- Los declaro marido y mujer, puede besar a la movía- decía el juez felicitando a los recién casados, la peli-negra le iba a besar pero Max simplemente volteo la cara y se dirigió a dónde estaba su familia.
- Felicidades hijo- dijo su padre abrazándolo.
- No veo la razón de estar feliz- dijo tajante.
- ¡Maximiliano!- reclamo su padre.
- ¿Qué?-.
- No digas esas cosas frente a tu esposa-.
- ¡Oh vamos! Dejemos este teatro, todos en esta sala sabemos que no me case con ella por amor sino por ese bebé y porque prácticamente me obligaste a hacerlo- le bramó furioso.
- Tienes que hacerte cargo de tus errores- le contesto igual su padre.
- Me podría hacer cargo del bebé sin necesidad de casarme con…. Ella- la miro con tanto odio que le helo la sangre.
- Ese niño tiene derecho a nacer en una familia.
- El hecho de que estemos casados no nos hace una familia, ese niño vera todo los días el odio que le tengo a su madre por separarme de….- no pudo terminar la oración.
- ¿De quién?- pregunto su padre.
- Separarme de la única mujer a la que en verdad amo- su padre no supo que decir, pues no sabía que su hijo tuviera una pareja, el pensó que la que ahora era su esposa era su novia cuando esté le dijo que estaba embarazada.
- Hijo… tu… tu nunca me dijiste que amabas a otra persona- intento acercarse, pero este retrocedió.
- Ya no importa, de igual manera ella se fue… para siempre- por otro lado estaba la novia fingiendo una sonrisa pero por dentro estaba que hervía de rabia pues hasta en su boda Maximiliano le tiene que recordar a Jazmín.
- Hijo, lo mejor que puedes hacer es intentar ser feliz con tu esposa- hablo la esposa de su padre.
- Eso nunca pasará- decidido se fue de aquel lugar dejando a su “familia” atrás.
El italiano se subió a su coche y fue al único lugar en que podría estar en paz, cuando llegó a la playa se sentó en la arena y lloro sacando todo el dolor que tenía dentro, lloro por perder a su amada, lloro por perder a sus amigos, lloro por aquella noche y por esa mañana que despertó al lado de Victoria sin poder recordar absolutamente nada.
Una vez calmado su llanto y viendo que ya oscurecía decidió volver a su apartamento imaginando que su esposa ya estaría ahí, su “esposa” se le revolvía el estómago cada vez que pensaba en eso, en su mente solo se imagino a Jazmín caminando hacia el con su hermoso vestido de novia, pero eso solo se quedarán en sueños.
Una vez dentro vio a una Victoria con un traje de lencería negro esperándolo en el sofá, en la mesa unas velas que era lo que ilumina la estancia y dos copas de con vino.
- Te estaba esperando amor- dijo en tono coqueto.
- Victoria ¿Qué crees que haces?
- ¿No es obvio? Espero a mi esposo para iniciar la luna de miel- se le acercó a lo que este se alejó.
- Vístete- de dirijo a su habitación y vio las cosas de su esposa ahí, a lo que inmediatamente saco.
- Pero.. ¿Qué haces Max?
- No creas de dormiremos en la misma habitación, tú usará la recámara de huéspedes- la tomo del brazo y la llevo a lo que sería su alcoba.
- ¡No puedes hacerme esto! ¡Soy tu esposa!
- Que te quede algo claro Victoria, eres mi esposa solo por un papel pero a la única mujer que amo y amare por el resto se mi vida va ser Jazmín y si quieres que estos cinco años no sean un infierno es mejor que te lo empieces a meter en la cabeza.
Molesta cerro de un portazo la puerta, y en esa situación pasaron los meses entre gritos y peleas, nació el bebé siendo un niño al que nombraron Emiliano en honor al abuelo de Max, frente a las personas aparentaban un matrimonio feliz, pero en casa todo era diferente, Max solo le hablaba a Victoria cuando del niño se tratara por más intento que hacía la nombrada por llamar su atención, así pasaron unos años y la situación era cada vez peor, el padre del italiano le ofreció quedarse unos días en su casa ya que quería pasar tiempo con su nieto y este solo por quitarse de encima a su esposa acepto, lo que no tomo en cuenta es que Victoria se le pegó como un chicle al zapato al enterarse de aquello, todos están reunidos en la sala “conversando” cuando se escucha el sonido de un timbre.
- Yo iré- dijo Maximiliano sin saber que al abrir esa puerta toda su vida cambiaría- Jazmín- fue lo primero que dijo cuando la vio sin poder creérselo.
- Maximiliano- respondió ella de igual manera.
- Hijo ¿Quién es?- grito su padre acercándose a la puerta y en cuanto vio a Jazmín corrió a abrazarla y está le respondió.
- Hola Dominick- le sonrió y fue el sonido de un sonajero lo que hizo que los dos hombres se dieran cuánta de que no venía sola.
- ¿Son tus…?- No termino de hablar y ella solo asintió- adelante no te quedes ahí, tu madre estará feliz de verte- ambos entraron a la casa y Max aún no salía de su asombro, estaba más hermosa que nunca y venia con dos bebés, lo que por inercia le hizo pensar que ya se había casado y eso lo molesto, salió de su transe y volvió a la sala donde se sentía una tensión, pues como no estaba el amor de su vida y su esposa e hijo en el mismo lugar.
- Pero mira que hermosa estas- hablo Yamila abrazando a su hija.
- No exageres madre- le sonrió.
- ¡Pero si no exagero! ¿Verdad amor?- su esposo solo asintió a su favor- y ¿Estás son mis nietas? Pero mira que hermosa estan- acariciaban la cabeza de cada una.
- Jazmín te quiero presentar a la esposa de Max, Victoria- hablo Dom.
- No hace falta Dominick, la señora y yo ya nos conocemos, íbamos a la misma universidad ¿Recuerdas?- dijo Jazmín.
- Es cierto suegro, compartimos algunas materias- sonrió de lo más hipócrita- y dime Jazmín vienes con dos niñas y ¿Tu esposo?- el tono en el que hizo la pregunta no pasó desapercibida por ninguno de los presente, pero nadie dijo nada pues todos querían saber eso, ya que nadie se había la lamentable noticia, a la árabe se le cristalizaron los ojos.
- Karim… El.. el falleció hace unos meses- se le escaparon algunas lágrimas que se limpio rápidamente.
- Oh mi niña- su madre la abrazo- se lo mucho que lo querías- esa última frase provocó una punzada en el pecho de Max.
Para su buena suerte Victoria no hizo ningún comentario y Emiliano jugo con sus “primas” aunque su madre no quería pero le tocaba por complacer a su suegro, tuvieron una tarde amena y cenaron en tranquilidad, cuando Yamila le pregunto a su hija dónde se estaba quedando ella le respondió que en su antiguo apartamento, a lo que está le ofreció la casa en donde vivía a lo que ella se negó y su madre no tuvo más que aceptarlo.
Cuando se fueron todos a sus respectivos hogares victoria no tardo en soltar su veneno, ya Max estaba harto de ella y solo quería que los dos años restante que le faltaba a su matrimonio terminarán y ahora que había visto a Jaz más rápido lo quería.
- Se lo que estás pensando y no lo voy a permitir- bramó molesta.
- No sé de qué hablas Victoria- se hizo el tonto.
- No creas que porque está sola va a correr a tus brazos, ella nunca te perdonará por haberla engañado conmigo y aunque lo hiciera yo nunca los dejaría ser felices, solo muerta lo lograrías- se fue a su habitación.
- Ya veremos Victoria, ya veremos- aunque en un punto ella tenía razón, no sabía si Jaz algún día lo iba a perdonar por lo que le hizo, pero el no se daría por vencido, iba a luchar por el amor de su vida.
...Este es el vestuario de Victoria en en boda.
...
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Comments
MALÚ 2834
Y yo pienso que el bebé,no es de él,,,seguro
2024-03-20
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