Nuestro padre

¿padre? - preguntó asombrada al verlo en sus sueños.

- hola Ashley, has crecido mucho. Eres igual de hermosa que tú madre - mencionó con una pequeña sonrisa.

- ¿cómo es posible, ya ¿despertaste? - pregunto mientras corría a abrazarlo.

Ella sabía que a su padre no le gustaba los abrazos pero no podía evitar sentirse feliz al verlo después de tantos años.

- definitivamente eres igual a tu madre - mencionó al abrazarla.

- me disculpo por no aparecer más antes, sé que ha sido difícil para ti y para tu hermano crecer sin la presencia de sus padres - volvió a decir.

- tío Cristian y tío Sebastián nos han cuidado bien - respondió con una sonrisa.

- más les vale - respondió frunciendo el entrecejo.

'veo que es verdad lo que el tío Cristian nos ha contado sobre papá'. dijo en sus adentros mientras observaba detalladamente a su padre.

- después hablaré con ellos, por el momento... - hizo pausa mientras miraba la expresión seria de su hija.

- en unos días voy a despertar, aún no quise decirle a tu madre para no distraerla de sus entrenamientos. Necesito que seas fuerte al igual que Axel, se viene mucho por delante.

- mientras yo no recuerde nada, podría ser capaz hasta de matarlos a ustedes. Así que eviten hacerme enojar cuando me vean - mencionó sin ninguna expresión en su rostro.

- conozco a tu madre y sé que no dudará en provocarme cada vez que me vea. Ella es impredecible y nunca se sabe con que cosa nos vaya a salir, también es muy terca y no se queda quieta hasta no lograr su objetivo - sonrió al recordarla.

- no te preocupes padre, la cuidaremos muy bien - le guiñó el ojo mientras levantaba el dedo pulgar.

- supongo que Cristian les contó sobre el collar, ¿no es así? - volvió a decir levantando una ceja.

Ella sólo asintió en respuesta.

- mientras tengan el collar, nadie podrá hacerles daño - terminó de decir mientras miraba a su hija con una pequeña sonrisa.

- te quiero padre - lo abrazó nuevamente, sabía que ya estaba por despertar.

Se sintió feliz de sentir nuevamente el abrazo de su padre, aunque no tardaría mucho.

Al abrir los ojos se dió cuenta que aún era de día y que sólo había dormido medía hora.

Aún era pleno día, pero ellos aprovechaban para dormir un poco durante el día y estar activos al llegar la noche.

Mientras tanto Axel también estaba teniendo un sueño, al igual que Ashley se alegro de ver a su padre después de diecinueve años.

- padre, que sorpresa verte - lo abrazó como un niño pequeño.

A pesar de tener veintiún años, delante de su padre parecía un pequeño de seis años.

- tanto tiempo sin verte - mencionó casi con los ojos llorosos.

- lamento no aparecer más antes - se alzó de hombros.

'supongo que al estar mucho tiempo a lado de Cristian ya se te está pegando lo sentimental'. pensó mientras dibujaba una pequeña sonrisa.

Le dió las mismas indicaciones que a Ashley, de igual forma se despidieron con un abrazo de padre e hijo.

Cuando Axel despertó, se puso en marcha para seguir entrenando. Le había prometido a su padre que cuidaría a su madre y a su hermana.

- tío Cristian, ¿dónde está mamá? - pregunto al encontrarse con Cristian.

- Rachel está junto a Ashley entrenando - señaló hacia el salón de fiestas.

- tío Cristian, hablé con mi padre y me dijo que te diera un recado.

- que... que fue lo que dijo - preguntó casi enrredándose con sus palabras.

Axel soltó una pequeña carcajada al ver a Cristian con pánico, con sólo mencionar a su padre.

- ¿de que te ríes?, no olvides que soy tu tío y merezco más respeto - frunció el ceño para provocar miedo ante Axel.

- o no, no, no, tío ¿cómo podría yo faltarte el respeto?, te debo mucho. Es más, te debo que me salvaste la otra vez cuando casi me matan - habló alzándose de hombros.

Cristian sabía que lo decía en sarcasmo, ya que ese día fué su culpa por haber dejado sólo a Alex en medio de varios vampiros, disque; para probar su valor.

- incluso mi padre estará muy agradecido contigo por protegerme ese día - mencionó con un gesto de agradecimiento. (fingiendo).

- mocoso cómo te atreves, ni se te ocurra contarle nada a Jeff o él podría... - el miedo se reflejaba en su rostro.

- no te preocupes tío, sólo bromeaba. Me caes bien y no sería capaz de provocar tu muerte - sonrió al momento de guiñarle un ojo.

'Se nota que no le sacaste nada a tu padre, no sé si agradecer o maldecir. Ya que tal vez tú no me mates pero tu padre sí'. pensó mientras lo observaba.

- en fin, mi padre me dijo que te comunicaras con el tío Richards y que le dijeras que en unos días despertará - terminó de decir antes de caminar.

- ¿de verdad va a despertar? - estaba emocionado de poder ver de nuevo a su amigo.

- no, sólo está bromeando - dijo sarcásticamente.

- veo que te gusta bromear, por qué no vas a hacerte el chistoso allá con tu hermana - mencionó mientras fingía estar disgustado.

'mi gran orgullo, mi sobrino me saco lo chistoso. Jeff deberías de agradecerme que le enseñé a tu hijo a no ser amargado igual que tu'. se dijo en sus adentros.

Axel se fue a reunir con su mamá y su hermana para entrenar.

Los días pasaban, los tres entrenaban con mucho esfuerzo y casi sin descanso.

Las clases matutinas acababan de terminar, cómo era de costumbre. Esperaban a qué la clase Vespertina entrara.

Las reglas permitían que se pudieran saludar o hablar. Así que todos aprovechaban para hablarle a los del otro turno.

- Selena, (tos). ¿cómo te fué hoy en las clases? - preguntó con una sonrisa.

- hola Axel, me fué bien... deseo que también a tí te vaya bien - sonrió tímidamente al toparse con la mirada de él.

Ella era morena y con cabello rizado y negro. Ambos se gustaban pero ninguno de los dos daba el primer paso para declararse.

- ¡¡oh, ahí viene Ashley!! - gritaron varios chicos al verla.

Ashley llamaba la atención de todos, ya que se comportaba más distante y fría que los demás. Los vampiros solían ignorar a veces a los otros estudiantes y en ocasiones se comportaban fríos y distantes, pero Ashley no permitía que ni se acercaran a ella.

Rachel venía a lado de ella cuando notó que algunos chicos se acercaron a ellas. Rachel solía ser amable con los demás, no había cambiado su forma de ser desde el primer día que piso el colegio.

- Rachel, ten - mencionó un chico que le entregó una carta.

Rachel era hermosa y eso llamaba la atención de varios también.

- no le recibas nada - mencionó con una expresión seria.

- pero...

- ¿quieres que mi padre se entere de ésto? - le dijo frunciendo el entrecejo.

En ese momento Rachel recordó lo aterrador que solía ser Jefferson. En éstos días, ella había logrado recordar más cosas.

'cielos, ¿Jeff me mantiene vigilada por medio de Ashley?'. se dijo a si misma mientras rechazaba la carta.

- haste a un lado tengo que ir a clases, se me hace tarde - mencionó casi empujando al chico.

- disculpa la, ella no suele hablar con nadie - mencionó Rachel con una sonrisa torpe.

'Jeff, ¿que maldición le diste a nuestra hija?'. pensó mientras se reía internamente.

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*Rachel*

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