5.- UN FELIZ CUMPLEÑAOS

POR PARTE DE ANA LAURA

Me duche y me aliste lo más

rápido que pude… no se para que me quería mi jefe en el lobby así que baje muy

apresura cuando de pronto lo veo muy arreglado y guapo hecho todo un príncipe

el traje que usaba resalta sus ojos azules, guuaaaoo no podía imaginar si así

se ve por en público como será en una habitación… era una fantasía hecha

realidad.

OCTAVIO – hey en que piensas –

ANA LAURA – cómo? Ahhh en nada ­–

OCTAVIO – Bueno es hora de irnos

–

ANA LAURA – a dónde? –

OCTAVIO – hoy es tu cumpleaños y saldremos

a celebrarlo lamento que un dia como hoy este trabajando.

ANA LAURA – guuaoo en serio –

OCTAVIO – si iremos primero a una

tienda de ropa y un salón de belleza, quiero que te veas hermosa no cualquiera

cumple 20 años –

ANA LAURA – jefe en serio… es

como un sueño hecho realidad… por que tomarse tantas molestias conmigo –

OCTAVIO – eres linda y me

gustaría que mi hija si algún dia la tengo sea como tú –

NARRADOR

Ambos salieron del hotel rumbo a

una boutique donde la convertirían en una princesa para luego ir a un lujoso

restaurant.

POR PARTE DE OCTAVIO.-

Ya han pasado más de una hora

desde que ella ingreso a la tienda y aún no he visto los resultados, ¿cómo

habrá quedado? Era mi incógnita hasta que ella empezó a bajas de las gradas… no

lo podía creer ella era realmente hermosa y el vestido largo negro se sentaba

bien claramente se podía ver su curvas de mujer madura y sus ojos me hechizaron

en ese momento, sentí que tenía a una diosa a mi costado muy bella… la

impresión fue mucha, nunca antes había pensado en otra mujer que no se Lucia,

pero esta niña realmente quitaba suspiros.

Salimos de la boutique al

restaurante más elegante de la ciudad, para celebrar sus 20 años comimos y

bebimos un poco de champagne hasta que llego la torta y los empleados del restaurant

cantaron la clásica canción de feliz cumpleaños, ella estaba feliz emocionada

contenta por lo que estaba viviendo y de pronto se puso a llorar.

ANA LAURA – gracias… gracias

jefecito por este hermoso regalo me siento muy feliz… nunca nadie festejo mi

cumpleaños como lo hizo usted conmigo desde que mis padres murieron, en verdad

estoy muy conmovida.

OCTAVIO – cómo? Tus padres

fallecieron.

ANA LAURA – si… cuando estaba en

la secundaria... mi tía me crio hasta que ingrese a la universidad, ella decía

que como era muy inteligente y a la edad que ingrese me considero mayor y dejo

de apoyarme… y con las becas que tuve y mi trabajo de medio tiempo pude

subsistir.

OCTAVIO – lo siento… no lo sabía.

ANA LAURA – no… no se preocupe…

no es momento de llorar es momento de celebrar y quiero recordar este momento.

OCTAVIO – toma… es tu regalo…

ANA LAURA – puedo abrirlo?

OCTAVIO – claro…solo espero que

te guste y sea de utilidad.

ANA LAURA – que será, que será…

es un mini portátil… gracias es muy muy bonito…ahora poder escribir más

tiempos… pero como supo que quería uno.

OCTAVIO –  lo vi en una revista en tu escrito y entonces

me acorde de tu cumpleaños y quise regalártelo.

ANA LAURA – me gusta en verdad me

gusta, pero debió ser caro no puedo aceptarlo ya ha gastado mucho en mí y no…

OCTAVIO – shuu…  toma como un obsequio por buen desempeño en

la oficina, en el tiempo que has estado ayudándome, me he sentido más tranquilo

y relajado… me has ayudado en muchos casos y además te has moldeado a mi temperamento

y has podido anticipar gran parte de mis decisiones… ni Mario tenía esa

capacidad, por eso es que decidí que darte un buen obsequio…. Además quiero que

termines esa historia para que pueda leerlo.

ANA LAURA – jefe… le hago una

promesa en cuanto termine de escribirla usted será quien lo lea primero.

OCTAVIO – promesa

ANA LAURA – si promesa.

NARRADOR

Y así continuaron con la

celebración de cumpleaños….

ANA LAURA – creo que me embriague

demasiado…

OCTAVIO – como no estarlo…si te

tomaste prácticamente una botella entera… no me dejaste beber mucho.

ANA LAURA –  no sea mentiroso – y sin querer tropecé

dentro del ascensor y OCTAVIO me tomo en sus brazos, sentía su respiración muy

cerca de mí, como si quisiera besarme… hasta que si lo hizo.

OCTAVIO: Cuando la tuve entre mis

brazos no pude más con la tentación… esta niña echa mujer era muy hermosa y

desde el momento que la vi toda transformada, sentía que ella me pertenecía y

le di un beso muy apasionado el cual ella me correspondió… con voz leve le dije

– Ana no puedo más… ya no puedo resistir más te necesito.

ANA LAURA – cómo? – entonces me

llevo cargada hasta mi habitación donde cada beso suyo estremecía mi cuerpo y

me sentía muy acalorada, ingresamos a mi habitación y no paro de besarme y yo

le seguía correspondiendo, me recostó en la cama y empezó a desvestirme… no

podía negarme, porque en el tiempo que convivimos llego atraerme demasiado,

solo que no me di cuenta de cuanto me atraía hasta que me beso.

OCTAVIO: cuando ya la tenía en

ropa interior, le dije que era muy hermosa y su piel blanca me tenía loco, volteo

la cara porque se sintió muy aprenda, entonces seguí besándola hasta llegar a sus

pechos donde le di más besos y metí mis dedos entre sus piernas hasta que ella

estallo un gemido, me gustó mucho, pues sentí que ella lo estaba disfrutando y

entonces no pare hasta que mi miembro estuvo bien parado y duro… estas lista? –

si – me respondió, entonces empecé a introducirlo lentamente... la sentí muy

estrecha por lo que supuse que ella aún era virgen y que yo la haría mujer (eso

elevo mi ego masculino mucho más de lo que ya lo tenía haciendo que la quiera y

desee su cuerpo más de lo que ya sentía desde que la vi ingresar a mi oficina

ese primer dia)

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