capitulo 5

Ibrahim

Bajaba las escaleras, ella siguió observando todo a su paso discretamente. Se detuvo y tomo el largo vestido en sus manos para caminar mejor dejándome ver sus tobillos, uno de ellos adornados por la tobillera de plata que resaltaba su tono de piel. En ese momento nuestras manos se unen cuando Morfeo baja a toda prisa tropezándo, ella para no caer se sujeta del barandal de la escalera rosando nuestras manos; siento la misma electricidad;

que recorre mi cuerpo y presiento que a ella también al ver como la desconcertó el leve toque.

  Bajo a pasos ligeros deteniéndose en medio de la sala, Lucas que también se encontraba en la casa hablaba con Alexander.

Ibrahim- Ponte cómoda - le dije al ver que no toma asiento

 ella se dirige a los muebles deteniéndose frente al sofá de cuero, se sentó colocado sus pies en el; rodeando sus piernas con sus brazos, Lucas me miro con una sonrisa ya que no permitía que nadie se sentara allí más que yo.

Ariana

Eran las cinco de la mañana Morfeo acostado en el suelo a mi lado, de vez en vez levanta la cabeza como verificado que estuviera bien, amo este animal es un perro muy inteligente y sensible al sentir mi dolor, rabia o frustración.

Alex, Lucas y Ibrahim conversaban plácidamente, aunque pude notar que Ibrahim me observaba igual que mi hermano, se oye el sonido del timbre miro a la puerta, era papá me apresuro a colocarme los zapatos y camino a él, que a pasos ligeros pero firmes e imponentes llega a mí, toma mis manos.

Teodoro- belleza mía, ¿te encuentras bien?

Ariana- estoy bien padre no te preocupes, ¿nos podemos ir?

 el asintió con la cabeza en lo que me apresuro encaminándome a la salida pasando al lado de Lucas y Ibrahim sin pronunciar palabra ni mirarlos, la puerta aún seguía abierta paso por ella sin detenerme quería llegar lo más pronto a mi casa, alcanzo a escuchar cuando papá agrácese a Ibrahim y se disculpa por la molestia causada.

 “molestia acaso yo le pedí que me llevara a su casa y no contento con eso me metió en su cama.”

Pasan las horas ya en mi casa, luego de un largo baño y colocarme ropa cómoda hablaba con papá y Alex en la sala.

Alex- que tal si vuelves a…

Ariana- no. No lo acepto

Alex- solo por un tiempo

Ariana- no voy a volver a irme. No voy a huir.

Teodoro- Ibrahim me ofreció seguridad

Ariana- padre no por favor, además por el señor orquídea tiene que estar involucrado en todo esto

  Alex sonrió no sabía el motivo, tal vez por lo que acababa de decir, lo que yo no sabía era que Ibrahim está justo detrás y Alex fue el único que lo vio entrar ya que papá y yo dábamos la espalda a la entrada de la casas, el sin hacer ningún ruido se quedó escuchando lo que yo decía, sin Alex advertirme de su presencia yo seguí hablando…  -  Es un extraño padre, lo hemos visto solo un par de veces.

Teodoro- conozco a su padre desde hace tiempo, son buenas personas.

Ariana- no sé, pero el señor orquídea no me agrada

  Alex se encogió de la risa al oírme decirle a Ibrahim señor orquídea, y al ver el rostro de el al escucharlo.

Teodoro- Ariana o aceptas seguridad o vuelves a Europa - autoritario

Ariana- padre no. Tú me enseñaste a afrontar mis miedos y resolver mis problemas y es hora de

resolver este; así que, con tu perdón por contradecirte, pero no me iré, ni tendré escoltas siguiéndome a todas partes y mucho menos si es sugerencia del…

 mi cuerpo se estremece al oír su voz

Ibrahim- permiso la puerta estaba entreabierta - mostrando el bolso que Alex había llevado - se les quedo en mi casa.

Teodoro- gracias, Ibrahim, adelante

 Papá tomo el bolso que traía colocándose de pie para recibirlo

Ibrahim

Ibrahim- no quiero molestar

Ella voltea asintiendo con ironía, asegurando que molestaba así que acepté la atenta invitación para molestarla más, se veía sumamente bella; cuando se molestaba sus mejillas se enrojecían, me senté frente a ella en un sillón individual, a mi lodo el señor Teodoro, teniendo la mejor vista de su cuerpo. Usaba unos short deportivos cortos dejándome ver sus piernas tonificada con un brillo singular, en la parte de arriba un top beis a juego con su shorts que llegaba a la cintura podía ver el arquear de esta. Su cabello recogido sin nada de maquillaje se veía más joven, un tanto tierna hasta que llegue a su mirada intimidante, fría y molesta, al parecer le encantaba estar descalza, retire la vista al ver que Alexander traía café para todos y observe la casa era elegante y sencilla a la vez; paredes de color blanco e igual que el piso, los muebles hacían juego y pocos cuadro de pintores famosos. La mire, a un se veía algo descompuesta por mi presencia.

Ariana- ¿desde cuándo tú preparas café?

Alex- desde que te compre esa costosa cafetera.

Recibí la taza de café igual que el señor Teodoro, la de ella la dejo en la mesa de centro hubo un silencio incomodo, hasta que el señor Teodoro se paró a responder una llamada en su celular, Alex se coloca de pie tomándolo de la mano y la asienta frente a su taza de café cerca de mí. Aun no tomaba de ella.

Alex- siéntate que ya perdiste las esperanzas de crecer, te quedaste chaparra hermanita y tu café se enfriara demás - salió dejándonos solos

Ibrahim- ¿así que te gusta el café no muy caliente? dime ¿desde cuándo me llamas señor orquídea? no sabía que teníamos esa confianza…

tosió ahogándose con el sorbo que había dado a su taza, me miro y pude notar algo de timidez en su mirada, sentimiento que no le permitía relucir completamente.

Ariana- así que ahora dedicaras tu tiempo a expiarme incluso en el día, pensé que solo te gustaba expiarme cuando nado

musito con la misma fuerza de siempre

Ibrahim- seria incómodo para ti ya que mi presencia te coloca nerviosa

Ariana- mis nervios no suelen salir a flote por cosas así - le respondí sin mirarlo, al oír sus palabra llenas de seguridad, su vos sonó tan sexy lo peor era que él sabía que era muy sensual y presumía de ello.

Ibrahim- ¿y por lo de anoche sí? Acaso ese hombre era… - no me dejo terminar cuando colocándose de pie ardiendo de la rabia.

Ariana- no te atrevas, tú no sabes nada, ni lo sabrás, por lo que veo terminaste tu café así

que… -  Le extiendo la mano señalándole la salida.  En ese preciso momento llega papá

Teodoro- hija que pasa contigo porque eres tan grosera

Ibrahim- no se preocupe señor Teodoro igual me tengo que ir - Le voy la mano para despedirme.

Al salir pienso en la forma que reacciono cuando le recordé lo de anoche al parecer ese tema es algo que la incómoda. ¿será algún exnovio? Antes de salir la mire su rostro estaba aún más enrojecido.

Ariana

Han pasado tres semanas desde lo sucedido en la recepción, las mismas tres semanas que llevo con escoltas, no me dejan sola en ningún momento; más aún porque todos los días recibo flores de Roberto en el restaurante o en la casa, papá viene más seguido a la casa; se reúne con Ibrahim, ahora hacen negocios juntos “lo que me faltaba.” En esas visitas nos mirábamos sin que el otro se diera cuenta o bueno eso pensábamos ya que no podíamos evitarlo y a veces nuestras miradas se encontraban quedándonos así por varios segundos, luego la desviamos para que papá no se diera cuenta y por qué no me gusta lo que despierta en mi con solo una mirada; que se funde en mi interior tanto que presiento que puede ver el color de mi alma, con solo un rose me hace estremecer y su fragancia al pasar a mi lado inundando mis fosa nasales embriagándome. Este hombre es tan sensual, muerdo mi labio interior. -  reacciono y miro que no me allá visto morder mi labio. (Pienso) gracias a Dios está concentrado en los papeles en sus manos.

Estaba frente a la piscina leyendo un libro, extraño tanto nadar desde que tengo guardaespaldas no lo hecho, coloco el libro en la mesa a mi lado miro a mi alrededor hay tres de ellos parados atrás de mí y uno más camina por alrededor de la casa, como si fuera la amante de un mafioso. Miro a la casa de Ibrahim se ve la luz aun prendida.  Me coloco de pie me quito la ropa, me sumerjo a la piscina.

Ibrahim

Allí estaba observando desde mi casa, está en la piscina leyendo un libro, desde que tiene compañía no ha nadado, mejor así porque me imagino a los escoltas embobados viéndola nadar en bragas.

Tomo un sorbo de mi trago, me analizo a mí mismo, no soy un hombre mujeriego, pero nunca me había obsesionado con ninguna mujer como con ella. ¿Obsesión? o te estas enamorando…

  ¡Qué diablos estaba haciendo! se está quitando la ropa delante de los escoltas que no perdieron la oportunidad de repasar su cuerpo con la mirada, coloco el trago en la mesa, Salí llegando lo más pronto me pare justo a donde iba a salir venia sumergida de verdad se ve hermosa.

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