Treinta minutos después, el coche se detuvo en la entrada de un hotel.
Nada más entrar, Quincy se quedó sorprendida por la magnífica y ostentosa decoración. Había una enorme fuente en el centro del vestíbulo y un piano de cristal justo al lado. Sus ojos se fijaron en el piano y sintió una extraña punzada en el corazón, así que apartó la mirada.
Un par de hombres la llevaron arriba y se situaron en la entrada del pasillo. Levantaron la barbilla hacia ella y dijeron: —Última habitación.
Quincy siguió la línea de visión de los hombres y se dio cuenta de que la habitación era obviamente más lujosa que el resto. Las dos enormes puertas de madera pintadas de rojo con motivos artísticos parecían llevar una especie de seducción silenciosa.
Quincy se limitó a asentir y se acercó a la habitación. Los finos tacones de sus zapatos no hacían ningún ruido en la gruesa y suave alfombra, lo que le dio la ilusión de que sería agradable despertarse para descubrir que todo eso era un sueño.
Empujó despacio la puerta y enseguida sintió un silencio tranquilizador al otro lado. La habitación parecía estar vacía.
El diseño de la habitación era abierto, sin paredes ni barreras que obstruyeran el paso. Estaba decorada lujosamente con muebles de estilo europeo, enormes ventanales del suelo al techo, una cama «king size» y un gran escritorio. Esa habitación parecía ser diferente de la típica habitación de hotel, y quizá estaba diseñada específicamente para una persona en particular.
Quincy se acercó en silencio a la cama y oyó el sonido del agua corriente. El sonido en la tranquila habitación parecía muy fuera de lugar e hizo que apretara su chaqueta.
¡Clang! La puerta se abrió desde el interior. Al ver eso, la espalda de Quincy se puso rígida y se quedó congelada en el borde de la cama con el cuello erguido. Con la cabeza levantada, su pelo negro como el ébano caía en cascada y ocultaba su rostro.
El sonido de unos pasos suaves y firmes llegó a sus oídos, y la fragancia del gel de ducha mezclada con un extraño aroma a menta se difundió en el aire...
Quincy se sentó nerviosa en la cama y se dijo una y otra vez que, ya que no podía escapar, más le valía disfrutarlo, ¿no?
Una voz de hombre dijo: —¿Cómo te llamas?
La voz era profunda y magnética, y venía de su lado. Hizo que su corazón se agitara, por alguna razón. Por reflejo, soltó: —Quincy Scott.
Pero después de decirlo, se dio cuenta de su error. Estaba claro que no era la voz de Xavier, el hombre al que esperaba encontrar.
Cuando se dio cuenta, su corazón dio un vuelco y levantó la vista con asombro, pero en el momento en que lo miró, ¡sus ojos fueron cubiertos por un par de manos grandes y cálidas!
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Updated 85 Episodes
Comments
Oriana Gutierrez
que pedo acaso es el !?
2022-06-07
0
Lidia Javier Centeno
k le pasara
2022-04-21
0
Mia Pinedo
No puede ser
2021-11-15
0