par de veces\, era mucho tiempo-. ¿Por qué quieres que esto dure tanto?…- dirigí mi vista hacia él esperando una respuesta.

- Mi familia es… algo arcaica así que si este engaño dura menos de 2 años- suspiró-. Fácilmente se darán cuenta de todo y allí sí conocerías la furia de los Ricci\, porque créeme linda…- apoyó sus codos en la mesa-. No has visto nada…

- ¿Prometes devolverme mi libertad cuando el plazo de tiempo termine?- pregunté con la esperanza de recibir un “si”.

- Te doy mi palabra- dijo con seriedad-. Tampoco es que quisiera estar casado con alguien inferior a mi- se cruzó de brazos haciendo notar más sus músculos.

- ¡Ja! Tampoco es que quisiera compartir mi vida con un estúpido ricachón- sonreí con ironía-. El sentimiento es mutuo cariño\, así que…- me encogí de hombros y suspiré-. ¿Hay algo más que quieras decirme o “advertirme” antes de firmar esto?

- De echo sí… - se aflojó un poco su corbata-. Pero será mejor que tomes asiento\, esto permitiré que lo discutamos los dos…- me apuntó con sus ojos el asiento que estaba justo frente a su escritorio.

Con inseguridad di pasos pequeños hasta llegar al lugar y sentarme; ni siquiera podía relajarme, estaba muy tensa, muy preocupada acerca de lo que pasaría a continuación.

Valentino ya había demostrado en el corto tiempo que lo conocí o nos vimos, que era capaz de todo con tal de salirse con la suya y algo me decía que esto no sería excepción.

<< El poder del dinero Samantha… el maldito poder… >>

- No estés nerviosa cariño- sonrió sarcásticamente-. Verás que serás muy feliz a mi lado…

Sus palabras habían sonado falsas, muy irreales… por supuesto que no sería feliz a lado de una persona como él; frío, calculador, engreído, arrogante, el “señor todo lo puedo”… él tenía todas las cosas que me desagradaban en un hombre.

- Mejor no me hago ilusiones baratas…- contesté sin sentimiento-. ¿Qué más implica nuestro matrimonio?- cruce mis brazos poniéndolos sobre mi pecho.

- Ya que insistes…- rodó los ojos-. Al ser mi esposa tendrás que cumplir ciertos códigos y reglas\, como por ejemplo…- pensó un momento-. No puedes engañarme con otros hombres\, y si te vas a reunir con uno por alguna extraña razón… me debes informar para no pensar mal; vestir siempre de manera apropiada\, ya que los reporteros están al tanto de nuestras vidas siempre debes verte bien y la más importante… no me retes- advirtió con su típico tono serio que hace erizarme la piel-. Porque siempre estaré varios pasos más adelante que tú\, ¿entendido?

- ¿Eso es todo?- pregunté sorprendida al ver que no eran tantas cosas en las que cuidarme y enfocarme.

- Lo demás lo iremos viendo conforme la marcha- se desabotonó los primeros botones de su blanca camisa.

- De acuerdo…- suspiré-. Más te vale que esto no sea una trampa Valentino porque en serio te juro que te vas a arrepentir…- lo amenacé.

- Claro cariño\, lo que tú digas- sonrió burlonamente.

- Entonces que estamos esperando\, firmemos.

Valentino asintió y me extendió un fino bolígrafo; soltando  un suspiro de rendición le di un último vistazo a los papeles y con todas las fuerzas de voluntad que pude tomé el lapicero y firme en donde estaba mi nombre, él ya lo había echo así que con esto ya dábamos por cumplido el trato.

- Muy bien- asintió-. Ahora solo queda hacerlo formal- tomó la carpeta y pude observar cómo la guardaba en su cajón bajo llave.

- ¿A que te refieres? Ya firmamos el convenio…- me encogí de hombros.

- Tengo que presentarte con mi familia…- cruzó sus brazos sobre la mesa-. Y debo presentarte ante la prensa ya que eres la esposa de el mejor empresario del país.

- ¿En serio todo eso es necesario?- me queje-. Con tu familia lo puedo comprender pero ¿decírselo a todo el mundo?…- susurré no muy convencida.

- No será mucho problema\, ¿o acaso te molesta?- frunció el ceño algo molesto.

<< En realidad si.. no me gusta la atención y menos si tiene que ver contigo >>

- No es problema- mentí-. Simplemente no crees que sería algo..- reflexioné mis palabras-. ¿Pronto?

- Yo no tengo el más mínimo problema- dijo sin importancia-. Con que no me causes ningún problema o escándalo no tendremos ningún inconveniente…

- Al menos de mi parte no tendrás ninguno\, espero que tú seas el que respete este acuerdo- advertí-. De lo contrario… lamentarás haberme propuesto alguna vez esto.

Ante mi advertencia Valentino solo rió y negó con la cabeza, como si solo le hubiera echo gracia y se estuviera burlando de mi en todos los sentidos, por alguna razón presentía que esto se saldría de control… que esto no resultaría fácil de llevar y que él me manipularía a su antojo porque si hablábamos objetivamente yo tenía todo que perder y él todas de ganar.

Seguimos conversando un buen rato acerca de las reglas y los límites que tendríamos durante todo este tiempo juntos; acordamos que viviríamos juntos en su mansión hasta que nos “divorciáramos”, lo acompañaría a todas las cenas importantes de negocios que tenga, siempre nos daríamos nuestro respectivo espacio sin estorbar las actividades del otro y la última pero no menos importante… no tendremos relaciones sexuales entre nosotros a menos que ambos lo deseemos pero mientras tanto tendremos las debidas precauciones para que no haya rumores de infidelidad cuando cada quien vaya por un revolcón… palabras de él no mías.

- Yo no me creo capaz de ir por un simple revolcón\, no te preocupes por ese asunto- sonreí falsamente.

- De alguna forma debes quitarte la calentura Samantha- me guiñó el ojo.

- No soy como tú Ricci- negué-. Ahora sí me disculpas…- me puse de pie-. Debo ir a trabajar y arreglar unos asuntos pendientes.

- Recuerda que debes portarte bien.. estaremos en comunicación para planear la boda y hacer tu presentación formal a la familia- se acercó a la puerta poniendo su mano en la manija.

- De acuerdo…- asentí con seriedad-. ¿Entonces de que color vas a querer tu traje cariño?- puse mi mano sobre la suya haciendo una cara burlona.

De pronto sentimos como se abría la puerta haciéndonos retroceder unos cuantos pasos, de pronto una voz gruesa nos hizo mirar hacia su dirección.

- ¿Cariño?..

<< ¡Rayos!.. >>

Más populares

Comments

Gladys Zapata

Gladys Zapata

ummm interesante quién será

2023-03-24

1

Adriana Chaparro

Adriana Chaparro

el es un hdp

2022-12-10

0

Lourdes Masa Quintal

Lourdes Masa Quintal

Muy cierto

2022-05-10

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play