Capítulo IV

Una de las sacerdotisas de alto rango se le acercó a Juliette. Se notaba por lo que estaba usando, ya que llevaba un vestido blanco con bordados violeta.

—Gran Sacerdotisa es momento de recibir al pueblo.

Juliette: Sí, entiendo.

Ya había leído esto en la novela, la otra Juliette debía recibir al pueblo y escucharlos uno por uno, ya que su trabajo era calmar y darle esperanzas.

Después de todo eran ellos los que habían costeado este enorme templo desde que se construyó, había que retribuírselo de alguna manera.

Tras salir de la habitación y del pasillo fue dirigida por un par de doncellas y sacerdotisas hacia la entrada del edificio principal, allí es donde debía hablar con el pueblo.

Todos los que vinieron estaban esperando con ansias las palabras de la santa de Dalión.

—Mi Señora, se ve maravillosa como siempre.

Juliette: ah, enser-

Juliette: ejem...

Juliette: *no sé que decir, será mejor improvisar*

Juliette: ejem...

Juliette: "Gente de Lyris, no se preocupen, ya me encuentro mejor"

Juliette: *eso es todo, ¿verdad?*

La gente de Lyris se quedaron viéndole muy extrañados, ya que no actuaba como de costumbre al percatarse de lo sucedido una de las sacerdotisas se le acercó corriendo y le murmuró al oído

—*Santa, debe decir la oración... para la protección del pueblo*

Juliette: *ah, sí... gracias*

Juliette: **¿Cómo se supone que oré si no soy creyente?**

Juliette: **como sea, me inventaré algo**

Juliette: Mi señora... La gran Diosa Aphrodita. —Alzando la voz

Juliette: yo, una de tus descendientes y reencarnación tuya te imploro

Juliette: que ilumines con tu maravillosa luz el Imperio de Dalión, en especial a la Ciudad de Lyris, guíalos siempre y bendice sus destinos

Multitud: ¡Qué las palabras de La Santa lleguen a La Gran Diosa Aphrodita!

Doncella: *¿no crees que la oración de hoy fue más profundo de lo usual?* —murmurando

Otra doncella: *sí, creo que La Santa experimento algo tras "ese incidente"*

Sacerdotisa: *silencio*

Sacerdotisa: *no sean imprudentes*

Sacerdotisa: *¡acaso quieren que la santa las regañe!*

Doncellas: *perdónenos Santa, lo sentimos*

Juliette: no se preocupen —mientras sonreía

Al acabar la oración era momento de hablar con la gente de Lyris, uno a uno fueron acercándose a ella.

—¡Qué la diosa Aphrodita la bendiga siempre!

Juliette: igualmente

Juliette: ¿qué te aflige, mi señora? —sujetando su mano

—Oh Santa, mi marido ya no me quiere como antes...

En ese momento Juliette se dio cuenta de que en realidad "La Gran Santa" era solo una consejera, después de todo no resolvía nada

Juliette: *si no te quiere... solo déjalo*

Juliette: mmm... solo dej- —murmurando

—¿Perdón?

Juliette: Ah, tu marido debe estar cansado, debes comprenderlo

Juliette: *¡déjalo!, ¡no te merece!*

—Oh, gracias, Santa...

—¡como siempre es tan sabia!

Juliette: *ese hombre es un...*

Como lo habrán notado está "Juliette" no le agrada mucho ese tema, después de todo ha estado toda su vida soltera, bella pero soltera.

Tiempo después de escuchar a unas cuantas personas más, se tomó un merecido descanso. Se alejó un poco hasta llegar a un enorme jardín muy bonito y sé quedo allí.

Juliette: ¡Maldición!

Juliette: ¡Ya estoy harta!

—¡Ja!

—¡Jamás pensé escuchar los verdaderos sentimientos de "La Gran Santa"!

Juliette: ¡Ups! —cubriéndose la boca

Juliette: Ah... ¡Eres tú! —indiferente

—¿Sí?

—¿quién más crees que sería?

Se me olvido contar que "Juliette" tenía un hermano llamado Julian que conocía la verdadera personalidad de su hermana. Era muy parecidos físicamente aunque solo eran medios hermanos, la madre de Julian era una mujer diferente, prácticamente parecían mellizos.

Juliette: nadie

Juliette: no es como que esperaba a alguien.

Julian: quizás...

Julian: esperabas a tu pequeño capitancito

Juliette: y así hablas de mí —riéndose

Juliette: tú, el actual líder del templo

Juliette: ¿qué te hizo Erick para que lo llames así?

Julian: nada

Julian: no me ha hecho nada. —molesto

Juliette: *mmm... si mal no recuerdo Julian no se llevaba bien con Erick porque una de sus antiguas "novias" se enamoró de él —riendo

Juliette: *que idiota*

como dije anteriormente Julian es el líder del templo, es el que dirige a las sacerdotisas, pero como soy diferente que las otras por ser "La Santa" soy la única a la cual no puede mandar.

Juliette: y entonces...

Juliette: ¿qué te trae por aquí?

Juliette: querido hermano —diciéndolo con ironía

Julian: ah, que desagradable

Julian: ¿acaso lloverá hoy?

Julian: desde cuando me consideras un hermano.

Juliette: *¡Maldición!*

Juliette: *se supone que "Juliette" nunca lo ha considerado como su hermano después de todo solo lo veía con un gran estorbo es su vida*

Juliette: Me levanté con el pie izquierdo, solo déjalo pasar.

Julian: como sea,

Julian: solo te vine a advertir que no vuelvas a intentar escapar como la última vez.

Julian: si lo vuelves a hacer mandaré a los caballeros a encerrarte