C U A T R O |Lila|

Puedo definir en una palabra lo que tenía delantero de mi: Arrogancia.

No había muchas mujeres en el salón pero las pocas que estaban voltearon a verme como si llevará la cara pintada de colores y si había algo que yo odiaba más que todas las cosas era eso, esas niñas se creían mejor que yo solo por tener casa bonitas, vestidos bonitos y la vida regalada. Entre algunas de ellas soltaron risitas mirándome y luego volviendo a susurrarse cosas entre ellas.

Había silloncitos dispersados alrededor de una mesa así que tomé el lugar más alejado del trío de arpías que seguía cuchicheando cosas entre si y esperé lo que se supone que estábamos esperando.

—Así que tú eres Alina Blair—No miento al decirles que la mujer que se sentó a un lado de mí era hermosa. Su piel era del color del cobre y la adornaba un vestido naranja. Aunque apuesto que a ella se le veía bien cualquier color, su piel contrastaba fácil con todos los colores.—Mucho gusto.

Ella me ofreció una sonrisa blanca y yo traté de adivinar quien era ella.

—¿Disculpa, se supone que te conozco?

—Soy Tesa Bracco

—No puede ser, ¿Tesa?—Centré mi atención a ella—Por todos los cielos eres hermosa, no entiendo por qué Elio les impide a ti y a Luca casarse.

—Tu también eres muy bonita, Ali, ahora entiendo por qué Elio te prefiere a ti como esposa de su hijo.

—No lo mal entiendas, Tesa, Luca es mi amigo y por más que estemos comprometidos o casados nunca lo veré de forma diferente.

Tesa volvió a sonreírme aunque esta vez su sonrisa era triste, ví dolor en sus ojos avellana cuando mencionaba a Luca, ella lo amaba, no puedo imaginarme que se siente ver al hombre que amas comprometido con otra mujer.

—Ya ví que conociste al trío—Tesa se acercó otro poco a mi para que solo yo la escuchara, aún así se mantuvo recta en una sola posición.—La de enmedio se llama Fiama D'amico es la peor de todas, a su izquierda está Nina Dugés y a su derecha Victoire Hinault.

Demasiados nombres sosos para aprender, no me interesaba en absoluto saber de aquellas arpías pero agradecí a Tesa en silencio, durante otro poco siguieron llegando algunas mujeres más mientras Tesa me iba susurrando sus nombres en el oído, no me aprendí ni la mitad, también me explicó lo que se supone que veníamos a hacer acá, que hacer cuando la reina aparezca y también cómo actuar si vemos a algún Príncipe.

Era mucho formalizmo y protocolo, eso me aburría.

Una mujer rubia alta con un vestido azul entró a la sala, deduje quien era por qué Tesa me obligó a levantarme e inclinar la cabeza.

Los tacones de aquella mujer resonaron en todo el salón, iba acompañada de dos guardias detrás y otra mujer, ambas caminaron hasta sentarse en el centro de todas.

—La Reina Edine de Samaras.—Agregó Tessa cuando aquella mujer de ostentosa joyas nos indicó que volviéramos a sentarnos—Y su nuera Rebecca Hansson, ella está comprometida con el príncipe Sebestyen, pronto será Reina.

Casi seguido de la reina entraron un montón de personas que dejaron al frente de cada una de nosotras una tacita de té y al centro de la mesa pusieron un montón de chucherías que les juro nunca había probado, no teníamos eso en casa lo más cercano a esos postrecitos que tenía era un pastel de zanahoria.

La Reina no hablaba mucho con nosotras, su círculo de diálogo se reducía a las tres arpías y su nuera, no me preocupaba tampoco, Tesa me hacía plática y me decía el nombre de cada uno de esos chuches que yo engullía gustosa.

A Kathy le encantarían.

Si mi hermanita estuviera aquí, casi la podía ver sentada a mi lado comiendo de este montón de postres con mamá a un lado.

—Tesa, hace poco, antes de enterarme del compromiso encontré a un hombre herido en el bosque—Ella me miró prestándole atención mientras llevaba la taza de sus manos a sus labios—Por lo que llevaba puesto supongo que pertenecía a uno de los suyos.

Ella sonrió, sabía a qué me refería yo con "uno de los suyos" y omití claramente que yo había sido la causante de su herida.

—¿Cómo se llama?—Preguntó

—Nahel—Dije siguiendo la plática— Tenía una flecha enterrada en la pierna y yo lo llevé a mi casa para curarlo.

—¿Nahel?

Tesa abrió la boca pero las enormes puertas del salón se abrieron y todas, incluida la reina se levantaron e inclinaron la cabeza, Tesa me codeó para que también me inclinara pero yo no hacía honor a lo que estaban viendo mis ojos.

Delante de mí iba pasando Nahel, no cojeaba ni se quejaba a su paso pero solo él y yo sabíamos lo que le había ocurrido en su pierna derecha, fue gracias a mi que la herida sanó rápido, podía poner las manos al fuego sin quemarme y decir que ya no le dolía en absoluto, mi medicina no la tenían sus médicos prepotentes.

Nahel se veía diferente claramente, era el príncipe, el heredero Sebestyen, no el hombre sonriente que encontré aquella vez en el bosque. Por primera vez desde que lo conocí lo ví serio, incluso enojado cuando quedó frente a su madre, aunque la Reina era alta, el príncipe aún le sacaba unos cuantos centímetros de altura.

El príncipe le susurró algo a su madre pero yo solo alcancé a ver qué la Reina hizo una mueca y después se dirigió a nosotras.

—Señoritas, mi hijo, el príncipe heredero, Nahel Sebestyen Samaras.

El susodicho agachó un poco la cabeza como todo un caballero, yo lo veía casi con asco, pude sacarle un poco de dinero al príncipe aquella vez, pude pedirle medicamento para mí hermana y yo no estaría aquí comprometida con alguien que no quería pero Nahel se lo guardó. El pasó su mirada azúl por todas nosotras y cuando llegó a mi abrió los ojos sorprendido un momento hasta que se obligó a apartarlos y recomponer su porte recta.

Solo yo me percaté de su pequeño titubeo, movió su pierna herida y caminó hasta la salida, no me dirigió otra palabra, tampoco es como que lo esperara, después de todo el era el príncipe, no tenía que rebajarse a mi nivel.

La Reina siguió a su hijo detrás, ambos daban aires de grandeza, que pena sentía por ellos, rodeándose de joyas para sentirse poderosos mientras dejaban morir a su pueblo, a mi hermana, a mi padre.

—¿Estás bien, Ali? Parece como si hubieras visto un fantasma.

—¿Puedo salir un momento? ¿En dónde hay un baño aquí?

Me levanté y seguí temblorosa a Tesa, salimos del enorme salón y dimos una pequeña vuelta a la izquierda para encontrarnos con una puerta, incluso la puerta de su baño era más cara que toda mi casa junta.

El coraje se me acumuló mientras entraba al baño. Si tan solo aquella vez le hubiera pedido una moneda al príncipe... Solo una moneda y mi vida sería diferente en estos momentos.

Me recargué en una pared del baño, respiré hondo.

¿Porque estaba el príncipe en el bosque aquella vez?

—Ocupado.—Dije suavemente cuando tocaron la puerta del baño.

Pero no hicieron caso, alguien entró y por suerte yo no estaba sentada en el bater.—Demonios, Nahel ¿Que mierda estás haciendo aquí?

Él se acercó a mí y me examinó con una mueca.

—¿Eres de la familia Parisi, Ali? ¿Me mentiste aquella vez?—Me tomó de una mano—¿Porque no me lo dijiste?

—¿Qué es lo que te pasa, Nahel? ¿O debo inclinarme y llamarte "Su alteza"?— Safé mi mano de su agarre y me alejé un paso de él, por suerte el baño era igual de enorme que todo aquí—Pude ir a la cárcel si me delatabas, mi vida sería diferente en estos momentos si me hubieras dicho que eres el maldito príncipe de Oesered.

—No tengo mucho tiempo, Ali, respóndeme— Ahí estaba de nuevo aquella voz demandante—¿Eres de la familia Parisi? ¿Hija de Elio?¿Alguna familiar suya?

—No, su alteza, resulta que mi familia se estancó en deudas y pude mendigarle una moneda al príncipe si tan solo lo hubiera sabido, una solo de tus monedas me pudo sacar de todo esto.—Me acerqué a la puerta del baño—Pero resulta que estábamos tan ahogados por falta de dinero que me comprometieron con Luca Parisi, a quien le debía casi un millón de reales, solo así podría saldar mis deudas y seguir medicado a mi hermana.

Salí dando un portazo, afuera Tesa me esperaba ansiosa, cuando me vió me arrastró con ella de vuelta al salón de las arpías.

—¿Que demonios pasó ahí, Ali?—Me susurró Tesa tratando de no parecer sorprendida— Si la reina los sorprendía seguramente estarías condenada a la horca por traición.

Comí más postrecitos y respiré antes de contarle todo a Tesa, después de todo, si veía el lado positivo por lo menos había echo una amiga en este montón de arpías.

........

¡Hola, Holaaa!

Yo solo paso por aquí para decirles queeee... me emociona muchísimo que estén leyéndome. Me ayudarían un montón si me dejan aquí en los comentarios que les parece hasta ahora la historia. ¿Ali hizo bien en enojarse con el príncipe? ¿Que les pareció la Reina? ¿Creen que la Reina sea mala?

Los quiero con el alma.

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Comments

Estefy Pizarro

Estefy Pizarro

tienes mí voto autora xq buscaba algo interesante que leer no lo mismo de siempre me va llamando la atención la historia gracias 😊

2024-03-21

0

Matilde Mejia

Matilde Mejia

Me gustan tanto estas novelas tan solo unos capitulos y ya no puedo dejar de leerlos

2022-09-25

2

Maria Teresa Malaver

Maria Teresa Malaver

Son los primeros capítulos, me parece interesante. Me da tristeza Alina porque la pobreza nos obliga a hacer lo que no queremos.

2021-10-18

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