Su esposa y su hijo

durante cuatro años, no he sabido nada de mi esposa y mi hijo. Conocí a Aitana por casualidad, ella me ofreció trabajo me negué al principio pero luego me obligó a aceptarlo.

- al principio todo estaba normal pero después de 10 meses... comencé a ver cosas muy sospechosas. Aitana ocultaba algo, de eso estaba seguro.

- conocía al señor Jones, ¿quién no lo conocería?, si era el candidato a rey vampiro. Incluso era el hijo del Rey Alonso Jones.

- supe de la muerte de Alonso y también supe de las atrocidades que él había hecho. Lo que si me causaba duda era el saber que Jeff estaba dormido y llevaba años sin despertar, además la reina nos prohibía mencionar algunas cosas.

- traté de investigar pero Aitana se enteró, me mostró una foto de mi esposa embarazada prácticamente con eso me obligaba a doblar las manos, esa foto era prueba de que podían matarla en cualquier momento. Me perdí la oportunidad de ver a mi hijo nacer y crecer...

Su voz se apagó al sentir que unas lágrimas rodaban por sus mejillas sin poder detenerlas, bajó la cabeza para que no lo vieran llorar.

- voy a investigar su paradero, confía en mi - habló Richards para hacerlo sentir mejor.

- no sé si estén bien, lo único que Aitana me ha dicho es que de mí depende la vida de ellos - mencionó sin levantar la cabeza.

- Esa mujer no tiene corazón - ésta vez habló Sebastián con frustración.

No cabe duda que en sus venas corre la misma sangre de su padre. Ambos ambiciosos y llenos de maldad.

después de terminar de decir los planes, Jacinto regreso al lugar dónde se alojaban. Ya estaba por amanecer.

Miró que Jefferson estaba parado en la puerta de su habitación, tenía los brazos cruzados y los ojos cerrados. Al notar su presencia frunció el ceño.

- ¿lograste encontrarlo? - mencionó sin abrir los ojos.

- ....

abrió la boca para responder pero no encontraba que decir.

- al rato cuando se oculte el sol, saldremos a buscar de nuevo - abrió lento los ojos al decir eso.

Jacinto sólo asintió con la cabeza, evitaba hacer contacto visual con Jefferson. Después de saber todo lo que le contaron no sabía cómo dirigirse a él.

se le quedó mirando un par de segundos antes de entrar a su habitación. Podía notar que le ocultaba algo, su comportamiento era extraño.

Jacinto soltó un pequeño suspiro después de que Jefferson entró a su habitación.

'Richards me dijo que tenía que dejar este broche en las cosas de Jeff, pero... eso será algo difícil'. pensó al sacar el broche que traía dentro de su abrigo.

'¿es tan importante éste broche para Jeff?'. Se dijo mientras lo guardaba de nuevo.

Richards se fue con los demás al lugar dónde se estaban quedando, como suponía... Rachel estaba ahí.

- ¿las cosas salieron bien? - preguntó al verlos llegar.

en su rostro se podía notar la preocupación y la angustia que sentía.

- Él aceptó ayudarnos con una condición... - bajó la cabeza antes de terminar.

- buscar el paradero de su esposa y su hijo, Aitana lo amenazó con matarlos si se le ocurría traicionarla. Desde entonces se los llevó y él no sabe nada de ellos.

- ¡Pero que parra! - gritó enojada.

todos la voltearon a ver asombrados, ¿Desde cuándo ella comenzó a decir esa clase de palabras?.

- madre, le dí tu broche al tío Richards para que lo ponga a la vista de papá. Ese será el primer objeto que mostraremos, esperemos que si logré recordar algo.

Rachel se sorprendió con lo que dijo Axel, si estaba al tanto de cuales eran los planes pero... no esperaba que incluyeran ese broche.

Mientras tanto Jacinto le daba vueltas a su cabeza tratando de encontrar la forma de que Jeff mirara el broche de manera accidental.

Algo de pronto le vino a su cabeza, era una gran idea pero necesitaba trabajar en eso. Sobre todo tenía que cuidarse las espaldas para no ser descubierto por los hombres que había enviado Aitana según como protección.

Se puso ropa de protección contra los rayos del Sol, tenía que hacer su parte del trato.

al caer la tarde, ambos salieron como habían planeado.

- me tomé el atrevimiento de traerte algo para beber - mencionó al mostrarle a una joven en sus brazos. Le había colocado el broche en el cabello de forma que se mirara fácilmente.

- no es necesario, no tengo ganas de beber sangre ahorita - respondió sin siquiera voltear a ver a la chica.

- pero...

Lo interrumpió

- dije que no nesesito sangre en este momento - hablo con su voz ronca.

'¡rayos!, ni siquiera la vió. ¿ahora qué hago?'. pensó con el ceño fruncido.

fue a dejar a la chica en un lugar seguro para cuándo despertara y el broche lo volvió a alzar.

- Te daré una oportunidad para que me digas que es lo que ocultas.

Jacinto pegó tremendo brinco al escuchar su voz detrás de él. Tanto fue el miedo y los nervios que soltó el broche que iba a guardar.

- na...nada - respondió con voz temblorosa.

'no puede ser, soy un tonto. El plan se fue al carajo'. se dijo para si mismo.

Jefferson sólo le dió una breve mirada antes de mirar lo que se le cayó.

Algo le llamó la atención, sintió algo dentro de él pero no se podía explicar a qué se debía ese sentimiento.

- ¿por qué estás nerviosos? - preguntó desviando la mirada hacia Jacinto.

- ....

No sabía que decir, su mente estaba completamente en blanco. ¿Que podía decir?.

Jefferson frunció el ceño al ver su silencio, era obvio que ocultaba algo.

No podía evitar volver a mirar ese broche, le parecía haberlo visto en algún lugar pero ¿dónde?.

Retrocedió al sentir un dolor muy fuerte en la cabeza.

Pudo recordar a una mujer acostada en una cama, no pudo ver exactamente su rostro, pero si notó que tenía una bebé recién nacida en brazos.

Él estaba hablando pero no podía recordar con exactitud cual era el tema. Su vista se poso en la niña quien abrió sus ojitos color azules, por alguna razón sintió algo dentro de él que lo hizo retroceder hacia atrás.

La bebé no apartaba la mirada sobre él y eso por alguna extraña razón lo puso nervioso.

¡Aléjate!, ¡cuídala!. Eso era lo que pasaba por su mente, no sabía a cuál hacerle caso.

Se alejaba y trataba de ignorarla mientras seguía hablando con esas dos personas delante de él. Pero su mirada volvía a caer en la Pequeña niña como si sus ojitos tuvieran alguna clase de imán que lo atraían al verla, pero... ¿quién era esa niña?

Su pecho dolía, sentimentalmente y el dolor de su cabeza se hacia cada vez menor. Aquel recuerdo se iba tornando borroso.

- ¿Señor Jones se encuentra mejor? - habló al verlo que comenzaba a entrar en razón.

- ¿De quién es el broche? - preguntó sin abrir los ojos.

- ... lo encontré por casualidad mientras buscaba a ese sujeto, ahí lo encontré y me pareció bonito por eso quise regalárselo a mi mujer - respondió rápidamente.

Jefferson no lo miró sólo fijó su mirada en el broche de nuevo. Solo fue por unos segundos antes de darse la vuelta para irse.

'¿habrá recordado algo?'. Se dijo a si mismo en sus adentros.

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...~Richards Ossa~...

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