LA VIEJA GUARDIA

—Veo que la has tenido difícil Yad —.

—Viejo, no me lo tienes que decir en la cara —.

La guardia regresó de su posición, todos se preparaban para escoltar a Asora en la actual persecución, la marcha será larga y cansada, tendrán que doblar la velocidad, será tediosa, pero la moral está en su punto más alto, la cercanía de la muerte impulsa a los hombres a dar su mejor esfuerzo.

De entre la guardia, el que más destaca es el capitán Orud, un anciano, pero aún tiene la fuerza que tenía en sus cuarenta y su espíritu de lucha de los veinte, y lo que es mejor, la experiencia de más de sesenta años en campañas, ha vivido varias guerras contra varias naciones, y aunque estaba retirado, servía como guardia draconiana a la orden del dragón del Oeste, pero la situación actual le hizo volver a meter la espada en la carne enemiga, y aunque era la persona con más bajas ha causado al ejército humano en la persecución iniciada hace diez días, el resto de la guardia draconiana no se quedaba atrás, sus estragos iban en aumento.

—¿Y dónde está ese muchacho del que tanto hemos escuchado?, desde que llegue todos hablan de eso —, el capitán Orud tiene curiosidad sobre Maza.

—Está con Teriz, debe estar enseñarle lo que se le enseña a un niño —.

—¿Y qué tan buen combatiente es? —, el anciano Orud acaricia lo que le queda de barba mientras bebe de su cantimplora repleta de alcohol.

—Es muy malo, le hice una evaluación con armas después de estar con Esther y Teriz, y la conclusión: es pésimo con la espada, pésimo con la lanza, pésimo con cuchillos, pésimo con el arco, parece que no está hecho para empuñar un arma —.

—¿En serio te has rendido tan pronto con él? —.

—No sé qué hacer para que luche, no entiendo la razón por la cual Asora haya querido crearlo, es un inútil —, el viejo Orud empezó a reír con exageración.

 —Se escucha más interesante de lo que pensé, tráelo conmigo, le enseñaré el arte de combatir—.

—Pero maestro, eso es imposible, al final un golem no aprende nada —.

—No te preocupes, he enseñado a muchos alumnos en todo el trayecto de mi vida, algunos parten antes que yo, pero eso ya lo tengo en mente, he estado junto a la muerte desde que era un niño, y la he vencido cada vez que venzo al enemigo, sé cómo es y cómo se comporta, haré de ese chico útil en este viaje de tres días —.

—Usted capitán habla como un anciano —.

—Eso se debe porque lo soy —.

—De acuerdo, lo traeré cuando Teriz termine, pero no te arrepientas —.

—Termine —, la primera sirvienta Teriz apareció con Maza siendo jalado del brazo, como si se tratara de un cachorro en un paseo.

—Teriz, ¿qué haces aquí? —.

—Como dije, terminé de enseñarle —.

—¿En serio? —.

—Sí, parece que comprendió lo básico, pero no puede entender algo con un poco más de dificultad —, Teriz no perdía la paciencia tan fácil como Yad.

—Vaya, ¿al menos sabe comunicarse? — Yad no guarda muchas esperanzas.

—Míralo tú mismo —.

Maza se veía igual que antes: su cara seguía sin mostrar expresiones.

—Maza, este es el capitán de la guardia, Orud —.

—Mucho gusto, capitán… Orud — Maza hablaba despacio, pero se lograban entender sus palabras.

—El gusto es mío muchacho —, Maza extendió el brazo intercambiando un apretón de manos, notando que la mano del capitán era firme y áspera.

Teriz estaba orgullosa de sus grandes avances en tan poco tiempo, aunque era Maza el que aprendía rápido.

—ahora veo cuál fue el problema de Yad para instruirlo, bien muchacho, prepárate, yo te enseñaré a combatir —.

—¿Combatir? —, Maza volvía a escuchar términos sin haber aprendido su significado.

—prepara mis armas Yad, partiremos a la media noche, le enseñaré algunas técnicas al muchacho antes de tomar una siesta y despertar a la hora de partir, es difícil es un anciano no dormir —.

—De acuerdo maestro, pero no se esfuerce demasiado —.

Yad se fue, y con ella se fue Teriz, ambas tenían que preparar varias cosas, faltaban seis horas para la media noche.

—Bien muchacho, toma la espada —, Orud le dio una espada de hierro, grande y larga, Maza nunca había tomado un arma de verdad, y no sintió nada más que el frío hierro, mucho más pesado que la madera y sin esencia de vida —ahora lánzame un ataque —, el viejo Orud se posicionó para combatir.

—¿Perdón? —.

—Golpéame con la espada —.

—No puedo hacerlo, es contra mi función —.

—Dame un golpe, te aseguro que no me pasara nada, es una orden —.

—De acuerdo —, Maza tomo con fuerza la espada y golpeo a Orud, pero la espada perdió el desbalance y golpeo el suelo.

—Ya veo, ese es tu problema, tú solo lanzas el golpe sin cortar, la espada se hizo para cortar y apuñalar, sin embargo tú solo sabes golpear, sería más conveniente para ti usar un garrote o una maza, pensé que tu condición te lo impediría, pero pareces más fuerte de lo que aparentas, la tonta de Yad aún no tiene la edad para reconocer el talento a primera vista como este viejo —.

—¿Qué debo hacer? —, el anciano Orud sonrió en sus adentros, dispuesto a poner en práctica sus planes.

—He visto en un reino humano emplear cadenas como armas, tiene todo el golpe sin perder su ligereza, creo que sería perfecto para ti por un tiempo —.

—Me parece bien, si puedo defender a Asora con eso entonces lo hare —.

Orud saco una cadena de un cofre muy adornado y se la ofreció a Maza, esa sería la herramienta que él utilizaría para defender a su creadora Asora. La cadena era fría y algo pesada, sin embargo, sentía que era lo que sus manos le exigían sostener, y sentía vida dentro de ella, incluso más que con las armas de madera.

Orud sonreía, sus corazonadas estaban en lo correcto.

—Bien Maza, esta preciosura se llama Lament, no daré muchos detalles sobre ella, solo cuídala bien —, Maza aprecio con más detalle la cadena, no era una cadena cualquiera, los anillos parecían estar perfectos, y en cada punta había una pieza de hierro negro, con una mujer llorando en un lado y sonriendo en el otro —ahora, golpéame con esas cadenas, y recuerda, sostén firmemente las cadenas con las dos manos, no quieras que salgan volando —.

—Entendido —,  Maza se posicionó para golpear, después lanzo un golpe con todo su fuerza con la cadena Lament, y dio en el blanco, el golpe fue muy potente.

—Eso sí fue un buen golpe, si no fuera porque mi cuerpo que está acostumbrado a la batalla, estaría inconsciente o muerto, es una bendición de los dioses la resistencia que he adquirido a través de los años —, Orud estaba satisfecho con el resultado.

—¿Está bien Orud?, ¿no le paso nada? —, Maza estaba preocupado, el golpe en serio fue fuerte.

—Claro que si niño, eso no es nada comparado a otros que he recibido, en definitivo, esa será tu arma —.

—De acuerdo —, Maza empezó a apreciar a la cadena que se encontraba en sus manos, sentía que Lament y él formarían un equipo capaz de derrotar a cualquier enemigo de su creadora Asora.

—Como lo pensé, tienes mucha afinidad con Lament —, el anciano cambio su expresión a una más sombría —, ahora preguntaré, ¿eres capaz de matar? —, la pregunta dibujo una sombra en las expresiones de ambos.

—Si, por el bien de mi creadora Asora —.

—Entonces eres más que bienvenido, pensé que por tu inocencia y falta de expresiones no podrías ser capaz de quitarle la vida a alguien —.

—Lo hare por Asora —.

—De acuerdo, sírvele correctamente, empezará tu trabajo antes de que te des cuenta —.

—Si- Maza seguía mirando la cadena de sus manos, y centraba su atención en especial a las figuras de la mujer sonriendo y llorando de la cadena, sentía que tenía a una fiel compañera en su cruzada, usaría a Lament para proteger a Asora, y Lamen usaría a Maza para consumir la sangre del enemigo, ambos se convirtieron en un equipo de usuario-arma.

Aun así, a Maza lo único que le atraía era el diseño, es normal en los golems, tienden a apreciar algo de la naturaleza o alguna curiosidad, se ve mucho en los golems de piedra mirando por horas y por días las flores del campo, no era diferente en Maza, se cautivó con la escultura en la cadena de Lament, sentía que podía ver el alma de Lament a través de las figuras, sentía algo que le denotaba confianza mientras más la miraba, era inconsciente de que solamente le gustaba verla.

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