Parte 3

-        Esa maldita volvió- dijo Victoria una vez llego a la mesa donde sus amigas las esperaban.

-        ¿Pero su padre no se la llevó? En eso acordaron- dijo Chloë tomando un sorbo de su café.

-        Si pero su marido se murió o que se yo, el punto es que la perra esta aquí y Maximiliano esta como loco y ya me dijo que va a intentar algo con ella- bramó molesta.

-        ¿Y tu crees que lo valla a perdonar?- esta vez fue Samantha quien intervino- digo si tiene algo de dignidad no lo haría- se encogió de hombros

-        Tienes razón, puede que si lo llegue a perdonar, pero de ahí a volver con el no lo creo- le dio la razón Chloë a Samantha.

-        ¿Ustedes creen?-.

-        Claro amiga no te preocupes, lo que tienes que hacer ahora es intentar conquistar a tu marido- alentó Sam a su amiga.

-        ¿Y que creen que he estado haciendo estos años?- se quejo Victoria- Maximiliano es un testarudo, ni por el mocoso ha dado su brazo a torcer.

Y así entre quejas y platicas Victoria y sus amigas pasaron la tarde, después de un rato volvió a su “hogar” donde encontró a un Maximiliano muy molesto, esta lo ignoro y fue a su recámara hasta que el porrazo le hizo dar un brinco.

-        ¿Pero que te pasa?- le miro.

-        ¿Dónde estabas?- se intento calmar pero era imposible.

-        Oh ¿Ahora te preocupes por mi cariño?- su sarcasmo era notable.

-        No me agotes la paciencia Victoria ¡¿Dime donde carajos estabas?!- le rugió el ojiverde.

-        ¡Estaba con mis amigas ¿de acuerdo?!- le respondió de la misma manera- ¡¿A ti que te importa?!

-        ¡Tienes razón me importa una mierda, pero mi me importa mi hijo!- la tomó de los brazos- ¡porque muestras tu gozas con tus amigas Gabriela me tiene que llamar porque está escuchando el llanto del bebé desde hace horas y no hay nadie con el! ¡¿Qué clase madre eres?!-.

-        ¡Oh vamos no estuve fuera mucho tiempo, además tu también te largas y me dejas sola con el escuincle!-.

-        ¡A diferencia tuya yo no me voy a divertir, yo me voy a trabajar para poder mantener este intento estúpido de familia!- la soltó.

-        Sabes que no necesitas trabajar, tienes mucho dinero- se cruzó de brazos.

-        Corrección mi padre tiene dinero no yo y si vas a ser así de irresponsable me iré con mi hijo y nunca más lo volverás a ver- sentenció el italiano.

-        No puedes hacer  eso- no lo podía permitir,  ese niño era lo único que lo mantenía atado a ella.

-        Pruébame- le amenazó.

-        Te recuerdo que tu y yo tenemos un trato-.

-        Si no cumples tu parte yo no cumpliré la mía- salió de la habitación dejando a su esposa muy enojada, después de un rato Max vuelve a entrar- arréglate tenemos una cena en casa de mis padres- y así mismo salió.

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-        Señor Dominick, señora Yamila que gusto verlos- dijo Victoria con una sonrisa hipócrita.

-        Que gusto que hayan podido venir a la bienvenida de mi hija- hablo la árabe mayor.

-        ¿Qué?- Victoria estaba confundida.

-        ¿Maximiliano no te contó?- ella negó- esta reunión es para celebrar que mi hija esta con nosotros- sonrió feliz, aunque no todos ahí lo estaban.

-        ¡Oh! Mi marido no me dijo nada, supongo que lo olvidó- le miro a un momento- y sabe como son los hombres de olvidadizo- le sonrió a la mujer pero pareció mas una mueca.

-        Tienes razón- en eso mira al niño- pero como esta mi nieto favorito- lo cargo y se lo llevo dejando a la pareja sola.

-        ¿Por qué no me dijiste que la cena era en honor a esa?- le reclamó.

-        Tu misma lo dijiste ¿no? Lo olvide- se encogió de hombros y la dejo ahí sola, después de calmarse fue a donde estaban todos y noto que no solo estaba Jazmín sino sus amigas y los amigos de Max.

-        ¡Genial lo que me faltaba!- se dijo para si.

La Celebración continuo sin mayor percance y Victoria se estaba comportando bien, más cuando se dio cuenta que Jazmín evadía a toda costa a Maximiliano y al igual sus amigas no dejaba que se acercaran a ella, sonrió para sus adentros y todas sus preocupaciones de la tarde iban desapareciendo al ver la actividad de nuestra chica.

Después de ellos todos se despidieron agradeciendo por la celebración y a Jazmín no le quedó más remedio que quedarse en la casa de su madre pues ya era tarde y sus hijas ya estaban dormidas en su habitación, o la que era su habitación cuando vivía ahí, al igual que Max y Victoria pues a Dominick le pareció inseguro que su hijo condujera con algunas copas encima, aunque no estaba ebrio igual no era lo mejor. Todos se instalaron en sus respectivas recamaras y Max fue a tomar una ducha, cuando salió se encontró a una Victoria muy sonriente.

-        ¿Cuál es el chiste?- esa sonrisa no le gustaba para nada.

-        Te lo dije ¿no? Jazmín jamás te va a perdonar lo que le hiciste así que no pierdas tu tiempo cariño- le guiño.

-        Ese no es tu puto problema- salió enojado de la habitación y Victoria solo río pues ella sabía que muy en el fondo el le daba la razón, Maximiliano entró a la cocina y tomó un vaso con agua para bajar la ira, pues odiaba que Victoria tuviera razón, al terminar iba a salir pero choco con alguien.

-        Disculpa no te vi- dijo el ojiverde.

-        Lo siento yo iba distraída- se disculpo la árabe.

-        Jaz, se que no es el momento pero ¿podemos hablar?- ella le miro a los ojos y negó.

-        Tu lo has dicho, no es el momento- se iba a ir pero Maximiliano la acorrala a la pared.

-        Vamos Florecita, déjame explicarte las cosas- le suplico ella solo quedo hipnotizada por su mirada- o ¿tendré que convencerte?- se fue acercando lentamente a ella.

-        ¿Que…que ha..haces?- se alejo quedando más pegada a la pared.

-        Intento convencer te princesa- le regalo una sonrisa burlona por ver lo nerviosa que estaba.

-        Aléjate- logró decir.

-        ¿Segura?- ella solo asintió- tu boca dice una cosa pero tu cuerpo dice otra- paso su mano por su hombro descubierto por el pijama.

-        Por favor…-.

-        Esta bien, me alejare, pero si prometes que hablaras conmigo- la miro a los ojos.

-        Esta bien- cedió y el se alejo de ella pero no lo suficiente para que se pudiera ir.

-        Lo siento- le susurro.

-        ¿Por qué?-.

-        Por esto- antes de que preguntara algo más sintió los labios del italiano sobre los suyos, aquellos que había extrañado tanto y nuevamente volvían a hacer prohibidos.

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                                                               CHA CHA CHAAANNN

                Bueno como les prometí, otro capítulo, ¿que les parecio el atrevimiento de Max?

                 Hoy quise darle más protagonismo a Victoria para que vallan entendiendo más.

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