Alissa
Ésta amable dama me llevó a una residencia que supongo es suya, salí y percibí que probablemente era una persona con «bolsillos profundo» como le digo a la gente de familia adinerada.
Esa era mi frase de pequeña, cuando aún éramos una familia y con algo de recursos que mi padre ganaba honradamente, él me traía juguetes, dulces y todo lo que un niño quisiera y a mí madre le entregaba un gran fajo de dinero, siempre decía «tengo un bolsillo profundo ustedes» yo sonreía feliz viendo cómo él sacaba los dulces de sus bolsillos, mientras mí madre sonreía de oreja a oreja contando su dinero. Creo que siempre había sido una ávara, sólo yo no podía reconocer eso en aquel entonces.
Siempre pensé que eran mágicos mientras sacaba más y más regalos.
¿Era también cómo mi madre?
¿Una codiciosa?
¡Quizás! Sólo feliz cuando lo veía llegar y me ponía a dar vueltas al rededor de él preguntando que había traído hoy para mí.
¡Que egoísta! ¿También fui causante de su ambición para ganar más dinero para nosotras? Era probable.
Eso lo había llevado a apostar con la intención de obtener más y más.
¡Fuí tan culpable como mi madre!
Me duele al pensar en eso ahora.
Pero intenté ayudarlo a salir de allí. Busqué ayuda de familiares y amigos, pero él no aceptaba.
No soy una hija desalmada después de todo.
En cambio ellos.
Dejé de pensar en eso, ya que sólo me traía más dolor.
Caminé un momento detrás de la dama, luego me paré en seco.
¿Que hacía? Era momento de irme, debería agradecer por haberme ayudado.
Ella volteó a verme cuando notó que ya no la seguía.
-¿Estás bien? - me preguntó.
Asentí e hice una leve reverencia ante ella.
-Muchas gracias por lo de hoy..- le agradecí.
-Creo que debería irme, ya la molesté suficiente. Una vez más, muchas gracias..- seguí agradeciendo.
Ella me miró y sonrió. Ésta dama me daba una extraña sensación, no entendía por que.
-Niña, no es una molestia ayudar a alguien quién te necesita. No te preocupe por eso, por que no pasa y se cambia? Tus ropas están rasgadas, además tienes el brazo lastimado, deja que el médico te trate las heridas.
Me miré y noté que de hecho mis ropas estaban rasgadas. También tenía el brazo inflamado, que fueron hechas por la mujer y mí madre.
-No te preocupes, vamos adentro..- me dijo ella.
Ella tenía una sonrisa alegre. Parecía feliz, pero ¿por qué?
Aún así la seguí, por lo menos podría usar la ropa de alguna empleada para tratar de arreglar el mío.
Le podía hacer algún arreglo y limpiar antes que ir a la calle así.
Entramos y era muy lujosa por dentro, traté de no parecer muy obvia con mí asombro.
No quería parecer como una idiota.
Ella llamó a una chica que llevaba el uniforme de criada puesta.
-Annie, ayudame a conseguir ropa limpia para la señorita.
-Sí, señora.
-Ve a buscar en el armario de Lisa, son de la misma talla.
Escuché a la dama decir.
-De inmediato, señora.
Dijo la chica con uniforme, de hecho no me gusta llamar criada a las trabajadoras.
Me quedé parada aún lado, no quería estropear nada aquí.
-Disculpe la descortesía, soy Amanda.
Hasta que finalmente supe su nombre, desde que subimos a su coche no había tiempo de presentarnos ya que estaba con ánimo caído.
-Señora Amanda, muchas gracias.
Soy Alissa.
Me presenté.
-Alissa, que agradable nombre.
Dijo ella.
- Cuando Annie baje con la muda, puedes cambiarte y el médico te verá el brazo.
-No es necesario el médico.
Dije apresuradamente negando con las manos.
-Sólo necesito limpiar mí ropa y hacer unos arreglos y estará bien, gracias!.
Ella me sonrió, pude notar algo de aprobación en sus ojos.
No le tomé importancia, no creía que fuera nada más que por mi actitud.
No soy una chica que se aprovecha, me gusta conseguir lo que quiero con mis propios recursos. Además el médico realmente no era necesario, era una simple lesión que mejoraría sin la necesidad de un tratamiento.
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
Amanda
Marcia tenía razón, la reconocí, y además ella era una niña honesta.
Desde que entró no prestó atención a la extravagancia ni el lujos a su alrededor.
Cuando ví a Annie bajar con la ropa, arquee la ceja.
Pero luego la escuché decir.
-No puedo aceptar ésto, parece muy costoso.
Luego la escuché susurrarle a Annie.
-¿No tendrás otro conjunto de uniformes? Sólo necesito ésto. No necesito ese vestido, es muy bonita pero es demasiado para mí.
Ví a Annie sorprendida y luego me miró buscando una respuesta.
Le asentí y Annie sonrió y la llevó hacia el piso de las criadas.
La miré, ella desprendía un aire frío y elegante, aunque llevaba un atuendo hecha un lío.
Realmente me agradó, espero que también le agrade a él.
Sentía que ésta niña sería su bendición.
Junte las manos y me senté en el sillón contenta.
Pero tenía algo que me preocupaba.
¿Cómo debería hablar con ella de ésto?
¿Ella estaría dispuesta?
Al pensar en ésto, dudé.
Llamé a mi ama de llaves, era bueno dando consejos.
-¿Qué? Señora, usted está realmente dispuesta a casar a su hijo con ésta dama que acabas de conocer?
¡Ay! Bueno, era compresible que se sorprendiera ya que acabo de conocerla, apenas me sé su nombre y ni siquiera era el nombre completo.
-No quiero arriesgarme.
-Que pasa con la señorita Claire, después de todo ella fue la prometida del señor Colin.
-¿Ella? - me burle- ¿Que tipo prometida deja a su prometido cuando éste tiene un contratiempo? ¿Acasoo olvidaste? ¿Olvidaste las palabras crueles que dijo cuando se enteró de que podría quedar sin la capacidad de volver a caminar? ¿Tan sólo ha venido a verlo desde que quedó en ese estado?
Realmente me cabrea cuando ese nombre llega a mis oídos.
Maldita sea, ¿que dijo ella?
«Necesito un hombre completo, soy la hija de la familia Black, ¿cómo puedo estar con un parapléjico?
No estoy dispuesta ser niñera de un discapacitado. ¿Tan siquiera sigue siendo un humano¿»
-Lo siento señora, pero esa chica ¿estará dispuesta?
-Ella es la indicada.
Mi ama de llaves se quedó mirandome fijamente.
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