Capítulo 5

Thiago

Cómo putas consiguió toda esa información, bueno solo se me ocurre una cosa y eso es bastante peligroso.

No sé si siento admiración o rabia por haberme quitado el caso.

Por lo que la capitana me dijo, habían arrestado a varias personas y como Martina había hecho la mayor parte del trabajo yo la acompañaría a terminar los interrogatorios.

- Listo para esto. - Se me hace raro el comentario de la capitana pero aún así respondo.

- Claro que sí, con tal de acabar con esta red y evitar que más jóvenes mueran.

- Espero que no te lleves una desilusión con lo que vas a ver. - No tengo tiempo de responder cuándo abre la puerta y veo a una persona conocida en la silla y está esposada.

Porque ella estaba acá, se supone que era nuestra infórmate y la capitana lo sabía. Miró a la capitana desconcertado y ella está muy tranquila.

- Hola capitana porque estoy acá y esposada. - Dice Trina muy calmada.

- Yo también lo quisiera saber. - Mi tono es un poco osco.

- Ya se van a enterar. - La capitana saca otra carpeta muy diferente a la anterior. - Usted está bajo arresto por tráfico de drogas, a parte de todo de dar información falsa al FBI.

Trina se pone pálida y en mi caso me pongo rojo, pero no de vergüenza si no de la ira, durante este tiempo ella sabía todo y me mandaba a callejones sin salida.

- ¿Que pruebas tienen?. - Dice tratando de calmarse.

- Bastante. - Abre la carpeta y hay fotos, informes y transcripciones de llamadas, Thiago al parecer solo te estaba manteniendo distraído para ella hacer de las suyas.

Alice prende la grabadora y si, no hay nada que hacer es la voz de Trina hablando con Alejandro, también hay otra con una mujer en la que cuenta como me tiene a mi lejos de todo el trafico.

- Eres una maldita. - Me abalanzó sobre ella pero antes de llegar a tocarla, entran varios agentes y me retienen.

- Y caíste por mis encantos, la verdad no sé cómo fue que nos pillaron yo solamente. - Se queda callada como si se acordará de algo.

- Nadie vio venir esto, pero ahora tu y tu amante van a ir a la cárcel.

Salgo de ahí sin decir más, cuando llegó a mi escritorio veo a Sebastián.

- Dónde está Martina.

- Pero que te pasa.

- La has visto o no.

- Está bien, la última vez que la vi iba de camino al gimnasio.

Salgo corriendo pero cuando llegó ya no está en las máquinas, voy directo al ring y tampoco la única parte es el pasillo de las duchas.

Y efectivamente la veo ahí, furioso la cojo de espaldas, su cuerpo se tensa al igual que el mío, es bastante fuerte para ser mujer.

El aroma que desprende me pone los pelos de punta, y mi amigo el de abajo está reaccionando a esto. Cuando caigo en cuenta de cómo la tengo la suelto y salgo.

Mi corazón late a mil por hora y no es por los acontecimientos anteriores es algo más, cómo puede perder el control con ella, es una niña que me lo paro sin siquiera insinuarse y con solo tocar su cuerpo.

Se nota que va al gimnasio seguido. Su olor a vainilla y también ese olor a sudor, su cuerpo desnudo contra el mío.

- Ya se calmó.

- Maldito Sebastián no me asusté así.

- Bueno me alegro que ya no estás enfadado pero ahora pareces idiotizado, se puede saber porque.

- Callate, no estoy para bromas.

- No es broma, y más bien cuéntame qué pasó en el interrogatorio y con Martina.

- Ya lo sabes, Martina consiguió lo que nosotros no y a parte de todo nuestra informante era la mujer de Alejandro.

- Madre del cielo, eso no me lo esperaba.

- Al parecer nadie se lo esperaba, pero aparte de todo me dejó delante de la capitana como un estúpido que se deja engatusar por los encantos de una mujer.

- Llegó pisando fuerte. - Se ríe a carcajadas y yo con ganas de matarlo.

- Cierra el pico, lo único que quiero es que se mantenga alejada de mi.

- Huy por lo visto tenemos a un próximo enamorado.

- Deja de decir estupideces, más bien nos vemos mañana.

Salgo directo a la casa, mi cabeza está hecha un lío, sin cambiarme me acuesto y me quedo dormido.

El sonido de mi celular me despierta es como si no hubiera dormido nada.

- Que pasa. - Ni siquiera me tomo el tiempo de ver quién es.

- Thiago te necesito en esta dirección. - Mi sueño se me va y me siento inmediatamente al escuchar la voz de la capitana.

- De inmediato.

Cuelgo y me levanto rápidamente, me ducho y me cambió menos mal mi ropa no es de marca ni nada por el estilo, y en menos de nada llegó a la dirección que me dio la capitana.

El lugar está acordonado para que nosotros estemos acá no es nada bueno, me acerco y veo a Sebastián este está bastante pálido.

- Que tenemos.

- La policía recibió una llamada de uno de los vecinos.

- Y eso que tiene que ver con nosotros.

- Hay bastantes cadáveres y lo peor de todo es ..

Antes de que él continúe veo que llega una moto, la persona que baja me deja helado.

- Con la boca abierta o la boca cerrada la vas a ver igual. - Ella se acerca y saluda a Sebastián con un beso en la mejilla, lo que hace que me ponga un poco de mal genio.

- Que paso.

- Múltiple asesinato. - Es que yo no existo o que.- Te recomiendo que no vayas a entrar.

- Ya soy mayorcita, puede manejar esto no es la primera vez que veré algo así. - Ella avanza sin decir más dejándonos a nosotros dos atrás.

- Alistate para lo que viene.

- ¿Que quieres decir?.

A los pocos segundos sale Martina blanca como una hoja de papel, sale del área acordonada y la veo vomitar.

- No disque aguantaba todo.

- Es tu turno de entrar, para que la entiendas.

Sin borrar la sonrisa de mi rostro entro en la casa, un olor me devuelve de inmediato, saco un pañuelo para taparme la nariz, poco a poco me voy acercando y la escena es escalofriante estoy viendo a varios cuerpos en el piso, pero no solo eso todos tienen la cara de Martina.

En ese instante la imagen de mi compañera viene a mi mente, caminó hasta donde escucho las voces.

- Martina ya llegó.

- Si. - Le respondo.

- No la dejen entrar.

- Ya es tarde para eso, entro y volvió a salir.

- No me quiero imaginar el impacto que tuvo al ver los cuerpos. - Si le contara pero eso me lo dejo para mi, tengo que ir a ver cómo está.

- Pasos a seguir.

- Necesitamos recoger evidencia, ya están los del laboratorio en eso, debemos asegurarnos de que estos sean los únicos que hay. Por favor interroga a los vecinos y a la persona que hizo la llamada a la policía.

- Ya mismo.

Hago un recorrido por la casa, es de un primer piso al parecer tiene sótano pero hay si no puedo entrar todavía, en la parte de atrás tiene un gran patio los investigadores del laboratorio ya tienen sus máquinas trabajando.

Esta casa da mucho terror, al terminar mi recorrido y después de tomar algunas fotos salgo y veo que Martina está con Sebastián, están bastante cerca.

Pero como si presintiera mi presencia se gira, al verme se despide de Sebastián y se va en su moto.

Camino sin ninguna expresión en mi rostro, aunque por dentro ella me está volviendo loco.

- ¿Cómo está ella?.

- No muy bien, la vi muy afectada no sé cómo vamos a manejar este caso.

- Cómo con todos, profesionalmente, pero hay que apoyarla y también comenzar a revisar su pasado.

- Alguien se preocupa.

- Me e dado cuenta que ustedes están muy unidos. - Que cambio de tema.

- Alguien está celoso.

- Para nada. - Serán celos lo que siento cuando los veo a los dos. - Y si ya dejaste de hablar estupideces vamos a hacer nuestro trabajo.

Nos ponemos manos a la obra este caso puede que empeore, y por lo que veo este es solo el principio, no tenemos mucho tiempo si queremos resolverlo.

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